Juntos por el Cambio busca apaciguar las tensiones que se abrieron tras la victoria

“Ganamos, pero perdimos; no supimos festejar. Y, ahora, el desafío es administrar las tensiones y empezar a mostrarnos como una alternativa”. Quien reflexiona sobre el escenario que enfrenta Juntos por el Cambio después del contundente triunfo en las legislativas es uno de los principales laderos políticos de Horacio Rodríguez Larreta, quien aceleró las conversaciones con sus socios y rivales internos para neutralizar las tensiones que genera en el seno del conglomerado opositor la pelea por la presidencia en 2023.

A tres semanas de las legislativas, las fricciones internas se multiplican en Juntos por el Cambio, la principal coalición opositora al gobierno de Alberto Fernández.

La disputa por la presidencia de los bloques en el Congreso –un tironeo que sacude a la UCR, Pro y la CC– llegó el martes a su pico de máxima tensión cuando un grupo de diputados radicales que responden a Emiliano Yacobitti, armador de Martín Lousteau, amenazaron a Mario Negri con armar su propia bancada. La puja por la jefatura del interbloque y la repartija de sillas en las comisiones quedó inconclusa.

Desde que la oposición se alzó con la victoria en las urnas, comenzaron los tironeos entre los jerarcas del espacio: se propagan los pases de factura por la estrategia electoral y las discrepancias entre Macri y Larreta por el futuro perfil del espacio son palpables. Está claro que la dura derrota del kirchnerismo a nivel nacional genera expectativas en Juntos por el Cambio: todos sienten que un regreso al poder en 2023 es posible. Pero ni acuerdos electorales ni las PASO no ordenaron a las tribus ni consagraron a un conductor indiscutido. Sin un liderazgo claro, JxC necesita unificar una postura frente a la convocatoria al diálogo del Gobierno.

En apenas un puñado de días, Larreta se vio con los máximos referentes opositores. Primero, se reunió a solas con Mauricio Macri en la casa que alquila el expresidente en Acassuso. También se contactó con Elisa Carrió, la líder de la CC, quien exhibió sin tapujos su malestar con el alcalde por la estrategia electoral en la Capital. Y ayer estuvo cara a cara con Patricia Bullrich, una de sus retadoras en la pelea por el liderazgo del espacio.

Larreta, autor intelectual de la estrategia opositora en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, resiste la embestida de propios y ajenos por el resultado de su experimento. Si bien buscó replegarse en la gestión tras los comicios, Larreta es blanco de las críticas y reproches de Macri, Bullrich o Carrió, entre otros. Y los radicales Gerardo Morales o Facundo Manes también buscan relegarlo de la de la pole position.

Bullrich y Larreta desayunaron ayer en plena Avenida del Libertador y Coronel Díaz. Se habían cruzado hace unos días y la titular de Pro le pidió una reunión a solas para delinear la estrategia del partido a nivel nacional y coordinar posturas frente al Gobierno. Es que el intento de la Casa Rosada para abrir un diálogo con la oposición por el eventual acuerdo con el FMI se asoma como una amenaza para la cohesión interna de la alianza entre Pro, la UCR y la CC. Entre sorbos de café también charlaron sobre el nuevo diseño de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que será clave para definir las reglas de juego rumbo a 2023, los posicionamientos frente al Gobierno y la estrategia de alianzas. Los nuevos aliados reclaman un lugar en la conducción.

En el entorno de Larreta, quien se juntó durante las últimas horas con la senadora electa Carolina Losada y el diputado nacional Federico Angelini, dirigentes de JxC en Santa Fe, uno de los distritos electorales más grandes del país, repiten que el alcalde tiene como objetivo sostener la unidad de la coalición opositora y fortalecer el espacio con miras a los comicios de 2023. “Hay que cuidar la unidad. Llegamos hasta acá todos unidos y así tenemos que mantenernos”, les dijo Larreta a sus ministros.

Larreta maniobró en las últimas horas para distender la situación interna, luego de las críticas que lanzó Carrió en el acto por el 20º aniversario de la CC. Cristian Ritondo, uno de los apuntados, aún masculla bronca por los dardos de Lilita, pero evitó contestar para no agitar las aguas internas. Los radicales cercanos a Lousteau, aliados porteños de Larreta, tampoco logran digerir los dardos. Larreta y Macri se vieron antes de que el expresidente viajara a Chile. Desde el entorno de ambos jerarcas de Pro le quitaron relevancia al encuentro. Tocaron los temas de coyuntura y coincidieron en la necesidad de aplacar las tensiones internas y blindar la unidad. Pese a las críticas públicas que lanzó Carrió contra Ritondo –no confía en él por su vínculo con Sergio Massa–, Macri y Larreta coinciden en que el exministro de Seguridad bonaerense debe seguir al frente de la bancada de Pro en la Cámara baja.