Elecciones 2017: Cambiemos despliega en el conurbano un ejército de voluntarios "chequeados"
El macrismo convocará a empleados de confianza y hasta familiares de funcionarios para que ayuden con la fiscalización en distritos donde el oficialismo perdió; buscan evitar que se cuelen kirchneristas
Empleados de extrema confianza. Simpatizantes “chequeados” previamente para evitar filtraciones indeseables. Amigos y hasta familiares que quieran participar.
Es este el heterogéneo universo que conforma las “células” o “equipos” de voluntarios adicionales que prepara el Gobierno a través de sus ministros, y que destinará a zonas calientes del conurbano bonaerense para ayudar a fiscalizar las elecciones del próximo domingo 22. El objetivo: mejorar las performances de sus candidatos en territorios donde las previsiones no alcanzaron para cubrir la totalidad de las mesas, y evitar que la ausencia de representantes de Cambiemos sea aprovechada por la oposición.
El comando encargado de las “células de voluntarios” tiene dos patas: por un lado, el ministro de Modernización Andrés Ibarra, que recopila a través de sus funcionarios de confianza las listas que le va enviando cada ministerio, y el intendente de Vicente López, Jorge Macri, que recepciona los pedidos de voluntarios en el territorio. La supervisión global del operativo está a cargo del jefe de campaña bonaerense, Federico Salvai, y del jefe de gabinete Marcos Peña, coordinador de la campaña nacional de Cambiemos.
“Percibimos que en agosto, por lo menos en La Matanza, nos faltó cerca del 8 por ciento de voluntarios necesarios para cubrir todo ese partido. Allí vamos a dirigir más gente y esfuerzos de logística”, reconocieron a LA NACION en el primer piso de la Casa Rosada. Por eso, será en La Matanza, gobernada por la kirchnerista Verónica Magario y dónde la lista de Cristina Kirchner acumuló mayor cantidad de votos, dónde se destinarán 20 equipos más (unas trescientas personas) en relación a las PASO. Florencio Varela, gobernada por el “eterno” peronista Julio Pereyra, y Malvinas Argentinas, dónde el intendente es, desde diciembre de 2015, el camporista Leonardo Nardini, son los otros dos distritos a los cuales se dirigirá un “esfuerzo adicional” de voluntariado.
En los tres hubo derrota en las PASO, aunque los resultados no fueron malos según evaluaron en el Gobierno, y creen que se pueden mejorar con un plus de fiscales más atentos. El candidato en La Matanza, Miguel Saredi, por ejemplo, compite directamente contra Magario, que es a la vez primera candidata a concejal, y quedó unos veinte puntos debajo de esa lista, casi la misma diferencia que Cristina Kirchner le sacó a la lista de senadores de Cambiemos encabezada por Esteban Bullrich. “Hay un cambio de clima evidente que nos favorece, pero eso hay que certificarlo el día de la elección con un buen trabajo de fiscalización”, dijo Saredi a LA NACION. Además de los voluntarios, un grupo coordinado por el diputado nacional Waldo Wolff irá a “ayudar” a La Matanza.
En Florencio Varela, el joven Pablo Alaniz-cercano a Peña- volverá a jugar fuerte contra Pereyra con el apoyo de la Casa Rosada, y en Malvinas-el partido en el que el Presidente tiene su quinta Los Abrojos- el candidato ganador de la interna de Cambiemos, Maximiliano Cariglino, llevará con él la consigna del “cambio”, aunque su tío Jesús Cariglino, no es un recién llegado: gobernó el distrito veinte años consecutivos.
¿Quienes son los que irán a cumplir ese rol, en condiciones que se presumen otra vez adversas? “Son voluntarios de adentro y fuera del Gobierno, que se distribuyen según la necesidad de cada localidad, y complementan al “territorio”, a la política”, explican desde el ministerio que conduce Ibarra, un incondicional del presidente Mauricio Macri. Desde allí niegan que se obligue a algún empleado a concurrir a este y otras actividades. “Hay mucha gente que está comprometida, se anotan y listo”, responden. Y agregan que nadie recibe una “paga adicional” por el trabajo, “salvo los que son autoridades de mesa, pero a ellos les paga la Justicia Electoral como al del resto de los partidos”, agregaron.
En el Gobierno reconocen que el sistema, que no es nuevo, ha ido perfeccionándose. “Cuando lanzamos la convocatoria a voluntarios vía redes sociales, unos años atrás, se nos colaron unos cuantos kirchneristas. Ahora la máquina está más aceitada”, confiaron desde un despacho importante.
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