A continuación, sus principales conceptos:
- Alberto Fernández aprovecha que Mauricio Macri no se subió a la campaña para tampoco hacerlo él y trabajar para el futuro. Hay una suerte de pacto no escrito entre ambos candidatos, que se ha manifestado de distintas maneras: dialogar sobre las medidas que se toman para trabajar sobre la crisis.
- Hay una tregua tácita de no estar matándose el uno al otro en campaña, porque no le conviene a ninguno de los dos. Es un tramo donde la campaña no existe, es fantasma, aunque sí hay actos individuales de cada candidato. Están cumpliendo este papel porque aún falta demasiado para las elecciones.
- En un momento la prioridad era que no se generen conflictos mayores en los dos meses y medio entre las PASO y las elecciones de octubre, por la inestabilidad del país. Hoy eso parece haber quedado en el olvido. En el búnker de Fernández quieren mantener las fechas electorales, y Macri, lógicamente, dice que quiere competir en la fecha prevista ya que aún tiene la vocación de dar la sorpresa y al menos llegar a un ballottage.
- Ambos candidatos están trabajando sobre lo que les conviene. Macri quiere operar sobre el presente y Fernández en el futuro. Macri necesita controlar la estabilidad cambiaria y financiera. Pero hoy tuvo tres actos donde los temas estuvieron más alejados de la urgencia de la crisis económica, temas como la educación. En estos actos Macri puede dar algunos mensajes que pueden ser tomados como parte de la campaña, pero hoy necesita efectuar más actos de gestión.
- Larreta, por su parte, es el favorito para ganar en la Ciudad de Buenos Aires, por lo que él va a seguir con su agenda. Con la idea de focalizarse en los lugares de la Ciudad donde le fue peor. Una campaña porteña, despegada de la crisis nacional. Vidal, que la tiene muchísimo más difícil, intentará hacer algo similar en la Provincia. Tiene que remontar 17 puntos sobre Kicillof, y ni siquiera tiene la chance de ballottage. Si no puede ganar, por lo menos intentará quedar posicionada como centro de la oposición.
- Alberto Fernández, por su parte, está trabajando en, por lo menos, dos proyectos fundamentales para los primeros días de su gobierno: el primero es la renegociación con el FMI, vital para que su mandato despegue. Busca lograr prorrogar los vencimientos, y suavizar las condiciones, especialmente en términos de metas de déficit y las políticas monetarias. Si consigue una victoria amplia en las elecciones generales, siente que podrá sentarse fortalecido en esa mesa de negociación con el Fondo.
- El otro punto vital es un acuerdo económico-social que piensa gestionar con empresarios y gremios. Hay un primer ensayo que se verá el próximo jueves: una reunión de Fernández con el presidente de la UIA y el sindicalismo, representado por Héctor Dáer. El piensa que con este tejido logrará contener los precios, las demandas sindicales y dar un escenario de previsibilidad para los primeros meses de su mandato.
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