SANTA FE.- Recién en diez días se conocerá quién será el próximo gobernador de esta provincia a partir del 10 de diciembre. Comenzó ayer el escrutinio definitivo de los comicios generales, que se desarrollaron el domingo pasado. El Tribunal Electoral de la provincia desestimó las presentaciones de Unión Pro, del Frente Justicialista para la Victoria y del Frente de Izquierda, que solicitaron que se abran todas las urnas y se realice un conteo voto por voto.
Con el 95,4 por ciento de las mesas escrutadas, el postulante socialista Miguel Lifschitz se impuso con el 30,69 por ciento de los votos, seguido por el macrista Miguel Del Sel, con el 30,58 por ciento, mientras que en el tercer lugar quedó el candidato del Frente para la Victoria, Omar Perotti, con 29,2 por ciento.
A pesar del reclamo de las fuerzas políticas, por resolución del Tribunal Electoral, sólo se abrirán las urnas en las que se comprueben aparentes errores en la confección del telegrama.
No obstante, el titular del Tribunal Electoral, a la vez presidente de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Falistocco, aclaró: "Vamos a aplicar la ley, pero con un criterio flexible y amplio". Y agregó: "En caso de duda, se abre la urna".
En la primera jornada de conteo, las autoridades electorales admitieron la apertura de la mesa número 17. "Debió abrirse porque no coincidía la cantidad de votos informados de la urna 544", explicó Claudia Catalin, secretaria del Tribunal Electoral.
En total, se revisarán las actas de las más de 7000 mesas que fueron habilitadas el domingo. En la primera jornada del escrutinio definitivo se repasaron resultados de 800 mesas.
Catalin también aclaró que no sólo se revisarán las 304 mesas desestimadas, tal como reclamaron Unión Pro y el kirchnerismo, sino todas aquellas sobre las cuales los apoderados planteen dudas. El mecanismo es el siguiente: primero se trabaja con las actas y los certificados, y de ser necesario se abren las urnas.
Ayer, el apoderado de Pro en Santa Fe, Lucas Incicco, consideró que la boleta única "generó nuevas y mejores garantías de representatividad", pero advirtió que el proceso electoral del domingo pasado "no es normal", dado que se detectaron "falencias".
"En dos meses no pudimos concluir un escrutinio provisorio. Pasó en abril, cuando quedaron unas 800 mesas afuera, y ahora, más de 300. Si le sumamos las divergencias entre lo que dicen los telegramas oficiales con lo que está cargado, no me arriesgaría a decir que el proceso fue absolutamente normal", agregó Incicco.
La incertidumbre sobre el resultado definitivo se trasladó a los tres candidatos con posibilidades reales de consagrarse gobernador.
Cruce entre los candidatos
Lifschitz, del Frente Progresista Cívico y Social, no dejó pasar el tren de la victoria. Los resultados del escrutinio provisorio así lo exhiben. "Hay amigos de otros partidos que ya me felicitaron. Si bien faltan los resultados finales, yo ya me siento gobernador", dijo, confiado, el hasta ahora futuro gobernador de Santa Fe.
Por su parte, Del Sel no dudó en marcar su futuro político. "Si pierdo las elecciones, me vuelvo a casa y veo qué hago de mi vida. Tengo muchas dudas. Estamos haciendo todo esto porque creo que ganamos", señaló el macrista.
Finalmente, el candidato kirchnerista Omar Perotti dijo que "el socialismo comete una grosería política al ser ellos los que piden no contar todos los votos". Y agregó: "Lo peor fue que los apoderados del socialismo pidan desestimar" las presentaciones del resto de las fuerzas.
