Duhalde y Kirchner formalizan su alianza
Néstor Kirchner comenzó ayer a moverse como el candidato del oficialismo y, con la ayuda del presidente Eduardo Duhalde, organiza para el próximo martes la presentación del “espacio renovador del peronismo”, un frente que intentará detener a Carlos Menem en su intento por volver al poder.
Los gobernadores Felipe Solá (Buenos Aires), Eduardo Fellner (Jujuy) y Gildo Insfrán (Formosa) formarán parte de una suerte de mesa de conducción de ese movimiento interno, del que también participarán el secretario de Turismo, Daniel Scioli, y los senadores José Luis Gioja y Jorge Capitanich, según confiaron altas fuentes de la Casa Rosada.
Justamente Scioli y el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, figuran como los principales aspirantes a acompañar al gobernador santacruceño en la fórmula.
“Lo más lógico sería que Kirchner sea el candidato que represente la renovación que apoyaremos”, afirmó anoche Duhalde, que ya apenas se esfuerza por disimular su estrategia electoral.
El Presidente recibió ayer en Olivos a una veintena de dirigentes del peronismo bonaerense y fue tajante: “Muchachos, se acabó. No insistan. No voy a ser candidato. Se vota en abril y me voy en mayo”, les dijo antes de empezar, relataron dos diputados y un intendente que participaron del encuentro. Después de escuchar otro tímido “clamor” de sus seguidores, Duhalde instó a conformar un polo de poder que “garantice la continuidad” de las políticas económicas que aplica su gestión.
Casi en sintonía, Kirchner afirmó a LA NACION que aspira a liderar una alianza que enfatice “la transformación productiva” y destacó “los logros importantes de la actual administración económica”.
El candidato, que prefiere no reconocer el apoyo prometido por Duhalde hasta que el acuerdo sea ciento por ciento público, pasó ayer buena parte del día en La Plata.
Allí estuvo dos horas reunido con Solá en la sede de la Gobernación, para dialogar sobre la forma en que se estructurará la campaña del sector. El secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y el diputado porteño Alberto Fernández, jefe de campaña de Kirchner, los acompañaron.
Duhalde otorgó a Solá un papel importante en la estrategia del nuevo frente peronista. Pretende que aparezca seguido junto a Kirchner.
“Solá será el que lleve la postura del PJ bonaerense, cuya referencia será el nuevo modelo económico-productivo impulsado por el Gobierno”, afirmó anoche el vocero presidencial, Luis Verdi.
Fanático de las encuestas, el Presidente comprobó que Solá y Kirchner obtienen una importante imagen positiva en los sectores independientes de la sociedad, que en los últimos tiempos atascan la columna de indecisos de los sondeos.
“Tenemos que ganar entre quienes nunca van a votar a Menem”, explicó un ministro que participa del armado del plan oficialista.
El misterio de la fórmula
Duhalde y Kirchner -viejos aliados que se habían distanciado hace un año- iniciaron los contactos para promover una sociedad electoral en octubre pasado.
Después de reiteradas contradicciones del Presidente, que no terminaba de resignarse a que Carlos Reutemann desistiera de la candidatura, el diálogo se intensificó en diciembre.
En un encuentro a solas en Santa Cruz, con la excusa de una tarde de pesca, Duhalde deslizó por primera vez de la idea de lanzar una línea interna “renovadora” del peronismo.
Anteayer, el Presidente terminó de decidirse y comunicó a Kirchner que le daría todo el apoyo, según confirmaron fuentes oficiales.
Una de las primeras resoluciones que deberá tomar el flamante grupo será el compañero de fórmula de Kirchner.
“Scioli y Balestrini son las únicas opciones posibles”, enfatizó un funcionario cercano al Presidente.
Sostenido en su gestión en la Secretaría de Turismo, el ex motonauta alcanzó un insospechado nivel de apoyo en las encuestas que encargó Duhalde antes de decidir su jugada.
Balestrini, un duhaldista crítico que maneja el municipio más grande del país, aparece como la alternativa que podría conformar al peronismo de Buenos Aires, todavía reacio a la candidatura del gobernador patagónico.
“Kirchner representa la renovación que se debe dar en el justicialismo y es el hombre para seguir la gestión de Duhalde”, se apuró a declarar ayer Balestrini, antes de la reunión de dirigentes bonaerenses en Olivos.
Pese a que en algún momento había escuchado con atención ofertas de Adolfo Rodríguez Saá, Balestrini nunca había sido tan explícito para referirse al panorama político nacional.
Que sea la última vez
De esa manera, se diferenció de muchos de los referentes provinciales que ayer pidieron a Duhalde una reunión urgente.
Los integrantes del consejo bonaerense del PJ habían suspendido su reunión de anteayer, cuando se enteraron por canales extraoficiales que el Gobierno había prometido el apoyo decidido a Kirchner.
La figura del gobernador genera desconfianza en algunos dirigentes, que lo consideran un hombre difícil de manejar y que puede desunir la sólida estructura del duhaldismo.
Los intendentes Manuel Quindimil (Lanús), Julio Alak (La Plata), Hugo Curto (Tres de Febrero), el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño; el diputado nacional José María Díaz Bancalari, el legislador provincial Osvaldo Mércuri y otros duhaldistas puros como Baldomero “Cacho” Alvarez, ex jefe comunal de Avellaneda, pasaron dos horas y media junto al Presidente.
Curto y Quindimil repitieron a Duhalde que lo prefieren a él para corporizar un proyecto político de largo plazo, pero la respuesta fue tajante.
“En serio, no voy a seguir -los frenó Duhalde-. Acá, lo que se discute ahora es cómo sobrevivimos a las elecciones.”
Entonces, empezó un largo discurso para justificar la necesidad de crear un frente electoral cuanto antes, en el que se catapulte a figuras con “ideas nuevas”.
“No nos pidieron que apoyáramos a Kirchner, pero no quedan demasiados caminos. Hay sólo tres candidatos. A Menem no lo vamos a votar y a Rodríguez Saá, menos”, sintetizó un intendente que aceptó a regañadientes el plan de su jefe.
Díaz Bancalari mostró un poco más de optimismo. “Lo que se necesita es un proyecto de crecimiento con la producción y el trabajo, que confronte contra el fundamentalismo que propone Menem. Kirchner es un hombre valioso y si existe una decisión de agrupar detrás de él a los que pensamos así habrá que tener confianza”, indicó a LA NACION.
Con o sin
Cómo resolver la disputa interna en el peronismo es otro detalle decisivo que deben analizar Duhalde, Kirchner y sus nuevos aliados.
El Presidente pretende que todos los candidatos peronistas compitan sin escalas en las elecciones de abril, con estructuras propias y sin sumar votos.
Para eso debe suspender las elecciones internas del 23 de febrero, que Menem intenta defender sí o sí, convencido de que es invencible en esa instancia.
Kirchner tampoco quiere los comicios partidarios y ayer lo dejó claro: “Los padrones son truchos. No se puede hacer una elección transparente y por eso Menem está desesperado por conseguir una competencia cerrada, sin participación de la gente”, acusó.
El inconveniente que enfrentan consiste en que un importante número de jefes partidarios provinciales insiste en que sin elecciones internas el peronismo se quebrará. Incluso algunos de los que acompañan la jugada de Duhalde, como Capitanich, piensan así.
Hasta el 23 de enero queda tiempo para poner en marcha el cronograma interno o condenarlo al olvido.
Más leídas de Política
Junto a Cornejo. Bullrich celebró sumar a Mendoza a la "ola del cambio" y lanzó un "contundente" pronóstico para octubre
Elecciones en Mendoza. Cornejo ganó con amplitud y respaldó a Bullrich: "Queremos un cambio seguro para que no vuelva el populismo"
"Tiene 30 días para hablar". Transición tensa en Chaco: Zdero ya recibió la primera amenaza piquetera