Caleta Olivia es ahora el nuevo centro del delito

RIO GALLEGOS (De nuestra corresponsal).– La ciudad petrolera de Caleta Olivia es la principal víctima de la inseguridad en Santa Cruz desde que se inició la huelga policial. Los ciudadanos perdieron la calma y se instaló desde hace diez días una organización vecinal desde Defensa Civil para generar la autoprotección entre vecinos.

Si bien es una ciudad con una alta conflictividad social, es la puerta de ingreso a la provincia, distante sólo 80 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, hasta que se inició la huelga policial no se habían registrado asaltos a mano armada y a cara descubierta, como ocurrió en el caso de un atraco a una joyería.

Sólo en un fin de semana se registraron más de cien llamadas en el circuito de la radio policial, en las que se denunciaron delitos de todo calibre. En una semana se vendieron 40 armas y se agotaron el gas pimienta y las municiones en las armerías.

Según el presidente de la Camara de Comercio, Sergio Bucci, la explicación a la ola de asaltos es la proximidad con Comodoro Rivadavia, una ciudad con alto índice de delitos. "Llegan, roban y se van en minutos", explican los afectados de los delitos. Por esta razón, la comuna decretó que toda la actividad nocturna –pub, cabarets, cybers, casino, whiskerías– se abrirán de 14 a 22.

Apenas una veintena de policías tenían hasta ayer la responsabilidad de cuidar a 60.000 habitantes, pese al incremento de los delitos.

Ayer a la mañana, la ciudad del Gorosito –un enorme monumento petrolero y centro neurálgico de la ciudad– ya se lo veía rodeado de gendarmes. Un alivio para los habitantes de Caleta Olivia.

CERRO DRAGÓN, EN PLENA ACTIVIDAD
COMODORO RIVADAVIA.– La empresa Pan American Energy (PAE) dijo ayer que ya puso en marcha todas las instalaciones del yacimiento de Cerro Dragón, que había sido tomado en forma violenta por un grupo sindical el 21 de junio. Según la empresa, ya está trabajando al 95% de su producción. El conflicto con el sector de la Uocra –bautizado Los Dragones– que encabezó la toma se encuentra en conciliación obligatoria, que termina a fines de mes.