El Estado se agranda: crean la subsecretaría de “resiliencia” y designan a un exladero de Elisa Carrió
Fernando Melillo, expresidente del ARI porteño, fue nombrado en la Unidad Ejecutora Especial Temporaria “Resiliencia Argentina”; es un área que tendrá dos años de duración y buscará “promover iniciativas que aborden temas sociales”
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“¿Vieron que ahora para ser intelectual hay que usar barba y fumar pipa?”, disparó Elisa Carrió ante un auditorio afín que le festejaba la humorada. El destinatario de los dardos, allá por 2006 y en la primera sede del instituto Hannah Arendt, era Fernando Melillo, el exfrepasista y entonces legislador porteño que, ya enemistado con ella pero todavía presidente de la sede porteña de Afirmación para una República Igualitaria (ARI), se preparaba por entonces para sumarse al kirchnerismo de la mano del hoy presidente Alberto Fernández.
Más de 15 años después, el ex dirigente del Frepaso y subsecretario de Medio Ambiente en tiempos de Romina Picolotti vuelve a ser noticia. Melillo estará a cargo de la denominada Unidad Ejecutora Especial Temporaria “Resiliencia Argentina”, dependiente de la jefatura de gabinete que encabeza Juan Manzur y dedicada a subir la “autoestima social” perdida durante la pandemia, según se publicó hoy en el Boletín Oficial.
“Tuve un breve diálogo con el Presidente en diciembre, le gustó la idea y me dijo que fuéramos para adelante”, contó Melillo a LA NACION, ya dispuesto a ocupar su puesto de director en el segundo piso del antiguo edificio de Somisa, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo. Una especie de “retorno” a los primeros planos luego de trabajar para Carlos Tomada, en el Ministerio de Trabajo, en el IAF (pensiones para militares retirados) y de estudiar psicología.
“Resulta necesario para el Estado Nacional, especialmente en el marco de la pandemia de Covid-19 y una futura pospandemia, promover iniciativas que busquen abordar temas sociales desde perspectivas diversas, concertando acciones con diferentes actores, como organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil, que tiendan al mejoramiento de la calidad de vida de la población”, reza en los anexos que acompañan a la resolución, que también establece que la unidad-con rango de subsecretaría-tendrá dos años de duración, o finalizará “o una vez cumplido el objetivo para el cual fue creada si se realiza con anterioridad”. El gasto, aclara la medida, será imputado a los créditos presupuestarios vigentes de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
“Resiliencia comunitaria en el Estado”
Según la resolución, el objetivo prioritario del organismo será “promover la incorporación del enfoque de resiliencia comunitaria en las distintas áreas del Estado Nacional y en su vinculación con la sociedad civil y sus organizaciones”. Además, señala que se propone “articular con las distintas áreas que componen la Administración Publica Nacional, Estados Provinciales, Municipios, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y con organizaciones de la sociedad civil para el diseño e implementación de acciones de difusión y fortalecimiento que incorporen un enfoque crítico, social y comunitario de la resiliencia”. Y buscará crear “una biblioteca virtual” con “desarrollos teórico-prácticos sobre resiliencia”.
Melillo explicó que su primera misión será sostener reuniones con los ministerios de Salud, Desarrollo Social, Educación y de la Mujer, “es decir con los funcionarios que están más cerca del trabajo con la gente”. E insistió, en una suerte de justificación de la nueva área, en que organismos como la Cepal, Unicef y la Unesco ya hacen “recomendaciones” y publicaciones en base al concepto de resiliencia.
El concepto de “resiliencia comunitaria” aplicada a las políticas públicas había sido explicado por el propio Melillo, docente y psicólogo, tiempo atrás y en distintas notas con formato periodístico. “La resiliencia es la capacidad de sobrevivir a la adversidad de personas y organizaciones, y así poder seguir adelante. Es siempre con el otro y de resiliencia colectiva se trata construir una Argentina para todas y todos”, culmina, con jerga igualitaria. Como ejemplos, Melillo valora a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, “que transformaron el dolor en reparación, con memoria, verdad y justicia”, pero también a los familiares de víctimas de accidentes de tránsito, “ejemplos prácticos de resiliencia comunitaria”, destaca.
“No soy un traidor ni un Borocotó. A dirigentes con una trayectoria como la mía, el kirchnerismo les dio más lugar que la Alianza”, se defendía Melillo ante LA NACION en 2008, cuando se oficializaba su pase al kirchnerismo. Después de “remar” con un tema que comenzó trabajando con su padre psicoanalista hace dos décadas, Melillo logró la atención-y el presupuesto público-de manos de su viejo amigo hoy Presidente para aplicarlo en políticas públicas.
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