Fuertes reclamos gremiales contra la reforma previsional de Córdoba

CORDOBA.- Cuando la cantidad de contagios del coronavirus parece haberle dado una tregua al gobernador Juan Schiaretti, las protestas gremiales ganaron las calles de la ciudad de Córdoba. Los sindicatos salieron a reclamar una semana después de la reforma previsional que cambia condiciones de acceso a la jubilación y ahorra $7500 millones este año a la caja que tiene un rojo de $35.000 millones.

Hoy, en coincidencia con los 51 años del "Cordobazo" –Schiaretti lo evocó por las redes sociales diciendo: Ese mismo espíritu de fortaleza nos debe seguir guiando-, hubo una caravana de autos de los docentes agrupados en la provincial UEPC y de Luz y Fuerza.Los manifestantes llevaron carteles contra la administración provincial, banderas argentinas y del propio gremio. Muchos vehículos tenían tapada la patente para evitar ser identificados por si hay imputaciones por romper la cuarentena.

"Ninguna provincia tiene un sistema tan regresivo como el de Córdoba. Va a perforar el 82% móvil y fundamentalmente creemos que con el modo que tiene Schiaretti de tratar a los jubilados, esta no será la última reforma", sostuvo Juan Monserrat, secretario general del gremio, al final del recorrido.

En un comunicado agregaron: "La ley 10694 sí perjudica a los docentes, y significa un ajuste artero e injusto para las y los docentes activos y jubilados de Córdoba. Continuando con el plan de acciones de rechazo a la Ley de Reforma Previsional 10694 y en el marco de la conmemoración del 51 Aniversario del Cordobazo".

"La caravana es un elemento que se va a ir sumando más el trabajo a convenio y el quite de colaboración. Tenemos la necesidad de preservarnos y mantener las conquistas de los trabajadores", explicó Gabriel Suárez, secretario general de Luz y Fuerza y agregó que "lo peor que nos puede pasar es que nos sigan ajustando, más en el marco de una pandemia".

El jueves la Asociación Bancaria paró y, además, marchó contra "un fraude sórdido y oportunista y consumado a espaldas de la sociedad" la reforma del régimen jubilatorio impuesto en Córdoba, y afirmó que "el Gobierno provincial y quienes lo acompañaron en una Legislatura vallada conocían de antemano el repudio de los trabajadores y el pueblo".

El nuevo régimen implicó fijar un monto de pensión como el equivalente al 70% de la jubilación en lugar del 75% que regía (se armonizó con Nación); todas las jubilaciones se calcularán como el 82% del sueldo neto del aporte personal y los aumentos de los activos se cobrarán después de dos meses. El esquema para jueces quedó acorde al nacional, elevándose la edad jubilatoria de 60 a 65 años. Desde el Gobierno insisten en que los principales cambios que afectan los ingresos actuales afectan sólo a la punta de la pirámide.

La reforma se aprobó dos días después de que se endureciera la cuarentena y, tres jornadas después, se volvieron a habilitar actividades. Los gremios estatales insisten en que los cambios del sistema atacaron "la irreductibilidad" de los haberes dispuesta por el artículo 57 de la Constitución provincial. La CGT Regional Córdoba apoya las medidas gremiales.

Las últimas semanas también los municipales agrupados en el Suoem desafiaron las restricciones del aislamiento; hicieron marchas masivas contra el recorte de jornada laboral sancionado por el intendente Martín Llaryora y el ajuste jubilatorio de Schiaretti.

Las conducciones gremiales son mayoritariamente kirchneristas que quedan en una posición incómoda frente a las decisiones de la Casa Rosada de ajustar también a través del sistema previsional. El eje discursivo de quienes lo instrumentan es el mismo, la solidaridad. En la sesión en que se aprobó la reforma, los dos representantes gremiales del oficialismo, estuvieron ausentes.