Reseña. La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey
Se suele escuchar que la literatura es un buen refugio para tiempos difíciles. La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey parte de esa premisa para doblar la apuesta y volverla el vehículo de salvación de toda una comunidad. Eso le ocurre a un grupo de campesinos cuando encuentra en una biblioteca la manera de sobrevivir a la ocupación alemana en su islita del Canal de la Mancha, sin libertad, ni comida, ni posibilidad de comunicación hasta que termina la Segunda Guerra Mundial. Ese es el marco de La sociedad literaria..., la novela epistolar escrita por la estadounidense Mary Ann Shaffer (1934-2008), que, tras su muerte, terminó de corregir su sobrina Annie Barrows y luego llevó al cine Mike Newell.
En una Londres devastada, la escritora Juliet Ashton recibe inesperadamente la primera carta de un desconocido que vive en la isla de Guernsey, es parte de una sociedad literaria y le pide un favor. A la relación epistolar se van sumando los demás miembros del grupo literario. A medida que las cartas se vuelven más íntimas, la vida de Juliet se transforma, lo mismo que su escritura. La trama se desliza hacia el pasado para reconstruir lo que ocurrió durante la ocupación alemana, y hacia el futuro, cuando entre los personajes irrumpe la amistad, el amor, algunas peripecias graciosas o heroicas y anécdotas donde Jane Austen, Oscar Wilde y Anne Brontë son mucho más que grandes autores.
Relato coral hecho de las voces que puede adoptar la condición humana frente a la tragedia, La sociedad literaria... es al mismo tiempo una parábola sobre el poder de la amistad y de la palabra ante situaciones extremas.
La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey, Mary Ann Shaffer y Annie Borrows, Trad.: Cristina Sanz, Salamandra, 298 págs./ $ 585