Dante Sica: "En este país, los empresarios te felicitan por WhatsApp y te putean en los diarios”

La reforma laboral fue definida por el ministro Dante Sica como una de las claves sobre las que el país debe avanzar y pidió a los empresarios que "se expresen más, más allá de los medios". Además, siguiendo la línea del presidente Mauricio Macri en los últimos actos públicos, les pegó al líder camionero Hugo Moyano y al kirchnerismo: "Tengan confianza en que vamos a ganar las próximas elecciones y no van a volver los otros que protegen a Moyano", pronosticó ayer en Córdoba.

Sica participó en esta ciudad del encuentro de Argentina Exporta de la región centro y disertó ante empresarios en la Bolsa de Comercio cordobesa. Sobre la reforma laboral, enfatizó que el Gobierno ya tiene una agenda de trabajo y que avanzar en un debate "que no se debe dar desde la ideología" es crucial para que no "aumenten" los cuatro millones de trabajadores informales que hoy existen.

Sobre los principales puntos de la agenda oficial para esa reforma, indicó que apunta a dos de los tres componentes del costo laboral: el no salarial y el asociado a la productividad. "No queremos tocar el costo salarial, queremos que los trabajadores ganen bien, porque eso mueve el consumo. Hemos podido hacer algunos avances, como la ley de ART, pero no otros, como el blanqueo laboral y las multas, que son uno de los principales males a combatir por la incertidumbre que generan", agregó.

Sobre ese punto, ironizó: "No conseguimos apoyo político; me dejaron literalmente esperando en el altar con el ramo de flores y el vestido de novia". Por eso, además del aporte empresario, sostuvo que el Gobierno necesita de los votos para una reforma que es "a favor del trabajo decente".

"Tenemos que buscar un diálogo compartido, adaptarnos a las nuevas reglas, debe haber una recapacitación de los empleados y una adaptación de las fórmulas de contrataciones", describió, y planteó que en la Argentina hay casos de empresarios y sindicatos que hacen "pactos corporativos" para después terminar "pidiendo subsidios" al Gobierno.

El reclamo de que los empresarios se "expresen más fuerte" llegó poco después de que declarara a Radio Crítica: "En general, los empresarios te felicitan por WhatsApp y te putean por los diarios, nunca se expresan en las cosas que están bien ni en las cosas que están mal".

Insistió en que si no hay modernización de la legislación laboral se agravará la situación de informalidad y advirtió que el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea "pone una fecha, una dirección en la que hay que avanzar".

"El partido de la competitividad no es solo del gobierno nacional, juegan también los provinciales, que tienen que participar mejorando la infraestructura productiva y bajando impuestos; los empresarios, y los trabajadores", señaló.

Consultado por LA NACION sobre el reclamo de algunos sectores empresarios de abaratar los despidos, Sica afirmó que no hablaron del tema y que no se está analizando. Aunque en varias ocasiones también mencionó la necesidad de una reforma previsional, no dio más detalles, y preguntado sobre el punto, respondió que será un tema para el próximo año.

Cambios impositivos

El ministro, con un discurso de campaña como el que vienen teniendo todos los integrantes del gabinete nacional, sostuvo que la incertidumbre "va bajando con la confirmación de nuestro triunfo en octubre, lo que mejora las variables", y subrayó que el Gobierno hizo un ajuste fiscal "a una velocidad inédita; es el primer gobierno no peronista con minoría en ambas cámaras que termina y, además, romperemos con otro mito al ser reelegidos".

Proyectó que en septiembre u octubre empezarán los datos de actividad positivos en la comparación interanual: "Esta fue una recesión menos profunda que la de 2009, pero más larga, y la recuperación será más lenta y más sólida. Cuando el tipo de cambio baila y la inflación se mueve, no miran las cosas que se hicieron; esta vez creo que para votar se mirarán valores".

También planteó que la reforma fiscal será "más fuerte" en 2020, con una baja más intensa del impuesto a los ingresos brutos (que cobran las provincias) conforme al pacto fiscal, con una baja de la alícuota de Ganancias al 25% y con más compensaciones para el impuesto al cheque. "Pero además de la reforma fiscal vamos a tener que bajar el gasto, este año la clase política no nos acompañó. Vamos a tener que avanzar en la reforma laboral y en la previsional".