
Presupuesto. En la Casa Rosada siguen expectantes el debate, pero creen que será aprobado sin cambios
Santilli y los primos Menem están en el Senado para seguir de cerca el tratativas; el oficialismo confía en tener 41 votos para aprobar el proyecto, tal y cómo está, para que no vuelva a Diputados
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En una Casa Rosada prácticamente desierta se siguió de cerca hoy el debate por el Presupuesto 2026 y de Inocencia Fiscal, en el Senado. Fiel a su costumbre de trabajar los viernes desde Olivos, el presidente Javier Milei se mantuvo en la residencia oficial toda la jornada.
La parada en el Senado del Presupuesto, que la semana pasada tuvo un revés en la Cámara de Diputados, luego de que no se aprobara la derogación a la ley de emergencia en Discapacidad y al financiamiento educativo, era advertida en Casa Rosada como más favorable que lo sucedido ocho días atrás.
La expectativa estaba en, esta vez sí, aprobar la “ley de leyes”, como se conoce al presupuesto. Algo que de concretarse recién se daría para la noche de este viernes, tras el debate que comenzó pasado el mediodía.
En los jornadas y horas previas al comienzo del debate, en el oficialismo ya había una expectativa positiva por lo que podía suceder este viernes en el recinto, donde prácticamente daban por descontados “41 votos”, en la votación general. Otros, se mostraban más prudentes, aunque creían “perfectamente esperable” que saliera favorable al Gobierno la votación. “Hay consenso para que salga así”, dijeron altas fuentes del corazón libertario.

Parte de la confianza en el Senado está dada en la presencia de Patricia Bullrich, jefa de bloque de senadores libertarios, y una de las personas de mayor confianza del presidente Milei. Bullrich se enfrenta hoy al desafío de lograr la aprobación del presupuesto sin cambios, para evitar así el regreso del proyecto a Diputados. Algo para lo que deberán contar con el apoyo de aliados.
En su despacho en el Senado, por el Ejecutivo, están el ministro de Interior, Diego Santilli; el titular de la Cámara Baja, Martín Menem, y su primo y subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem. Este último es funcionario de máxima confianza de “el jefe”, la secretaria general de Presidencia y hermana menor del mandatario, Karina Milei, que en principio no está previsto que asista al Senado.
Santilli, Lule y Bullrich, son tres de los negociadores detrás de la aspiración del oficialismo en el Senado.
En Balcarce 50 el primero en llegar y uno de los pocos en estar fue el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, que 9:20 arribó a la sede de Gobierno. Cerca suyo descartaban de plano la posibilidad de que asistiera al Parlamento durante esta jornada.
Tampoco se esperaba que asistiera el asesor presidencial Santiago Caputo, que llegó a sus oficinas del salón Martín Fierro, en el primer piso del palacio de Gobierno en el correr de la jornada marcada por la agenda legislativa. Desde allí también descartaban que fuera a irse a Olivos.
En las filas del oficialismo apuntaban este viernes, más allá de la importancia de la aprobación del Presupuesto, a que salga el proyecto de Inocencia Fiscal. Se trata de la iniciativa que busca que los argentinos saquen sus “dólares del colchón”, y los ingresen al sistema. Tiene como objetivo reducir la presión penal y administrativa sobre contribuyentes considerados de “buena fe” y concentrar los controles en maniobras graves y dolosas.
La premisa clave del proyecto es que el contribuyente debe ser considerado cumplidor salvo que se demuestre lo contrario. y en la práctica implica que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) no podrá denunciar automáticamente ante la Justicia penal en todos los casos.
El proyecto actualiza los montos a partir de los cuales una infracción pasa a ser delito penal. “Para nosotros es un proyecto central”, dicen.



