Renová tu garage

En nuestro contexto, el equilibrio entre la vida personal y profesional se concibe como una situación anhelada, pero cada vez más difícil de alcanzar. En ocasiones la dificultad radica en la imposibilidad de dedicarle a la vida personal el tiempo que desearíamos. Pero en otras, nos cuesta identificar qué hacer cuando tenemos tiempo libre. En dónde invertir esos minutos, horas, tan sólo hacer lo que queríamos o lo que nos divertía.

La historia del garage

Si nos remontamos a algunos años atrás, encontramos en el hogar un espacio que solía tener ese rol. Ese lugar de la casa que permitía desconectarte, para conectarte con uno mismo y con los otros. Ese rincón de encuentro familiar y con amigos. El refugio en el que uno se permitía y aún se puede permitir hacer, sentir y ser en su máxima expresión de disfrute.

Con tan sólo comprender su origen etimológico podemos comenzar a dilucidar el significado del mismo. Sus orígenes se remontan exclusivamente al guardado del auto. El castellano adoptó la voz francesa "garage" del verbo garer (aparcar). Este, presente desde el siglo XIII, procedía del antiguo francés waron, adaptado del alemán wharen, que significaba "cuidar algo".

Con el tiempo y por la demanda de espacio, las familias de todo el mundo, le han ido otorgando funcionalidades adicionales a este lugar residencial: desde el guardado de herramientas y elementos para el mantenimiento del hogar, hasta los cumpleaños de los más pequeños.

El garage, con el pasar de los años, fue tomando en silencio un protagonismo esencial en la vida familiar. Hoy se presenta como un lugar "donde pasan cosas". Se trata de un espacio vivo, lleno de relatos y recuerdos.

Sin embargo, con mucha historia y significado, hasta la fecha no ha tenido el protagonismo que merecía. Ese rincón del hogar que alberga fragmentos de historia de cada uno de los miembros de la familia. Donde toman vida los hobbies, los quehaceres del hogar. Hoy se convierte en un refugio que nos ayuda a encontrar y a recuperar aquello que hacíamos cuando teníamos tiempo libre.

Nos proponemos reivindicar un lugar, que en silencio y durante décadas, supo resguardar nuestros recuerdos. Planificar a través del diseño, un escenario donde se encuentra la familia de una manera natural y totalmente descontracturada. Donde se transmiten conocimientos de generación en generación. Pensar y crear un espacio residencial que cumpla más de una función. Que además de cuidar el auto, nos permita "cuidar nuestro equilibrio".

El garage puede convertirse en ese lugar en el que uno se guía por sus pasiones, despliega su potencial sin temores y aprende y enseña aquello que supo ser la actividad protagonista de su tiempo libre. Para esto, vamos a nombrar algunos tips:

- El equipamiento con lugar de guardado es uno de los factores relevantes a la hora de diseñar el garage. Muebles con espacio para biblioteca, huecos con lugar para baúles. Cajones con identificadores para herramientas y estibamiento general.

- La iluminación tiene que generar climas y escenas. Buena luz difusa para poder trabajar en manualidades. Por lo general el garage no tienen ingreso de luz natural. También debe tener luz puntual quizá para poder leer o simplemente tener un momento de relax o reunión de amigos.

- Los colores dependerán mucho del tipo de transformación que busquemos recrear. Si el camino es ir por lo lúdico y divertido sin duda el color deberá ser protagonista. Ahora si buscamos un espacio multifunción y de uso familiar, la paleta de colores debería ser neutra y poner acento en elementos puntuales o quizá sólo en un muro.

¿Tenés garage en tu casa? ¿Qué uso le das?

Expertos consultados: Gustavo Yankelevich y Máximo Ferraro, diseñadores del Estudio Modo Casa.

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