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Roma
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LA NACION
Tengo muchas ganas de escaparme a Italia. No me pregunten por qué, pero tengo ganas de parlare italiano y mangiare pizza y gelato. Creo que cualquier lugar de Italia que vaya me haría feliz. ¿Por qué tendré esta obsesión italiana?
El año pasado me fui de Buenos Aires directo a Roma, fue la primer ciudad de Europa que conocí, y fue amor a primera vista. Era la primera vez que estaba en esa ciudad pero la sentía familiar. Hay algo de "casa" en Roma. Todo me hizo sentir cómoda, la cultura, la comida, el idioma, su gente, etc.
Ahora que empezó el calor en Europa me acuerdo de mi paso por Italia en pleno verano del año pasado. Miro fotos y viajo…
Puse un pie en Roma y me fui directo al Coliseo.
Dato:si van a visitar el Coliseo arranquen por el foro romano y el palatino, ahí pueden comprar ambas entradas y se evitan la cola eterna que hay después para comprar la entrada al Coliseo. La entrada combinada para el Coliseo, el Foro y el Palatino sale 12 euros.
Cuando viajo me gusta caminar tranquila, perderme por la ciudad y disfrutarla. Prefiero ver poco a mi manera que ver todo "lo que hay que ver" a las corridas. Roma definitivamente es de esas ciudades que hay que caminar, caminar y caminar.
Y después de tanta caminata…poner los pies en una fontana es glorioso.
Literalmente me la pasé comiendo pizza y tomando helado, almorzar una pizza cuesta alrededor de unos 6 euros. Son pizzas de masa muy finita y se comen una pizza entera por persona. Si, es una pizza por persona, no vale compartir.
Con respecto al gelato, no pueden dejar de visitar la heladería "Romana", es una gelateria que funciona desde el año 1947 y se jacta de ser una de las mejores de Roma. Yo doy fe de lo buena que es. Acá van los datos: Via Venti Settembre 60 – Roma.
Y ni hablar de la pastelería, visité una pasticceria y ¡me volví loca con todo lo que había! Estas fábricas abren 24 hs y en cualquier momento podés entrar y tentarte con lo que veas. La que yo visité se llamaba La Dolce, la dirección es: Via Albalonga, 64.
No podía faltar la visita al Vaticano, me quedó pendiente asistir a una audiencia papal, pero lamentablemente cuando yo fui durante Agosto no se realizaban. Me conformé con ir el domingo a la plaza de San Pedro a escuchar el Angelus. Lo realiza el Papa desde una ventana del palacio de Vaticano todos los domingos al mediodía.
¡Hay tanto para contar y mostrar de esta ciudad! Ya estoy buscando pasajes para volver a visitarla.
Hasta el próximo Miércoles
Juli.
LA NACION
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