Reseña: Historia natural y mítica de los elefantes, de José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski

Dos grandes pantallas que hacen las veces de orejas y regulan la temperatura del cuerpo; una trompa sofisticada que, además de vehicular la respiración, les permite comunicarse, emitir sonidos y manipular objetos con una destreza casi manual; dos incisivos imponentes; cuatro patas pesadas capaces de sacudir el suelo a su paso; una piel gruesa, arrugada y terrosa. Sobre esta mole de anatomía maciza y, a la vez, grácil, suelen proyectarse todo tipo de virtudes: inteligencia, bondad, memoria, piedad, capacidad de duelo, amor, paciencia, equidad. Es que los elefantes, con su grandeza física, moral e intelectual, llegaron a ser el epítome de las mejores cualidades de la humanidad.

En Historia natural y mítica de los elefantes, cuya refinada cubierta evoca, al tacto, la rugosidad de la piel del animal, José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski realizan un recorrido histórico que indaga en la vida y la irradiación simbólica de los paquidermos en Occidente, con la erudición y rigor que caracterizan a los dos autores. Historia natural y mítica de los elefantes puede pensarse como un proyecto de raigambre enciclopedista, que asimila, a su manera, el "giro animal" de la filosofía contemporánea, respecto del cual mantiene, sin embargo, una distancia prudente.

Después de relevar, en los primeros capítulos, los usos militares del elefante, su exhibición en espectáculos y su utilización en la vida cortesana, los autores comienzan por las fuentes clásicas. De Aristóteles, Plutarco, Plinio el Viejo y Claudio Eliano, se desprenden las observaciones y los atributos que serán replicados al menos hasta la modernidad. Luego, pasan revista a los bestiarios medievales, en los que llega a identificarse al elefante con Cristo, y se presenta su combate contra el dragón (su enemigo por antonomasia) como símbolo de la lucha entre el bien y el mal. El Renacimiento prolonga el simbolismo cristiano de la Creación y el arca de Noé, e incorpora elefantes a las imágenes de la Epifanía. Los autores rastrean las fuentes iconográficas y los modelos de las diferentes representaciones de paquidermos, en pocos casos tomados del natural, salvo excepciones, como un fresco de Rafael.

Durante el Renacimiento, también, aparecen los primeros informes científicos en los que los datos de la experiencia prevalecen por sobre los elementos literarios y míticos. Constituye un hito, en este sentido, la disección de una elefanta realizada en Versalles en el siglo XVII. Las expediciones transoceánicas y la literatura de viajes proveen información novedosa con testimonios de primera mano, pero es en tiempos de la Ilustración que se produce el mayor punto de inflexión, con la Historia natural de Buffon y la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert. Adoptando el nuevo punto de vista científico, el Siglo de las Luces busca despojar al elefante del simbolismo clásico, si bien no logra extinguir su potencia poética.

La investigación de Burucúa y Kwiatkowski, que cuenta con una nutrida bibliografía y está acompañada por una exquisita selección de ilustraciones, se detiene en las postrimerías del movimiento ilustrado, con un aguafuerte de Goya que combina "asombro, cariño, misterio, admiración por el elefante, sospechas acerca del ser humano, desasosiego y esperanza", rasgos que definen, a su vez, el espíritu del libro. Finalmente, un apéndice da cuenta de la presencia de los elefantes en la fantasía religiosa, poética y artística de las civilizaciones de la India: de allí parecen derivar, en buena medida, las leyendas e historias que dominaron, durante siglos, nuestra imaginación sobre ellos.

Hasta ahora, el vínculo del ser humano con otras especies ha tendido a humanizar a los animales. Tal vez el paso siguiente, se atreven a plantear los autores, sea "la animalización de los seres humanos", como un modo posible de rehabilitar nuestra propia humanidad.

Historia natural y mítica de los elefantes

Por José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski

Ampersand319 págs./ $ 1200