“La explicación es un disparate”: bronca en la Ciudad por los dichos de Hugo Moyano sobre su vacunación

La polémica justificación de Hugo Moyano sobre su vacunación por fuera del plan oficial generó indignación en la cúpula del gobierno de la Ciudad. El sindicalista admitió hoy que se inoculó con la Sputnik V, como reveló ayer LA NACION, pero negó que haya formado parte de la lista de "vacunados VIP".

Moyano dijo que la vacuna que se aplicó fue parte de "la provisión" que envió la Ciudad al Sanatorio Antártida. "Me vacuné porque soy el presidente de dos obras sociales. Siempre un contacto hay y somos los que corremos más riesgo de contagio", afirmó el jefe de Camioneros, en diálogo con la radio AM 750.

En el Ejecutivo porteño prefirieron hasta ahora no emitir una respuesta oficial a los dichos del Camionero. Ni el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, ni su número dos, Diego Santilli, ni el ministro de Salud, Fernán Quirós, salieron a contestarle públicamente. "Es tan absurdo que no nos parece que haya que salir a explicar nada sobre el proceso de vacunación en la Ciudad", dijo un estrecho colaborador de Larreta.

Pese al hermetismo, un funcionario del Gabinete porteño no ocultó su bronca por la justificación del sindicalista: "La explicación de Moyano es un disparate. ¿Qué tiene que ver que sea el presidente de la obra social? Las vacunas eran para el personal de salud", aseguró, ante la consulta de LA NACION.

Esa misma fuente recordó que la Ciudad distribuyó las dosis de la Sputnik V que recibió del gobierno nacional entre los 41 centros vacunatorios, entre los que se encuentran los hospitales públicos porteños y los privados o los centros de salud dependientes de las obras sociales, como el Sanatorio Antártida, ubicado en el barrio de Caballito.

"Las dosis van a los centros de vacunación y deben ser administradas como corresponde. Es inexplicable lo que dice este señor (por Moyano). Las vacunas no son para el personal administrativo de los hospitales o los directivos de las obras sociales", advirtió la misma fuente.

Para otro funcionario de la Ciudad, Moyano buscó ensuciar al gobierno de Larreta para defenderse. "Trató de generar una explicación para un hecho repudiable metiendo en la bolsa a otros. No sentimos que genere ninguna duda sobre el proceso de vacunación en la Ciudad. Que diga él cómo usaron las dosis en el Sanatorio Antártida", enfatizó un ministro.

La justificación

Luego de que LA NACION revelara que Moyano, su esposa, Liliana Zulet, y su hijo Jerónimo, de 20 años, fueron vacunados contra el coronavirus por fuera del plan oficial, el jefe de Camioneros salió a defenderse, para intentar acotar el escándalo.

En una entrevista radial, el gremialista admitió que se aplicó la Sputnik V, pero dijo que no integró ninguna lista de "vacunados vip". Sostuvo que se inoculó por ser "el presidente de dos obras sociales" de Camioneros.

"Todo el personal afectado a la Antártida está siendo vacunado con esta provisión del gobierno de la Ciudad. Y salió también que estaba vacunado yo, porque soy el presidente de la obra social de la Federación Nacional de Camioneros y de la del sindicato de la provincia de Buenos Aires (Oschoca)", relató. "Por lo tanto tenía la obligación (de vacunarse), porque siempre un contacto hay y somos los que corremos más riesgo de contagio. Además, por mi edad…", esgrimió Moyano, de 77 años.

El gremialista también justificó la inoculación de su esposa y de su hijo menor. "Mi esposa y mi pibe trabajan en el Sanatorio. Se corren muchos riesgos al frente del Sanatorio", expresó.

Tras el escándalo por la vacunación vip, la diputada nacional Graciela Ocaña (Juntos por el Cambio) pidió que la Justicia investigue "cómo fueron utilizadas las vacunas de las obras sociales".

"A partir del caso Moyano, es probable que otros dirigentes sindicales también estén vacunados, porque utilizaban las vacunas que tenían que ser destinadas al personal médico de las instituciones que maneja cada obra social. Queremos saber cómo fue ese circuito de vacunación", dijo Ocaña a LA NACION.