¡Secuestraron al PJ!
“Devuelvan el PJ a los peronistas” (De la pegatina de afiches partidarios tras la derrota del domingo)
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Esta columna arranca con dos denuncias. Lamentablemente, ninguna de las dos fue tomada por comisaría alguna ni ningún fiscal se quiso hacer cargo.
Se trata de dos intentos de robo. Uno se registró el sábado pasado, un día antes de las elecciones. Del otro se dieron cuenta 48 horas después de los comicios.
El primero es autorreferencial. Hora: 14.30. Lugar: una colchonería de Palermo a la que ya había ido hacía tres meses con la intención de adquirir un sommier, compra que no se concretó. Tras apuntar con el dedito al mismo modelo, misma ubicación en el negocio, misma empleada, se le consultó el precio a la joven. Sospeché que debía costar un poquito más tomando en cuenta el costo de vida del trimestre. Pues no. Aumentó casi un ciento por ciento. “Y yo que usted me apuro en comprarlo, porque el lunes (tras las elecciones) aumenta todo”, me dijo la chica como si tuviera el oráculo que le falló a casi todas las encuestadoras. “Pero ¿qué índice de inflación, de interés, salarial o de la mano tienen en cuenta para inflar tanto los precios?”, se le preguntó inocentemente a modo de descarga emocional y para disimular las ganas de cortajearle el tan inerte instrumento de descanso. “Es que nuestros sommiers tienen insumos importados”, respondió como si estuviera recitando un libreto o leyendo un teleprompter. “El dólar tampoco subió ciento por ciento”, se le retrucó y siguió explicando que los resortes, la placa, la tapicería, la mano de obra…”
El otro robo fue denunciado por los peronistas en la puerta de las sedes del Partido Justicialista. Aparecieron afiches pidiendo que el kirchnerismo les devolviera el partido porque no hacen más que perder desde que Cristina, la jefa nacional en desgracia penal, decide quiénes son los candidatos, y desde que Máximo, como presidente del PJ bonaerense, se encargó de paralizar el movimiento creado por el General. Es cierto que “ganaron” con Alberto, si se puede usar ese verbo. Pero hoy no encuentran consuelo. Sus lamentos son tan amargos que cuando uno pensaba que ya no tendrían a quién culpar le achacaron a la Boleta Única de Papel haber sido la causante del naufragio del domingo. Está visto que extrañan la lista sábana. Sábana, justamente, hablando de colchonería. Chiste fácil. Disculpas, querido lector.
Pobre Máximo. Qué incómodo se lo vio en el escenario donde Kicillof agradecía la pérdida de los 14 puntos con los que había derrotado a los candidatos mileístas apenas 49 días antes.
Tremendas también las caras de Massa, del veterano Taiana y de la joven promesa Grabois, quien debe haber pensado por qué no siguió plantando perejiles. De todos modos, la mayoría de los de esa foto tienen el puesto asegurado, como mínimo, dos años en el Estado. Máximo seguirá siendo diputado por ese lapso, pero en diciembre se le vence el mandato de jefe partidario y lo quieren fletar para Santa Cruz.
La que parecía que estaba en un cumpleañitos era la vicegobernadora y excandidata testimonial, Verónica Magario. Sonreía y festejaba a destajo, incluso cuando Kicillof dijo: “Desde mañana, tenemos que ver si mejora algo la situación de nuestra provincia, de nuestra gente, de los que tienen un día a día cada vez peor”. ¿Se habrá olvidado de que la gobierna él?









