A diez años de la muerte de Nisman, la investigación apunta al rol de exespías y exfuncionarios kirchneristas

A diez años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, la Justicia reúne indicios que apuntan al exjefe del Ejército César Milani, exfuncionarios del kirchnerismo y espías relacionados con el gobierno de Cristina Kirchner, por sus supuestas relaciones con el deceso del fiscal que denunció a la expresidenta, un caso aún no resuelto por la Justicia, que, según la Cámara Federal, se trató de un homicidio.

Los investigadores basan sus sospechas en acciones que tuvieron lugar en los momentos previos a la muerte del fiscal, ocurrida el domingo 18 de enero de 2015, antes de que se conociera que fue asesinado, y en acciones que determinaron que en la madrugada del 19 de enero se estropeara la escena del crimen, pisoteando evidencia o levantando rastros de manera defectuosa. Los investigadores sospechan que todo eso pudo haber sido una maniobra dolosa, intencional.

Así lo señalaron a LA NACION investigadores del caso que trabajan sobre seis expedientes simultáneos, que van desde lo ocurrido con la muerte ese 18 de enero en el departamento de la torre Le Parc, de Puerto Madero, hasta lo que sucedió esa madrugada, cuando se encontró el cadáver y mas de 40 personas ingresaron a la escena del crimen.

Nisman murió cuatro días después de denunciar a Cristina Kirchner por haber firmado el pacto con Irán e intentado buscar la impunidad de los acusados del ataque a la AMIA. La causa que investiga la muerte esta en manos del fiscal federal Eduardo Taiano, quien tiene delegada la investigación por orden del juez Julián Ercolini. Hay un procesado como partícipe del homicidio, el técnico informático Diego Lagomarsino, quien declaró que Nisman le pidió un arma y él se la llevó, y cuatro policías que eran custodios del fiscal.

Taiano investiga como hipótesis que la muerte de Nisman se produjo en medio de una guerra de diversos grupos de inteligencia locales que respondían a Cristina Kirchner o a Jaime Stiuso. Al declarar en la causa, Stiuso sugirió que grupos kirchneristas estaban detrás del crimen.

Para la Justicia, Nisman fue asesinado por, al menos, dos personas que lo redujeron mediante el uso de ketamina: uno lo sostenía, mientras el otro le disparaba con el arma en la cabeza. Esta es la conclusión del peritaje realizado por la Gendarmería nacional, a partir de de la posición del cuerpo, las gotas de sangre, y los rastros de droga detectados en dos exámenes a los que fue sometido el cadáver. La idea del “suicidio simulado” requiere, según los investigadores, la presencia de un “arma amiga” que esté en la escena y a disposición.

En función de este contexto, los puntos centrales de la investigación giran en torno de los siguientes ejes:

-La causa por arruinar la escena del crimen: este expediente se reactivó en las últimas semanas y se investiga la supuesta alteración de la escena, con el ingreso de casi medio centenar de personas en el departamento de Nisman, incluidos funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner, funcionarios judiciales, policías y peritos. Allí están formalmente imputados el exsecretario de Seguridad del kirchnerismo Sergio Berni y su entonces colaborador Darío Ruiz, junto con el exjefe de la Policía Federal Román Di Santo y el extitular de la Prefectura Naval Luis Heiler. Se los acusa de no haber conservado la escena del crimen en la que fue encontrado muerto el fiscal.

Un cúmulo de indicios abonan la idea del homicidio y orientan la investigación del fiscal Taiano. La denuncia original de esta causa es de Elisa Carrió, quien apuntó al teniente general Milani, hoy retirado, entre otros denunciados. Ahora pidió la indagatoria de Berni. Taiano habló en esta causa de la inoperancia, la desidia y la indiferencia con que actuaron los funcionarios que llegaron al departamento de la Torre Le Parc, lo que “solo permite representarnos un alto grado de incompetencia de su parte”. Di Santo ya se defendió y dijo que obedecía órdenes de Berni y acudió al lugar por sus instrucciones. Taiano consideró “la existencia de concretas y graves irregularidades cometidas por los funcionarios públicos en el departamento de Puerto Madero. Y sostuvo que “esas irregularidades podrían poner en riesgo el descubrimiento completo de la verdad”.

“Ahora sabemos con exactitud y sin lugar a dudas que se pasaron por alto evidencias determinantes para la investigación, como la existencia de una tercera vía de acceso al departamento que nadie advirtió durante el procedimiento, o que no se tomó la temperatura del cuerpo ni del baño”, dijo el fiscal Taiano.

-No había huellas de Nisman: en el departamento del fiscal se hallaron 35 huellas digitales diferentes. Correspondían a diversas personas que estaban en el lugar, pero ninguno de los rastros levantados en la casa de Nisman pertenecían al fiscal . “Se tomaron mal las huellas, se actuó mal, con impericia”, dijo a LA NACION una fuente del caso. Incluso, admitió que se analiza si el descuido fue intencional. “Es difícil que no haya sido cometido adrede”, precisó un funcionario judicial. Los jefes policiales, aún notando el descalabro de la escena, no dejaron constancia de ello en el sumario. Hubo rastros borrados, se limpió la sangre de la corredera del arma con la mano, las personas pisaron las manchas de sangre del baño.

-La visita de un espía: la noche del 18 de enero, cuando apareció el cadáver de Nisman, un espía que recibía ordenes de Fernando Pocino visitó el edificio “para realizar tareas de inteligencia”. Llegó hasta el playón, en la planta baja de Le Parc, se apoyó en un automóvil, que dijo que creía que era de Nisman (no lo era). Dijo el espía que no subió al departamento porque no quiso, pero que era posible hacerlo. Estuvo allí una hora y se retiró. Luego llamó a sus superiores para informar. “Esto habla de la vulnerabilidad de la escena”, dijo un investigador.

-Pasadizo oculto: no se analizaron otros accesos al departamento de Nisman. Había cuatro unidades por piso. Tiempo después se halló un pasadizo en una puerta, que conectaba el inmueble con otro vecino. Allí está colocado el equipo de aire acondicionado. Se encontró una huella en el piso, que supuestamente era de un técnico que fue a revisar el equipo.

-Inusuales comunicaciones: la justicia analizó 70.000 comunicaciones telefónicas cruzadas de unos 600 abonados, entre los que se encuentran espías que respondían a Fernando Pocino, funcionarios judiciales, magistrados y exfuncionarios del kirchnerismo. Las comunicaciones que se analizaron se dieron el domingo 18 de enero por la mañana, antes de que apareciera el cadáver de Nisman. Fueron inusuales. Las llamadas que se analizan son de teléfonos que utilizaba el exhombre fuerte de la SIDE Jaime Stiuso, pero también de otros exfuncionarios del organismo, como Alberto Massino, Pocino y hasta Milani, exjefe del Ejército, de quien se sospecha que manejaba un grupo de inteligencia paralelo a la SIDE oficial.

La Justicia ahora pidió al presidente Javier Milei desclasificar informes de inteligencia de la AFI y del Ejército para corroborar o descartar esas sospechas, dijeron fuentes del caso a LA NACION, que justamente hoy se efectivizó. Estas llamadas se detectaron en la causa desde que la fiscal Viviana Fein tenía el expediente. El cruce entre Stiuso, Massino, Pocino, Juan Martín Mena -número dos de la inteligencia- y Milani es el principal argumento que utilizó la fiscal para reforzar la hipótesis de que Alberto Nisman podría haber sido victima de un suicidio inducido o simulado. La hipótesis que liga a Milani es la que alimenta Elisa Carrió en una denuncia que está siendo investigada.

Mas allá de estas comunicaciones, el fiscal Taiano citó a declarar a unas 70 personas entre agentes de inteligencia y exfuncionarios que aparecen en esas llamadas. Ese día se comunicó 24 veces con Mazzino, seis con el subjefe de la Bonaerense Hugo Matzkin, cuatro con el teniente general Milani y 13 con Mena, el entonces flamante subdirector de Inteligencia. Los espías dijeron que los llamados obedecían a que se había perdido un misil del Ejército y que lo estaban buscando. Era un misil antitanque TOW 2, que nunca estuvo en riesgo de detonar. El juez federal Alejo Ramos Padilla procesó a tres militares como responsables de ese robo. El misil había sido encontrado por barrenderos de la Municipalidad de La Plata en la calle en Los Hornos. Hablaron de que temían un enfrentamiento entre barrabravas en Mar del Plata y, además de que conversaron entre ellos porque este cronista había publicado en LA NACION ese domingo 18 de enero de 2015 una nota acerca de que el nexo del Gobierno con los iraníes que volaron la AMIA era un agente de la SIDE vinculado a La Cámpora, investigado por Nisman. Pocino dijo que no tenía relación con Cristina Kirchner, a quien había visto hacía décadas, mencionó. Las declaraciones de esos espías permitieron conocer algunos datos de interés para los investigadores. Por ejemplo que dos agentes vigilaban la fiscalía de Viviana Fein, con la idea de detectar si aparecía Stiuso.

-El vecino de Nisman y el incendio en la Casa Rosada. El departamento contiguo al de Nisman era ocupado por un japonés gerente de la empresa NEC. Se trata de una firma de datos que manejaba la base donde se almacenaban los registros de ingresos y egresos a la Casa Rosada. El sábado se incendió ese servidor y desaparecieron los ingresos y egresos de la Casa de Gobierno en los años en que se negoció el memorándum con Irán. Se borró el rastro acerca de quiénes pudieron haber ido a ver a Cristina Kirchner, durante el período en que Nisman investigaba. Carrió menciona que hay un nexo entre un director en la Argentina de NEC y Aníbal Fernández, que era secretario General de la Presidencia. No se recuperó la información.

-El virus troyano en el celular de Nisman y el espionaje sobre Stiuso: el teléfono del fiscal que tenía dos chips, estaba infectado con un virus troyano, un malware, destinado a espiar sus actividades. Como el virus era para iPhone y el fiscal usaba Android, no funcionó. El mensaje que sembró el virus provino de la misma dirección de IP que usaron dos especialistas en computación entrerrianos, Pablo Palá y Alexis Lesa, para vigilar las entradas y salidas del país de la jueza Sandra Arroyo Salgado y del exjefe de contrainteligencia de la AFI Jaime Stiuso. Este dato consolida una línea de investigación para corroborar si hubo una incidencia del gobierno kirchnerista para ordenar espiar a Nisman en los días previos a su muerte. La guerra de espías había estallado el 16 de diciembre de 2014, cuando Cristina Kirchner puso al frente de la SIDE a Oscar Parrilli y Juan Martín Mena y desplazó a Stiuso Estos dos entrerrianos son sospechosos de ser agentes inorgánicos de la AFI que monitorearon registros migratorios con un usuario de la agencia de inteligencia. El juez que maneja ambas causas es el mismo, Julián Ercolini, pero la investigación de la muerte de Nisman está delegada en el fiscal Taiano y la del espionaje sobre Arroyo Salgado la tiene el fiscal Ramiro González.

La Cámara Federal, al confirmar los procesamientos de Pablo Palá y Alexis Lesa, dio a entender que estas averiguaciones sobre movimientos migratorios de Stiuso la tarde del 18 de enero de 2015, cuando faltaban algunas horas para que apareciera el cadáver de Nisman, eran parte de una operación de organismos de inteligencia relacionados con la muerte del fiscal. Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah escribieron que al analizar todos los datos juntos, la reunión de información de la que supuestamente participaron Palá y Lesa “fue realizada con la intervención de agencias de inteligencia estatales” y que “hay razones fuertes para presumir que los eventos no fueron aislados, sino que obedecieron a una actividad generalizada dirigida a determinados objetivos, en un contexto (por la época de los acontecimientos y los hechos que se produjeron por entonces) particularmente relevante”.

Los movimientos migratorios de la jueza federal fueron consultados con el usuario de la Secretaría de Inteligencia WML el 27 de enero de 2015, a las 02:33:00. Los de Stiuso fueron revisados 38 veces desde el 18 de enero de 2015 -a las 16:14:10 y 16:14:17- hasta el 30 de enero a las 13:04:27.

Stiuso explicó que, ante la evidencia de que averiguaron sus movimientos migratorios y los de Arroyo Salgado entre el 18 y el 30 de enero, no cabe otra que entrelazar estos hechos con la muerte de Nisman, ocurrida justamente el 18 de enero. Las búsquedas en la base de datos de Migraciones con respecto a Stiuso comienzan el mismo 18 de enero de 2015, a las 16;14;19 y 16:14:17, cuando “aún no se sabía” lo que había ocurrido en el interior del departamento del fiscal en Puerto Madero.

Stiuso estaba enfrentado con un sector de la AFI que controlaba Fernando Pocino, exdirector de Reunión de Información de la AFI. La AFI comandada por Parrilli buscaba a Stiuso, desplazado en diciembre de 2014. Stiuso, cercano a Nisman, dijo que temía por su vida y se fue a Estados Unidos. Pero para esa época agentes lo esperaban en inmediaciones de la fiscalía de Fein por si iba a declarar. Finalmente lo hizo a fines de febrero.

-El celular borrado de Nisman: la División Ciberdelito de la Gendarmería Nacional revisó el teléfono celular Motorola XT626, del fiscal, y detectó que se apagó a las 20.50 del sábado anterior a su muerte y se encendió a la mañana siguiente, alrededor de las 8, en coincidencia con la actividad de su computadora. Descubrieron los expertos que se borraron mensajes y no se pudo recuperar ninguno de ellos. Sospechan que se sobrescribió el teléfono con un mecanismo de “borrado seguro” para eliminar la información. Este proceso debió ser físico y presencial, no remoto.

Así, hay mensajes de WhastsApp que los interlocutores de Nisman tienen en su celular, pero que no aparecen en el teléfono del fiscal. Un estudio permitió reconstruir esas conversaciones de Whatsapp y conocer la dirección de las comunicaciones. Esa información complicó a Lagomarsino, quien había declarado que había sido Nisman el que se contactó el sábado 17, por la tarde, con él para pedirle un arma para protegerse. Pero el peritaje indicó que el contacto fue iniciado el sábado por la mañana por Lagomarsino, a partir de un mensaje de Whatsapp de su celular al de Nisman.

-La computadora de Nisman: la mañana del domingo 18 de enero de 2015 la notebook Samsung Series 5 Ultra NP53OU del fiscal estuvo encendida. La computadora tiene modificaciones en el registro de eventos. No estuvo hackeada y se utilizó para navegar desde las 7:01 horas por varios sitios de internet. Este dato despierta más sospechas. La Justicia toma como horario de referencia de la muerte la franja “luego de las 20 horas del día sábado y antes de las 11 horas del día domingo”, pero la Gendarmería informó que Nisman murió a las 2.46 de del domingo.

Investigadores dijeron a LA NACION que creen que la búsqueda de términos en la computadora, como “psicodelia” es parte del montaje del suicidio simulado. El desastre que fue el levantamiento de rastros en la escena del crimen dificultó establecer la hora de la muerte . No había un termómetro para saber el grado de descomposición del cuerpo, la temperatura del cadáver, ni la del departamento, lo que impide calcular a ciencia cierta la hora del deceso. La Gendarmería calculó la hora haciendo un promedio de la información meteorológica. y estimando la del cuerpo para establecer el intervalo postmortem. La computadora tenia instalado un programa TeamViewer, un software para el acceso remoto y dar soporte a la máquina.

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