La auditora de la SUBE, privilegiada por Transporte

Iatasa, una de las empresas que auditó la SUBE, no es una firma improvisada ni desconocida en el Ministerio de Planificación. Fue contratada para controlar obras de infraestructura ferroviaria, represas, puentes, subtes y transporte de cargas. También para realizar estudios de vialidad y hasta para hacer encuestas.

En los últimos años, sus contratos se concentraron en Proyecto de Transporte Urbano Buenos Aires (Ptuba), la dependencia que ejecutó la supervisión de la SUBE. Sus funcionarios, que reportan directamente al secretario de Transporte, quedaron bajo la mira de la Justicia. Antes de que se detectaran esas irregularidades, Iatasa había ganado un tercio de las consultorías que licitó esa oficina: diez concursos por $ 90 millones.

Ptuba fue creado para ejecutar préstamos del Banco Mundial por unos 450 millones de dólares entre obras públicas y consultorías. En este último rubro se destaca Iatasa: estudios técnicos, proyectos de viabilidad y, sobre todo, supervisiones de grandes obras. Según informes del Banco Mundial, es la consultora más beneficiada por esa depedendencia de Transporte.

LA NACION reveló ayer que Iatasa financió la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007. El aporte económico hizo explícita la afinidad que esta firma mantiene con el kirchnerismo.

Ex funcionarios de Transporte aseguraron que la consultora es considerada "amiga de la casa". "Se mueven como si fueran los dueños de [Ministerio de] Planificación. Hasta le dicen a las otras consultoras qué contrato les toca y cuáles no. En el ambiente le tienen mucho miedo", sostuvo, en estricta reserva, una fuente con experiencia en obra pública. "Los funcionarios me decían: «Si está Iatasa no te metas»", aseguró un consultor del sector.

La supervisión de la SUBE, su contrato más alto, dejó a Iatasa bajo la lupa de la Justicia. Para el control del boleto electrónico, la firma formó un consorcio con Global Infrastructure, IRV y González Fischer y Asociados. Un comité integrado por funcionarios de la Secretaría de Transporte les asignó el contrato, pese a contar con una oferta $ 10 millones más económica por el trabajo.

Por fuera del Ptuba, esta consultora tiene antecedentes en Planificación. Con el financiamiento de la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF) -Juan Pablo Schiavi fue su titular entre 2007 y 2009- la firma supervisó la renovación del ferrocarril Belgrano Cargas, según indican en su página web.

En Energía –también bajo la órbita de De Vido- hicieron estudios para el proyecto de represa argentino-brasileña Garambí y Parambí, por $ 37 millones. También trabajaron en Yaciretá.

En Santa Cruz, realizaron estudios para la represa Condor Cliff y La Barrancosa junto a Consular, una firma de santacruceños conocidos del ministro de Planificación. Con ellos también participaron de la ampliación del puerto Caleta Paula, en esa provincia patagónica.

Los subtes

Cuatro fuentes consultadas por LA NACION aseguraron que el nexo entre Iatasa y Transporte es Angel Ferrigno, vicepresidente de la firma. "Tiene una gran relación con Schiavi. Todas las consultorías están bajo su tutela", aseguró un consultor. Como secretario de Transporte, Schiavi autorizó en marzo de 2011 la contratación de Iatasa para supervisar la SUBE por $ 65 millones.

"Ferrigno era un asiduo frecuentador de Manuel Vázquez", agregó un ex funcionario, en referencia al ex asesor de Jaime que gestionaba buena parte de los intereses del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.

Una de los contratos más importantes de Iatasa fue otorgado por Jaime en 2008. El ex funcionario autorizó la supervisión de la auditoría de la extensión de la línea E de subte por más $ 10 millones. La obra, todavía en ejecución, consiste en la ampliación desde Plaza de Mayo hasta Retiro y está a cargo de Roggio.

Según pudo saber LA NACION, Vázquez hizo especial lobby en el concurso por la supervisión de obras de la línea E de subtes en varios de sus reveladores e-mails. Semanas después, Iatasa ganaría el concurso.

"Iatasa está presente cuando hay que supervisar, cuidar los intereses, de las grandes empresas", lanzó una fuente que tuvo poder de decisión en la secretaría.

En otra consultoría del subte, Iatasa supervisó la modernización de la línea A, la obra más importante del préstamo Ptuba, a cargo de Siemens, Roggio, Techint, Alstom y Alcatel.

En la supervisión de la SUBE, Iatasa también controló a grandes compañías: Siemens, Metronec (Roggio), Indra, Laser y Tallion, firma apuntada dentro del sector como propiedad del empresario kirchnerista Cristobal López.