Alberto S. Cáceres Anasagasti: un general comprometido con la democracia, que disintió de Videla

A los 92 años falleció el general de brigada retirado Alberto Samuel Cáceres Anasagasti, un militar recordado por su fuerte compromiso con la democracia y el Estado de Derecho.

En medio de la violencia política desenfrenada que sacudió al país, en abril de 1972 fue designado jefe de la Policía Federal, en reemplazo del general Juan Carlos Sánchez, que había sido asesinado en Rosario por el ERP. Dos años después, el presidente Juan Domingo Perón lo designó secretario de Seguridad de la Nación, estando en actividad en el Ejército, lo que fue interpretado como un modo de comprometer a la fuerza militar en la custodia de la población y la prevención de la ola de violencia.

El periodista e historiador militar Juan Bautista Yofre, autor de varios libros que recuerdan esa etapa -como Nadie fue y 1976, entre otros- reveló que el general Cáceres pidió su pase a retiro en agosto de 1975, siete meses antes de que se produjera el golpe militar. Tomó esa decisión, cuando le notificaron que el entonces general Jorge Rafael Videla iba a ser designado comandante en jefe del Ejército. "No quiero ser cómplice de lo que ustedes van a hacer", le explicó el propio Cáceres a Videla, antes de despedirse del jefe militar saliente, Alberto Numa Laplane.

Cáceres, Videla y Laplane habían sido compañeros de la promoción 73 del Colegio Militar, al igual que los generales Roberto Viola, Guillermo Suárez Mason, Hugo Mario Miatello y Luis Miró, entre otros.

Por sugerencia del propio Numa Laplane, el entonces subsecretario de Defensa de la Nación, general Carlos Augusto Caro, le había ofrecido el cargo de comandante en jefe del Ejército al propio Cáceres, quien declinó el ofrecimiento porque se trataba de un puesto político y él prefería mantenerse al frente del I Cuerpo de Ejército. Le sugirió, así, al ministro nombrar al general Miró, que se encontraba en la Junta Interamericana de Defensa, en Washington. Pero al enterarse de que el elegido sería Videla, decidió llenar la solicitud de su retiro.

"Intentó salvar la institucionalidad de un país que se deslizaba hacia el abismo envuelto por la violencia subversiva y la crisis económica y financiera tras la muerte del general Perón", recordó Yofre, al revalorizar su figura y las convicciones que lo acompañaron.

Cáceres había nacido en Córdoba, en 1926. Casado con María Aurelia Rodríguez de la Torre, con quien tuvo seis hijos, desplegó una foja militar brillante, desde que egresó del Colegio Militar en 1944.

Formado en el arma de artillería, con cursos en el área de inteligencia, se graduó con medalla de oro en la Escuela Superior de Informaciones del Ejército. Asumió funciones de su especialidad en distintas unidades, en la Escuela Superior de Guerra y en la Subsecretaría de Guerra. Fue director de Relaciones Industriales de Ferrocarriles Argentinos, durante cuatro años, con el general Juan Carlos Demarchi, etapa en que se lanzó un ambicioso plan de modernización.

Su asunción al frente de la Policía Federal, para suceder al general Sánchez, se dio el mismo día en que apareció asesinado en el conurbano bonaerense el empresario Oberdan Sallustro, directivo de FIAT, por un comando del PRT-ERP. Se mantuvo al frente de la institución policial durante la presidencia del teniente general Alejandro Agustín Lanusse. Previamente se había desempeñado como jefe de Coordinación.

Al asumir el presidente Héctor J. Cámpora en 1973, fue pasado a disponibilidad en el Ejército, pero el 28 de diciembre de ese año, el teniente general Leandro Enrique Anaya lo designó director de la Gendarmería Nacional. Su gestión se extendió hasta mayo de 1975, cuando el general Numa Laplane lo designó jefe del I Cuerpo de Ejército, con asiento en Palermo.

Más tarde, en junio de 1974, el presidente Perón constituyó el Comité de Seguridad, con la participación de los ministros del Interior, Defensa y Justicia, y los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. De esa reunión surgió el decreto presidencial que nombró a Cáceres como secretario de Seguridad de la Nación.

Comprometido con las Fuerzas Armadas, el general Cáceres fue uno de los fundadores del Foro de Generales Retirados, donde sus opiniones fueron siempre muy respetadas y valoradas. La relación deteriorada con Videla se superó en los últimos años, según pudo saber LA NACION, cuando Cáceres visitó a Videla en su lugar de detención y se restableció la relación.

Los restos del general Cáceres fueron sepultados en el cementerio de la Recoleta.

LA NACION

---

Conforme a