Con interrupciones y polémicas, la Justicia volvió a suspender la indagatoria de Pablo Moyano

Un recurso, dos recursos y, si hace falta, un tercer recurso. Con distintas interrupciones jurídicas, Pablo Moyano logró hoy volver a dilatar su indagatoria por el caso que lo investiga por su presunta participación en una asociación ilícita que se habría dedicado a defraudar al club Independiente. La jueza de Garantías Brenda Madrid dispuso esta tarde la suspensión de la declaración del líder sindical después de varios intentos fallidos de su abogado.

El primer pedido esta semana se había resuelto el martes, después de que su abogado, Daniel Llermanos planteara la cancelación de la indagatoria por la recusación del fiscal Sebastián Scalera. La jueza rechazó el pedido y dispuso que la indagatoria se hiciera esta mañana, pero enseguida volvió a encontrarse con más recursos jurídicos desde la defensa. El primer pedido llegó con los problemas técnicos de conectividad que se presentaron en el comienzo de la declaración, informaron fuentes judicial. Madrid volvió a rechazarlo y pidió continuar con la indagatoria.

Llegó el segundo recurso. La defensa de Moyano sostuvo que no estaban dadas las condiciones de seguridad informática para realizar la indagatoria de manera remota, tal como estaba previsto. "El encriptado es insuficiente. Faltan garantías cibernéticas", dijo Daniel Llermanos, el abogado defensor, ante la consulta de LA NACION.

Llermanos le pidió a la jueza Madrid que suspendiera la indagatoria hasta que la empresa Microsoft "certifique que el mecanismo audiovisual está encriptado de extremo a extremo". La magistrada pidió, entonces, un cuarto intermedio y luego decidió continuar con la indagatoria. Pero volvió a encontrarse con un tercer inconveniente planteado por Moyano. Su defensa aseguró que, por problemas técnicos, no había podido leer el expediente que había sido enviado de manera digital por el juzgado. Madrid, entonces, decidió volver a postergar la indagatoria.

La defensa de Moyano ya había logrado postergar la última indagatoria, prevista para el 21 de agosto, por un planteo contra el fiscal Scalera.

La investigación

La indagatoria es clave para el futuro judicial de Pablo Moyano, en una causa que, en gran medida, ya fue elevada a juicio oral. La acusación por asociación ilícita que quedó pendiente de juicio incluye al exjefe de la hinchada de Independiente, Pablo "Bebote" Álvarez, y Damián Lagaronne y Roberto "El Polaco" Petrov, todos supuestos integrantes de la barra. También, a Noray Nakis, exvicepresidente de Independiente, y a Héctor Maldonado, secretario del club y dirigente de Camioneros.

"Bebote" Álvarez, que fue jefe de la barra de Independiente durante 10 años y estuvo preso 14 meses por esta causa, involucró desde la cárcel a los referentes del gremio de los camioneros en un presunto circuito ilegal de negocios vinculados con la venta de entradas. Álvarez, que con su testimonio como imputado colaborador buscó alivianar su pena, apuntó a Héctor "Yoyo" Maldonado, secretario general de Independiente y dirigente de peso en camioneros, pero también involucró a Pablo Moyano, a quien llamaba "el Salvaje".

El barrabrava se convirtió en una piedra en el zapato para los Moyano cuando decidió declarar como arrepentido y hablar ante los medios de comunicación. "Bebote" Álvarez aseguró que los fondos que ingresaban al club por la venta de jugadores se movían en paraísos fiscales como Luxemburgo para generar ganancias financieras que no eran declaradas cuando ingresaban a las cuentas del club. También denunció que para la construcción del nuevo estadio de Independiente, los Moyano contrataron a una constructora de la propia familia con sobreprecios.

El fiscal Scalera, que considera que Pablo Moyano y "Bebote" comparten el liderazgo de esta asociación ilícita, presentó distintas pruebas sobre el fraude contra el club por la impresión oculta de entradas, las reventas avaladas por el club y el reparto de tickets de "protocolo", entre otras irregularidades. También los vinculó a la explotación de distintos negocios informales en las afueras del estadio, como la venta de alimentos y el dinero recaudado por los "trapitos" los días de partido.