
Brigadieres piden "signos de sensatez"
Afirman que también debería llevarse a la Justicia a terroristas y sus mentores
1 minuto de lectura'
El Grupo de Brigadieres Retirados envió a LA NACION una carta firmada por el vicepresidente de la asociación, brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, y su secretario, brigadier mayor Jesús Orlando Cappellini.
El texto es el siguiente:
"Frente a los múltiples problemas que tiene el país, el Grupo de Brigadieres Retirados, asociación que reúne a más de 100 de ellos, expresa la necesidad de superar con ponderado equilibrio e inteligencia de todos los argentinos ese pasado en que nos envolvió la guerrilla en contra de la República, terrorismo que creció al amparo de tolerancias, apoyos y confundidos homenajes hasta que las autoridades nacionales fueron incapaces ya de revertir tanta violencia y ordenaron a las FF.AA. el aniquilamiento de los subversivos; la guerra sin eufemismos.
"Y se hizo la guerra. No la que se quiso, sino la guerra que se pudo. No se hizo la guerra en el campo elegido, sino al que fueron llevadas las Fuerzas Armadas, y si en esa lamentable guerra hubo excesos es porque el terrorismo que en sí mismo es sólo exceso genera también el exceso en la lucha.
"Nadie se vanaglorie de esa guerra que vivimos. Sepamos aceptar entonces el dolor de haberla sufrido y asuma cada uno la cuota que le cupo en ella: los terroristas que la desataron, los que la alentaron, los que dieron la orden de aniquilarla y a quienes les tocó hacerlo. Nadie reivindique esa guerra intestina; nadie levante equivocados monumentos; nadie engañe a las nuevas generaciones; nadie señale más a las Fuerzas Armadas tan sólo para encubrir la verdad del total de lo acontecido.
"Si las Fuerzas Armadas responsables de la lucha contra el terrorismo son llevadas otra vez a la Justicia, para hacer verdadera justicia debieran llevarse también a los estrados y sin excepciones a los que nunca fueron llamados: los que actuaron en los grupos terroristas, sus mentores, sus apoyos; los que abrieron las cárceles para reincidir en su triste entonces y a quienes desde el gobierno dieron oficialmente la orden de aniquilamiento.
"Pero ha pasado un cuarto de siglo.
"Asuma, reiteramos, cada uno su dolor desde su lugar y su hacer en esa historia y así como la sociedad dejó atrás el recuerdo de la bomba indiscriminada; de la toma de los pueblos y comisarías; de los asaltos a los cuarteles; de los que asesinaban a policías, obreros, empresarios, mujeres, niños y soldados; los que pergeñaban zonas liberadas; los que secuestraban y torturaban sin tiempo en las Cárceles del Pueblo para después matarlos, dejen también atrás ciertos sectores la lucha contra el terrorismo.
"Superemos ese ayer, no por olvido, sino por la madura sensatez de saber que hay que mirar hacia adelante. Los futuros de las naciones y la paz no se construyen atizando viejos y crueles desencuentros.
"No ignoremos la historia."





