Coronavirus: la dirigencia política, del enfrentamiento a la colaboración

Hace apenas una semana, Juntos por el Cambio protagonizaba una marcha contra el Gobierno ante la avanzada kirchnerista sobre la justicia de Jujuy para liberar a Milagro Sala. La grieta en su apogeo. Ayer, sin embargo, la postal fue muy distinta: los principales líderes de la oposición se mostraron codo a codo con el presidente Alberto Fernández, en un clima de colaboración y ánimo solidario frente a la emergencia que desató el brote de coronavirus en el país.

¿Es el fin de las hostilidades? ¿Se cerró la grieta? "Podríamos decir que estamos en una tregua mientras perdure la crisis. Pero las diferencias son de fondo y continúan", aclaran en el principal espacio de la oposición.

El encuentro entre el Presidente y legisladores opositores transcurrió en un clima de cordialidad y respeto. Acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Salud, Ginés González García, y otros integrantes del gabinete, Fernández tomó nota de las inquietudes de los líderes parlamentarios. Dos pedidos fueron insistentes: la necesidad de profundizar la cuarentena en todo el país y la urgencia para que se descentralicen en las provincias los testeos de laboratorio que permitan detectar el coronavirus.

Fernández acaparó las respuestas. No descartó que el Gobierno profundice la cuarentena, aunque supeditó la decisión final a la reunión que mantendrá hoy con los gobernadores. "Hay que extender la cuarentena a todo el territorio. Esa es la única vacuna que tenemos", insistió el jefe del interbloque Federal, Eduardo "Bali" Bucca, médico de profesión. "En el interior hay provincias que cierran sus fronteras, en otras el aislamiento social no se cumple", agregaron en Juntos por el Cambio.

Al Presidente pareció gustarle una de las frases que soltó en la reunión el radical Mario Negri, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, que luego repitió en la conferencia de prensa. "Aislate para salvarte", resumió el cordobés. El líder de la bancada opositora fue enfático: el comandante en esta batalla es el Presidente. "La centralidad en las decisiones es condición imprescindible para tener éxito en esta lucha, por eso las diferencias políticas quedan de lado", enfatizó Negri.

Colaborar con el Gobierno es la consigna de la hora para la oposición. El Presidente se despidió de los representantes opositores a la distancia, como obligan las normas de prevención del virus, aunque con la promesa de volver a reunirse cada quince días para hacer un seguimiento de la evolución del virus en nuestro país.

La oposición se retiró convencida de quién lleva las riendas en este momento de crisis. Y que solo Fernández, como "comandante de la batalla", será el responsable de los resultados.