Un elefante en el bazar
Con más de cinco millones de habitantes, Ahmenabad está entre las ciudades más populosas de la India. Considerada uno de los tesoros del gigante asiático y con una economía en acelerado crecimiento (en 2010 integró la lista de Forbes como la tercera en ese aspecto durante la década previa), las calles por las que alguna vez transitó Gandhi cuando no estaba en la cárcel bullen con los mismos negocios, y atareados señores de traje y celular en mano que se encuentran en los escenarios urbanos de todo el mundo. Pero nada de eso le preocupa al gran elefante atravesado en medio de la calzada: con temperaturas que, en esa parte del globo, pueden llegar ¡a los 50°C!, el paquidermo se deja refrescar encantado y los transeúntes siguen con sus respectivas vidas con total normalidad. Símbolo de inteligencia y protección, allí se los venera, mientras en otros lugares se los caza miserablemente, poniéndolos al borde de la extinción. Cualquiera diría que en la actualidad es el ser humano el que entra en el bazar quebrando todo, incluso los delicados elefantitos de cristal...