Condenaron a la viuda de Soria a 18 años de prisión

GENERAL ROCA, Río Negro.– El rostro cubierto por el cabello ocultó el impacto que sintió Susana Freydoz al conocer la condena a 18 años de prisión por el crimen de su esposo, el ex gobernador Carlos Soria, que murió a balazos en su casa, el primer día de este año. El tribunal la encontró autora del homicidio doblemente agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego, pero no irá a la cárcel: seguirá internada en un hospital bajo tratamiento psiquiátrico.

La Cámara Primera en lo Criminal de General Roca emitió un fallo por mayoría, con disidencia parcial, y otorgó una pena inferior a la solicitada por la fiscal Laura Pérez, quien había pedido prisión perpetua y el alojamiento de la mujer en una cárcel común. La defensa –representada por el abogado Alberto Riccheri– había solicitado la absolución o penas supletorias por no más de 10 años.

La mujer condenada por el crimen de su esposo y ex gobernador de Río Negro cumplirá la pena alojada en el área de Salud Mental del hospital público de Cipolletti, donde se encuentra internada desde febrero, según dispuso el tribunal.

Los jueces ordenaron someter a Freydoz a pruebas para determinar qué tipo de tratamiento psicológico o psiquiátrico se requerirá, con la posibilidad de que se recomiende un tratamiento ambulatorio.

El presidente del tribunal, Carlos Gauna Kroeger, le indicó a la propia condenada que la pena de 18 años tenía "circunstancias extraordinarias de atenuación". Entre otras razones, porque la mujer había querido tratar su problema de celos con un psicólogo, pero debió dejar el tratamiento por orden de Soria, quien le pidió "tener cuidado" con lo que iba a decir, por su condición de figura pública.

La condena

Freydoz, de 61 años, ingresó a los tribunales acompañada por su única hija mujer, María Emilia Soria. Vestida con saco beige, pantalón oscuro y el cabello sobre el rostro, la acusada mantuvo la mirada baja al escuchar los fundamentos de la sentencia. En algunos momentos se vislumbraron lágrimas en su rostro, que limpiaba sutilmente.

Su hija no fue la única familiar en la sala. Desde la última fila escuchó la sentencia su hermana Ana María Freydoz, quien la alojó en su casa de la localidad de Allen durante el primer mes desde que ocurrió el hecho hasta su internación.

Los jueces descartaron la inimputabilidad de Freydoz, al considerar que no es suficiente la posible neurosis, la adicción al alcohol u otras características de su conducta para afirmar ese estado que implicaría una atenuación de la pena.

El fallo refutó, además, el presunto estado de emoción violenta de la acusada en el momento de efectuar el disparo: "Se trató de un disparo voluntario de la procesada", dijo el titular de la cámara. Afirmó que tampoco existió un intento de suicidio, como alegó la defensa, ya que la mujer habría manipulado el revólver calibre 38 con ambas manos en dirección a Soria y no en dirección a su propio cuerpo. "Para aceptar que fue un disparo accidental habría que considerar un verdadero concierto de casualidades", enfatizó el juez, luego de rechazar las hipótesis presentadas por la defensa, como el posible disparo accidental por forcejeo o por un estado de ebriedad que impedía a la imputada comprender la criminalidad del acto.

La postura en la que se encontró a Soria, recostado sobre la cama matrimonial de la chacra de Paso Córdoba, con las piernas cruzadas, motivó al juez a considerar que era imposible que hubiera mantenido un forcejeo con la acusada previo a su muerte.

El tribunal habló de "desventuras conyugales" como el detonante de un vínculo complejo del matrimonio, signado por las discusiones y una "obsesión de celos", situación que se habría iniciado en septiembre de 2009, cuando la acusada expresó por primera vez a su hijo Germán la sospecha de infidelidades.

El juez Gauna Kroeger, acompañado por los camaristas María García Balduini y Fernando Sánchez Freytes, leyó la sentencia ante una sala colmada, en medio de un absoluto silencio. Previamente, había prohibido cualquier expresión en la sala. Entre otras personas, se encontraba la ex diputada peronista María Betancourt, quien portaba un pin con el rostro del ex gobernador y ex jefe de la SIDE en el cuello de su camisa.

Las claves de ?la sentencia

• 18 años de prisión
  
  Susana Freydoz fue encontrada culpable del homicidio de su esposo, doblemente agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego
• Menos de lo esperado
  
  El tribunal desestimó la pena de prisión perpetua pedida por la fiscal
• Mala relación
  
  La sentencia habla de "desventuras conyugales" y una "obsesión de celos"