Ecos tristes de arpas y gaitas
La música celta logró un éxito internacional que se debe tanto a la vitalidad de las diásporas de los pueblos de raíces celtas (bretones en Francia y Canadá, irlandeses en el mundo anglosajón, gallegos en América latina y escoceses en Inglaterra) como a la capacidad de los artistas de llegar al público masivo sin perder la esencia de sus inspiraciones.
Para incursionar en el mundo de esta música, conviene arrancar por Irlanda, el único lugar donde un idioma celta tiene un estatuto oficial. Al lado de los clásicos conjuntos como The Chieftains, Planxty o The Dubliners, una de las formaciones más interesantes es Altan, que llegó a hacerse conocer gracias a un folklore moderno y entretenido.
La más popular
La pista sigue las rutas de la inmigración hasta América del Norte. No sorprende, entonces, que la cantante celta más popular desde los años 90 sea... canadiense. Loreena McKennit es originaria del Manitoba, donde hay comunidades descendientes de irlandeses y escoceses.
Ultimamente, están tomando un fuerte impulso los artistas de dos comunidades celtas muy importantes: la bretona, en Francia, y la gallega y asturiana, en España. En la Pequeña Bretaña, donde se instalaron muchos celtas de Gran Bretaña en el siglo VI, la música en idioma y con instrumentos tradicionales celtas recobró una nueva fuerza en los años 70, gracias a las grabaciones del arpista Alan Stivell, del guitarista Dan Ar Braz y los conjuntos Tri Yann o Gwendal.
En los años 90, una generación entera de músicos llegó para afirmar el vigor de este movimiento musical. Entre ellos se puede recomendar a Denez Prigent, Didier Squiban o Annie Ebrel. En España, los gaiteros de Galicia y Asturias no sólo conquistaron el resto de España, sino que llevan brillantes carreras en Europa y América latina: José Angel Hevia, Carlos Núñez, Milladoiro o Cristina Pato.
Para medir la importancia y la vitalidad de la música celta, cada año se organiza en la ciudad bretona de Lorient el Festival Interceltique, la verdadera cita para los incondicionales de las arpas, las gaitas y estos ritmos alegres que recuerdan a paisajes verdes y melodías tristes que se hacen ecos de historias trágicas.
Para escuchar
- Marta Sebestyén with Muszikis , Hannibal, 1987. El mejor de los trabajos del conjunto y la cantante.
- Altan Another sky, Virgin, 2000. El último CD de la banda.
- Loreena McKennit, Book of secrets , Warner, 1997. Un éxito mundial con más de tres millones de ejemplares vendidos. Una buena introducción a la voz.
- Alan Stivell, An Douar , Disques Dreyfus, 1998, un CD ecléctico con varios invitados.
- José Angel Hevia, Terra de Nadie , Emi, 1998.




