Bucear hasta Cristo en un santuario sumergido
Con una de las barreras de coral más grandes del mundo, el parque subacuático John Pennekamp es digno de la más profunda peregrinación
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KEY LARGO, FL.– El sol empieza a calentar. En el parque John Pennekamp, en el primer cayo que se desprende al sur de la Florida, unos 50 madrugadores estamos listos a embarcar. Todos mencionan a Jesús, o el Cristo. Pero lejos de hacer turismo religioso, cargamos patas de rana, máscaras y equipos de snorkel.
El Pennekamp es el primer parque subacuático de los Estados Unidos. A la vista tiene dos playas, muchos manglares con senderos para kayak o trekking, juegos para niños y área de camping. Pero el mayor tesoro del parque es aquello que no se ve: su riqueza submarina. Es la única barrera de coral viva de América del Norte, y la tercera más grande del mundo, después de Australia y Belice. Key Largo, esta isla a 110 km al sur de Miami, se autodenomina la capital mundial del buceo.
Si bien nos congrega las ganas de sumergirnos entre peces de colores, tortugas marinas y mantarrayas, también nos envuelve una cuestión de fe. No todos los días se puede llegar al Cristo. Hay seis sitios posibles para hacer snorkel, y la estatua de Jesús es la figurita difícil. Confiamos en que hoy pueda ser el día. La decisión depende del capitán, que una vez en el mar evalúa qué sitio reúne las mejores condiciones climáticas donde amarrar. Abordamos la lancha y nos entregan los salvavidas para el momento del snorkel. Más adelante aprenderemos cómo inflarlo y desinflarlo según las ganas que cada uno tenga de sumergirse o flotar. La lancha, más parecida a una balsa flotante, arranca a toda velocidad entre canales de manglares hasta salir a mar abierto. El Capitán se llama Darrell, y enseguida abre el paraguas: "Hoy iremos a Grecian Rocks y si podemos –enfatiza el condicional–, a Key Largo Dry Rocks, donde se encuentra la estatua de Cristo". Nos miramos todos en silencio, pero con entusiasmo. La costa se ve cada vez más pequeña. Ya casi no se distinguen los hoteles o el verde de los manglares. Hacia delante, el mar se torna turquesa, tal vez verde esmeralda.
Los corales se encuentran entre los 4 y 9 km paralelos a la costa y a lo largo de 200 kilómetros cuadrados. El barco tarda unos 40 minutos en llegar justo ahí, donde el agua se vuelve turquesa fluorescente, y los manchones negros desnudan el fondo de coral.
"Estos arrecifes tienen miles de años. Crecen muy lentamente, y apenas con tocarlos se le sale una membrana, se infectan y se mueren", enseña el capitán. Hace especial énfasis en mantenernos siempre a flote. Apoyarnos en el coral puede dañarlo, y pisar las partes turquesas donde hay arena también tiene su riesgo, pues a veces hay debajo mantarrayas que casi no se ven. Además hay que estar alerta a las aguas vivas. Antes de sumergirnos nos despide con un grito: "¡Remember: It’s all alive guys!" (recuerden: todo está vivo, muchachos).
La vida allí abajo es sumamente variada. Enseguida el ojo se acostumbra a encontrar peces camuflados detrás de ciudades de coral, algo así como los bosques tropicales del mar, variados, poblados y coloridos. Un cardumen rayado como cebras pasa con total desparpajo. ¿Estarán acostumbrados a la gente o serán simplemente intrépidos? pienso. Alguien grita que tengamos cuidado con una aguaviva. Los snorkelers apenas levantan la cabeza, escuchan, y vuelven a sumergirla, en silencio. Estamos repartidos a muchos metros de distancia.
Nuevamente en la lancha el capitán pregunta qué especies han visto. Algunos mencionan tortugas, estrellas de mar, esponjas, mantarrayas, y muchas especies de peces, algunos incluso desconocidos para amateurs como yo. Mi vecino de asiento me muestra el pecho rosado: fue él quien se halló cara a cara con una aguaviva.
El Cristo se encuentra aún más lejos de la costa. Así como aquella estatua de Jesús en la cima del Corcovado es un emblema de Brasil, esta pieza sumergida es el símbolo de Key Largo. Allá vamos.
Por muchos años esta área no estuvo protegida, y el ancla de las embarcaciones fue dañando el suelo. Desde 1990, gran parte de las aguas costeras de los cayos de la Florida fue designada como Santuario Marino Nacional, bajo estrictas normas de conservación. Hoy, los barcos que visitan estos sitios se agarran de boyas preestablecidas.
Desde la balsa todos salimos nadando en la misma dirección, casi en carrera. O más bien, en procesión. Como cuando el Louvre abre sus puertas, y todos corren a ver a La Gioconda. Pero nuestra pieza de arte no se aprecia de golpe, está detrás de una elevación de corales. Luego manchas de arena y… allí está.
Jesús está parado sobre un pedestal de tres escalones en el océano, con los brazos en alto y mirando al cielo. Con buenos pulmones se puede descender y verlo de cerca, incluso leer la placa que descansa a sus pies. El agua es tan transparente que se ve en detalle. Está cubierto en algunas zonas por corales y plantas; y también rodeado de muchos peregrinos con máscaras y cámaras subacuáticas. Algunos disparan la típica foto: parados al lado de Cristo en la misma posición, con los brazos en alto y mirando hacia arriba, como si fueran dos maniquíes y no uno, pero respetando siempre la premisa del capitán: ¡la estatua no se toca!
The Christ of the Abyss, o el Cristo del abismo, hecha en bronce, reina este mar desde 1965. Mide 2,5 metros, pesa 2 toneladas y es la tercera de su tipo. La original está en Italia, y fue inspirada como recuerdo a un buceador que murió en ese sitio.
Darrell hace sonar una corneta y es señal de volver al barco. Hora de partir. Debemos dejar a Cristo, Señor de este mar vasto y silencioso. Al igual que en el cielo y en la tierra… pero bajo el agua.
Datos útiles
Dónde está. John Pennekamp Coral Reef Park: 102601 Overseas Highway (MM 102.5), Key Largo. pennekamppark.com
Excursiones al Cristo. Hay varias empresas que llevan a los puntos de snorkel en las costas de Key Largo. Dentro del Pennekamp Park hay una concesión pennekamppark.com/snorkeling-tours/; también hay otras compañías fuera del parque como Keys Diver (keysdiver.com), y Sun Divers (snorkelingisfun.com). Tarifa: desde US$ 32 (con impuestos incluidos) excursiones de 2 horas y media en adelante.
Dónde dormir. Hampton Inn Key Largo (promedio U$S 149) hamptoninnkeylargo.com; Jules Undersea Lodge (jul.com) hotel bajo el agua de sólo dos dormitorios, precio por la miniexperiencia de tres horas, U$S 300 para dos personas; noche U$S 800 para dos personas); Bayside in Key Largo, desde U$S 95; baysidekeylargo.com




