Carlos Zannini y un gesto al PJ, tras la irrupción en la reunión de Las Cañitas

El secretario de Legal y Técnica de Presidencia, Carlos Zannini , hizo hoy un gesto hacia el interior del Partido Justicialista (PJ) para aflojar las tensiones y el malestar que generó, semanas atrás, cuando irrumpió sin aviso en una reunión en la que los gobernadores peronistas discutían la normalización de la institución con la participación de referentes internos opositores al gobierno de Cristina Kirchner .

Según pudo saber LA NACION de calificadas fuentes partidarias, el funcionario más enemistado con las estructuras del peronismo permanente se comunicó hoy telefónicamente con varios mandatarios provinciales para confirmarles el apoyo político a la decisión de los caciques partidarios de sacar del letargo al justicialismo.

El gesto fue realizado a pocas horas del inicio de un nuevo encuentro de los popes del PJ: se reunirán esta tarde, cerca de las 19, en la histórica sede de Matheu. El principal acuerdo será que el jujeño Eduardo Fellner asuma la colegiatura y se convierta en primus inter pares de una mesa en la que quieren a todos. El celo por la reunificación no pierde de vista a un actor clave y autoexcluido: el diputado y protocandidato presidencial Sergio Massa .

Los mismos informantes revelaron que Zannini se encargó especialmente de resaltar que el kirchnerismo más reconcentrado no pondría obstáculos para que la restauración partidaria se realice "con todos", incluso con referentes como el cordobés José Manuel De la Sota , uno de los de más alto perfil y de peor relación con la Casa Rosada.

De hecho, el gobernador mediaterráneo fue el único que públicamente ventiló el pésimo humor que generó la aparición de Zannini en el encuentro de los jefes provinciales del país peronista en la unidad de Remonta y Veterinaria de Las Cañitas, semanas atrás.

Antes de Fellner, el PJ estaba presidido de manera interina por Daniel Scioli, secundado por Jorge Capitanchi. El PJ bonaerense lo encabeza Fernando Espinoza (intendente de La Matanza) y el PJ Capital, Víctor Santa María (gremio porteros).

"Yo soy respetuoso, pero la reunión era de gobernadores. Guardé un tiempo prudente y me fui", había contado, por radio. La irritación no era por Jorge Capitanich , que llegaba bajo una vidriosa condición de jefe del PJ chaqueño.

Si bien fue el único que lo expresó sin disimulos, el resto de los gobernadores presentes también tomaron con fastidio la presencia del secretario de Legal y Técnica, entre otras cosas porque interpretaron que su presencia era el signo indudable de la desconfianza de la presidenta Cristina Kirchner en lo que podía dejar la tertulia peronista en esa unidad del Ejército Argentino.

Hasta ese momento, Zannini era una de las espadas más filosas del ultraoficialismo y un dirigente de extrema confianza presidencial en los avatares partidarios. Asimismo, era una voz autoproclamada de pureza kirchnerista, una cualidad que quedó maltrecha después de ventilarse la familiar cercanía de su segundo y mano derecha, Carlos Liuzzi, con el juez Norberto Oyarbide , uno de los magistrados más enchastrados del fuero federal.

Tras la inesperada capiti deminutios del secretario de Legal y Técnica, en el PJ se fortalecieron las voces que piden una mayor autonomía del peronismo permanente para buscar condensar poder y evitar los peligros de una dispersión para su supervivencia electoral, ante el avance y consolidación del Frente Amplio UNEN, con la acumulación de todo el arco no peronista, y la persistencia de una voluntariosa candidatura del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri . El riesgo no solo es perder la Presidencia para el partido de Perón. También los jefes de distrito saben que una oleada antikirchnerista los podría "barrer" de las provincias y hasta de las intendencias.