Bélgica, parte I
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LA NACION
Saber que tenía tanto por recorrer, por conocer, por disfrutar y estar estática en una misma ciudad me mataba. No pude reprimir mis ganas de viajar, logré acomodar mis horarios de trabajo y partí por dos días a Bélgica con mi amiga con la que vivo.
Nos prestaban el depto de un amigo, así que genial: solo quedaba averiguar cómo viajar. Acá va mi mini research:
- La forma más rápida desde París es ir en tren pero también es la más cara. Todo depende de la anticipación con la que compres el viaje pero por lo general está alrededor de los 70 euros el tramo.
- No se justifica pagar un aéreo. La distancia de París a Bruselas es de 305 Km y la tarifa es elevada.
- El bus tarda 4 hs y el costo total es de 30 euros. Sí, 15 euros cada tramo.
Claramente al ver estos precios opté por irme en bus.
Pero tuve mucha mala suerte, me agarró un accidente en medio de la ruta y tuvimos que estar parados por horas. Llegué a Bruselas a las 19 hs, perdí toooodo el día viajando!
Acto seguido, no encontré las llaves del depto que nos prestaban… Estuve más de una hora buscando dónde nos habían dejado las llaves. Tenía el código de entrada del edificio pero me faltaban las benditas llaves. Levanté el tapiz de cada departamento, busqué en cada rincón del edificio. Literalmente estaba en la puerta por irme a buscar un hostel cuando recibí un mensaje que decía que las llaves estaban en el buzón, metí la mano y logré sacarlas. ¡Por fin!
Me fui a dormir temprano para al día siguiente irme a Brujas a pasar el día. En tren el viaje es de 1 hora y cuesta 14 euros cada tramo. Peroooo si sos menor de 26 años cuesta 6 euros. 28 euros contra 12…Si, lo hice. Me resté un año de edad y saqué el de menor de 26. Temblé cuando me pidieron el pasaje arriba del tren pero por suerte ni se fijó en eso.
Llegadas con mi amiga a Brujas caminamos hasta la zona céntrica, fuimos a un centro de información y pedimos un mapa. Ahora sí, con mapa en mano empezamos caminar.
Brujas se puede recorrer en un día perfectamente: todo está muy cerca. Se destaca la arquitectura medieval, el orden y la tranquilidad de la ciudad. Sinceramente necesitaba salir de Paris y respirar otro aire. ¡Qué lindo es sentirse turista de nuevo!
Si hay algo por lo que es famosa Bélgica es por la cerveza y los waffles. Siendo amante de lo dulce, no me iba a ir sin probar uno. Después de horas de caminata al frío, nos sentamos a tomar un café calentito y comer un waffle :)
Cuando ya no había sol, nos fuimos caminando a la estación para volver a Bruselas y conocerla de noche.
¿Quieren saber cómo me fue?
¡El próximo miércoles!
Juli
LA NACION
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