La derrota en Neuquén generó dudas sobre la unidad peronista
A contramano de la paridad que indicaban las encuestas, Rioseco quedó lejos de Gutiérrez; el FPV obtuvo menos votos que en las legislativas de 2017 a pesar de la alianza con el PJ
NEUQUÉN.- Como un militante más, Ramón Rioseco se fue del búnker en el que reconoció la derrota poco antes de la medianoche. Acompañado por una persona que le pasó un brazo sobre los hombros, el excandidato a gobernador se fue caminando, con el rostro serio, impertérrito. Un gesto que se replicó en el resto de quienes trabajaron por la campaña de Unidad Ciudadana y el PJ para hacerse con el control de la provincia y mostrar un peronismo unido alzándose con el primer logro del año electoral.
Los números finales de los comicios de anteayer dejaron un mensaje con lectura nacional inesperado hasta poco antes de la votación. El kirchnerismo era el que más apostaba a una victoria en Neuquén para enviar un mensaje a aquellos dirigentes del peronismo alternativo que le cerraban la puerta a cualquier tipo de unidad con Cristina Kirchner, como Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Pichetto y Roberto Lavagna. No así Sergio Massa.Los sondeos de los últimos días entusiasmaban a la fórmula del peronista Rioseco y el diputado nacional kirchnerista Darío Martínez. El intendente de Cutral Có llegó a decir en una entrevista con LA NACION que la elección podía convertirse en un "caso testigo" para proyectar la unidad en todo el país.
Sin embargo, el escrutinio dejó en evidencia que no solo perdió fuerza, sino que los números demostraron que el PJ y el kirchnerismo unidos obtuvieron un porcentaje menor de apoyo que cuando fueron separados en las elecciones legislativas de 2017.
La candidatura de Rioseco y Martínez obtuvo el domingo el 26% de los votos (con el 98,2% de las mesas escrutadas). En 2017, Unidad Ciudadana para la Victoria (Martínez) y el Frente Neuquino (Rioseco) compitieron por separado y obtuvieron el 37,4%. Es decir, pese a la unidad sumaron casi 11 puntos menos.
De todas maneras, aunque anteayer hubieran obtenido el mismo apoyo que en 2017 no les hubiera alcanzado para vencer al gobernador Omar Gutiérrez, que ganó por el 39,9% y retuvo el poder del imbatible Movimiento Popular Neuquino (MPN). El dirigente, de hecho, no solo se impuso en casi todos los distritos provinciales, sino que revalidó sus votos de 2015 y amplió su base de apoyo. El 37,8% le había dado la victoria hace cuatro años.
Un dato: el mejor desempeño del MPN se dio en las áreas afectadas a Vaca Muerta, donde el apoyo a Gutiérrez y a la continuidad a las políticas en el yacimiento de gas y petróleo no convencional varió del 47% de los votos al 78,4% según el distrito.
Ayer algunos se preguntaban si su victoria hubiera sido incluso mayor si el exgobernador Jorge Sobisch, que se autoproclamó "MPN auténtico", hubiera declinado su candidatura, que lo hizo rozar los diez puntos. También permanece la incógnita de si esos votos pudieran haber ido hacia el macrismo.
Pero Gutiérrez no fue el único que terminó aliviado el día de la elección. La Casa Rosada celebró la derrota del kirchnerismo pese a que su candidato, Horacio "Pechi" Quiroga, perdió varios puntos de apoyo con respecto a 2015, cuando también compitió con la gobernación. Ese año, el radical obtuvo el 19,4% de los votos, contra el 15,1% de anteayer.
En esa línea, así como la Casa Rosada encontró sus motivos para festejar, el kirchnerismo también encontró los propios. Ayer, el camporista Andrés "Cuervo" Larroque analizó los resultados de la elección no como una derrota del kirchnerismo, sino como una paliza a Cambiemos. "Los que deben tomar nota del resultado son los miembros del gobierno nacional. En la franja nacionalizada de la elección, Unidad Ciudadana sacó diez puntos más que el candidato de Cambiemos", dijo el camporista.
El diputado nacional también afirmó que Rioseco había hecho "una muy buena elección", aunque no se refirió a que esa candidatura obtuvo casi tres puntos menos que en 2015, cuando sumó el 28,8%.
La expresidenta no habló ayer, pero se mostró muy presente durante la campaña y la elección a través del exjefe de inteligencia de su gobierno Oscar Parrilli, que tuvo un rol clave en el apuntalamiento de la unidad del peronismo provincial.
El presidente del Instituto Patria fue uno de los que pudo haberse ido con una sonrisa anteayer, pues su hija, Lorena, logró incorporarse como una de las legisladoras provinciales.
Polémico tuit de la embajada de EE.UU.
La embajada de Estados Unidos en la Argentina quedó envuelta en una polémica luego de que apareciera ayer en su cuenta oficial un curioso mensaje que aludía al resultado de las elecciones en Neuquén, donde el gobernador Omar Gutiérrez le sacó 13 puntos de diferencia al candidato del kirchnerismo, Ramón Rioseco. "Perdió Cristina", decía el tuit. ¿Una lectura política de la victoria de Gutiérrez? De inmediato, la embajada norteamericana borró el mensaje e informó que el tuit no había sido posteado por los encargados de controlar la cuenta. ¿Los hackearon? "Borramos un tuit de nuestra cuenta que no posteamos nosotros. No sabemos todavía cómo sucedió, pero estamos investigando", indicó en un escueto comunicado. El kirchnerismo criticó el mensaje con una consigna: "¿Braden o Cristina?", replicó Juan Cabandié.
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