Critican en EE.UU. la oferta de pago del Gobierno a los "fondos buitre"
Propuso un menú de bonos Par y Discount, pago en efectivo y cupón PBI similar al canje de 2010, que según los analistas de Wall Street será rechazado; los holdouts, en silencio
NUEVA YORK.– La Argentina les ofreció a los "fondos buitre" que demandaron al país para cobrar bonos impagos desde 2001 cancelar su deuda en las mismas condiciones que aceptaron los inversores que canjearon sus títulos en 2010, una propuesta que cosechó críticas y malos augurios entre abogados y analistas de Wall Street.
En un escrito presentado al filo de la medianoche del viernes ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito, la Argentina propone compensar a los fondos NML, Aurelius Capital y a un grupo de bonistas con dos "paquetes" alternativos que incluyen bonos, un pago en efectivo y el cupón atado a la evolución del PBI.
LA NACION intentó contactar ayer a voceros de esos fondos y a holdouts , pero no tuvo respuesta. Ahora se espera que den su opinión directamente a la Corte de Apelaciones y los analistas descartan que ésta será negativa .
La primera opción de la oferta argentina contempla el pago en bonos Par (con vencimiento en 2038 y un interés inicial de 2,5%, que luego asciende a 5,25%) más el pago en efectivo de los intereses devengados desde el 31 de diciembre de 2003; la alternativa es la cancelación con bonos Discount (que conlleva una quita, vencen en 2038 y ofrecen un interés mayor, de 8,28% anual), y el pago de intereses en efectivo y con un bono Global 2017. Ambas opciones incluyen el cupón del PBI.
"Esta propuesta proporcionaría a los demandantes con una compensación significativa y –a diferencia de la fórmula «100 centavos por dólar de inmediato» adoptada por el tribunal inferior– es consistente con la cláusula pari passu, principios de larga data de equidad y la capacidad de pago de la República", indica el documento de 22 páginas.
El plan de pagos, elaborado por el Ministerio de Economía y los abogados de Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, el estudio que ha llevado la defensa de la Argentina en la Justicia de Estados Unidos, fue, muy probablemente, la última palabra del Gobierno ante el tribunal antes de que se conozca la decisión final de los tres jueces que lo integran. Ellos deberán decidir si ratifican o no la sentencia del juez Thomas Griesa, que ordenó al país pagarles a los "fondos buitre" unos 1330 millones de dólares en efectivo. Griesa, además, prohibió que se hicieran pagos a otros tenedores de bonos si la Argentina no pagaba a los demandantes.
"La Argentina va a cumplir bajo cualquier condición, bajo cualquier instancia, los pagos a los tenedores de deuda que entraron al canje sea cual fuere el resultado [...] La Argentina, de una forma u otra, va a pagar", enfatizó Boudou, ayer, en un intento por alejar temores a un nuevo default si la Corte falla en contra del país (ver aparte).
El escrito presentado antenoche advierte que la Argentina podría llegar a enfrentar en la Justicia reclamos por 43.000 millones de dólares –un monto equivalente al total de las reservas del Banco Central– si la Corte decide ratificar la orden de Griesa del 21 de noviembre de 2012.
Vladimir Werning, analista del banco de inversión JP Morgan, dijo que la oferta es una "copia carbón" del canje 2010 que no le brinda a la Corte una "fórmula alternativa plausible" a la establecida por Griesa. Werning espera que el tribunal falle en contra de la Argentina, y que el Gobierno apele a la Corte Suprema, que puede tomar o rechazar el caso. "Esperamos que si la Argentina no tiene éxito en esa cruzada intentará re-rutear los pagos de los bonos de deuda externa", escribió.
Werning opinó que la oferta argentina no entusiasma por la forma en la que define "intereses vencidos": contempla el pago de los intereses devengados desde fines de 2003 de los bonos "nuevos", es decir, los del canje, y no los de los bonos originales.
"La Corte no quiere escuchar que la Argentina pagará los intereses vencidos en base a un contrato completamente diferente al original", señaló, por su parte, Joshua Rosner, director de la firma Graham Fisher & Co., que coincidió con Werning.
Mark Weidemaier, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Carolina del Norte y uno de los abogados que ha seguido de cerca el litigio de la Argentina con los "fondos buitre", tampoco le dio muchas probabilidades de éxito a la oferta.
"La propuesta no intenta realmente hacer valer las obligaciones originales, y eso es lo que la Corte quería", escribió, en un intercambio por correo electrónico con LA NACION.
En tanto, Felix Salmon, un columnista de la agencia Reuters muy seguido en Wall Street y que le ha dedicado varios títulos al litigio de la Argentina, escribió ayer que el escrito de Cleary tenía "signos de verdadera desesperación" (en referencia a una parte del documento en el que se señala la extraordinaria rentabilidad que logra NML con el fallo de Griesa, algo que también señalaron en Buenos Aires Boudou y Lorenzino) y que era consistente con el comportamiento "contumaz" del país. "Ésta es una oferta que los demandantes no pueden aceptar, y la Argentina lo sabe. Es difícil creer que los tribunales de Nueva York, después de haber llegado tan lejos como lo han hecho, la consideren un remedio remotamente adecuado", escribió.
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