¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche?
En esta nueva entrega, propuestas para todas las edades: libros troquelados para los que todavía no leen y novelas de aventuras para los que tienen asignaturas pendientes con la literatura clásica
Para los más chicos
Oso pardo, oso pardo, ¿qué ves?, de Bill Martin. Publicado en 1967, este libro ilustrado por Eric Carle tiene en cada página unas ventanitas que invitan a los chicos a espiar qué se esconde detrás. Un oso pardo, un pato amarillo, una rana verde, un gato violeta y otros animales de todos los colores se preguntan uno al otro "¿qué ves?". Así, la lectura se ofrece a través de un juego de preguntas y respuestas, con ilustraciones brillantes y coloridas que atraen la atención de los pequeños lectores. Recomendado para: curiosos que se enganchan con historias lúdicas y sencillas.
Tren de carga, de Donald Crews. En los libros de este autor e ilustrador afroamericano siempre aparecen escenas urbanas y pocos personajes humanos. Los trenes suelen ser un tema recurrente en sus historias, narradas generalmente con imágenes potentes y pocas palabras. Tren de carga es un libro muy sencillo que pretende acercar a los chicos las nociones de forma, color y movimiento. Recomendado para: aquellos que todavía no leen y se entretienen con propuestas visuales y coloridas.
La bicicleta de Lotta, de Astrid Lindgren. Lotta es uno de los personajes más famosos de la escritora sueca: es una chica traviesa que siempre se mete en problemas junto con sus hermanos mayores. Inquieta y curiosa, la nena hace preguntas de toda clase y sus curiosas reflexiones le aportan la dosis de humor a sus libros que atraen a los lectores más grandes. En este título, Lotta se decepciona porque sus padres le regalan otra cosa para el cumpleaños y como ella quería una bicicleta, decide tomar prestada la bici del vecino. Comienza, entonces, una entretenida serie de aventuras. Recomendado para: traviesos, inquietos y preguntones que se sentirán identificados con las peripecias de la protagonista.
El ratón Pérez, de Luis Coloma. Fechado en 1894, el libro del autor español es el primero que recoge una tradición popular de fuentes anónimas sobre el célebre ratón que se lleva los dientes de leche que dejan los chicos debajo de la almohada. En la primera edición aparece una dedicatoria al futuro rey Alfonso XIII, de por entonces ocho años. La primera edición ilustrada salió en Madrid en 1911. Desde entonces se publicaron numerosas versiones. La historia también se adaptó para el cine y el teatro. En las librerías argentinas es difícil de conseguir el original de Coloma. Hay un ejemplar en la biblioteca de la librería infantil La Nube, de Colegiales. Recomendado para: padres e hijos que quieran conocer la historia original del famoso ratón Pérez.
Para los más grandes
Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain. Un clásico que no puede faltar en la biblioteca familiar. Tierno, desafiante y soñador, Tom se escapa de su casa junto con su amigo Huckleberry Finn y otros chicos para vivir una aventura que tiene un giro inesperado. Una historia sobre la amistad y la lealtad. Recomendado para: chicos que ya leen y grandes que aún no lo leyeron.
La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson. Otro clásico imperdible de la literatura. Publicado en 1883 por entregas, el ritmo del relato está marcado por la acción y el suspenso cerca del final de cada capítulo. El narrador es Jim Hawkins, un joven que se enfrenta a un drástico cambio de vida al emprender un viaje en busca de un antiguo tesoro deseado por muchos. Recomendado para: iniciar a los jóvenes en la lectura de novelas de aventuras.
El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder. Una completa y amena obra de divulgación de las principales corrientes filosóficas presentada como una novela de suspenso. La protagonista, Sofía, aprende sobre la capacidad humana de reflexionar y de hacer preguntas a medida que descubre secretos sobre su propia identidad. Recomendado para: adolescentes interesados en la historia que no se aburran con cuestiones filosóficas.