El día que Scioli fue Presidente
Por unas horas, el vicepresidente estuvo interinamente a cargo del Poder Ejecutivo
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Fueron sólo 24 horas. Sin embargo, durante ese breve lapso en que estuvo interinamente a cargo de la presidencia, el vicepresidente Daniel Scioli no desperdició su tiempo: hizo anuncios sobre turismo y deportes y luego se abocó de lleno a estudiar los escenarios políticos que el Gobierno deberá enfrentar hasta fin de año en el escalonado cronograma de elecciones en las provincias.
Esta última actividad fue producto de una reunión que mantuvo con la cúpula de la nueva Comisión de Acción Política (CAP) del PJ que anteayer desplazó a Carlos Menem de la conducción partidaria. Durante el encuentro, que transcurrió a puertas cerradas en el despacho presidencial, Scioli se puso al tanto de los desafíos que enfrentarán en el interior los candidatos justicialistas en los 19 comicios que quedan por delante.
Mientras el jefe del Estado, Néstor Kirchner, estaba en Brasil reunido con su par de aquel país, Lula da Silva (de lo que se informa en la página 8), el mandatario jujeño y presidente del órgano partidario, Eduardo Fellner, y el gobernador de Tucumán, Julio Miranda -que tiene elecciones en su provincia el 29 de este mes-, fueron a visitar a Scioli a la Casa Rosada.
El punto central de discusión fue el papel que el vicepresidente jugará en la reconstrucción partidaria, algo que aún no quedó definido, según informaron fuentes de su entorno. Sin embargo, en gruesos trazos, sí se terminó de acordar que el ex motonauta no sólo tendrá un rol protagónico en la relación con el Congreso, sino que gran parte de su labor estará vinculada con los asuntos del PJ.
De hecho, ayer se cerró un cronograma de viajes en el que cumplirá su doble función por el interior del país: mañana partirá hacia Tucumán -donde tiene previsto apoyar la postulación de José Alperovich-, el domingo estará en Tierra del Fuego -con Carlos Manfredotti- y el lunes irá a Salta.
Si bien asistirá a la celebración de un acto protocolar, este último destino tendrá como objetivo aceitar la relación con el mandatario Juan Carlos Romero, que en los últimos días parece haber comenzado a tomar distancia de Menem. "Nunca hubo una relación hostil entre Scioli y el menemismo, pero no está de más hacer acercamientos", dijeron fuentes gubernamentales.
El día de Scioli en la Casa Rosada empezó temprano. El vicepresidente llegó a las 8.30, y minutos después comenzó con una agenda de reuniones que lo tuvo ocupado durante toda la mañana y la media tarde, como suele organizar su jornada habitualmente
Costumbres cotidianas
Sucede que el cargo que ocupó interinamente no modificó en absoluto sus costumbres cotidianas, al punto tal de que a lo largo del día bebió sus regulares tazas de té digestivo con limón y cuando llegó la hora del almuerzo le preguntó al edecán si podía tomar su regular sopa de zapallo.
En todo momento, Scioli se movió con la comodidad de quien se siente anfitrión. No le faltaban motivos, el propio Kirchner le dijo antes de partir: "Vení, instalate en el despacho, y seguí trabajando en lo tuyo".
"Lo suyo", de acuerdo con lo acordado, es cumplir con la función de un vicepresidente activo y preocupado por la promoción de la economía y, sobre todo, de las áreas que maneja: las de turismo y deporte.
Por eso, los primeros encuentros del día fueron con funcionarios del sector. Estuvo con el Secretario del área, Germán Pérez, y los dirigentes Oscar Santarelli y Marco Palacios. Luego, en una conferencia de prensa, reveló que el Gobierno estudia la posibilidad de implementar un subsidio a la actividad aerocomercial destinado a bajar las tarifas aéreas internas y garantizar la rentabilidad del sector. Además, anunció que se pondrá en marcha un plan deportivo para revindicar el papel social del deporte. Al término de la conferencia se reunió con Fellner y Miranda.
En todo momento se manejó cómodo y evitó sentarse en el sillón presidencial. Terminó su jornada a las 18. De allí partió a la despedida del embajador francés, Paul Dijoud, y luego, al Aeroparque, para devolver el mando a Kirchner.




