La Matanza: el impacto político de la furia ciudadana en la capital del peronismo

LA PLATA.- La reacción ciudadana que conmueve a La Matanza por el asesinato de un quiosquero puso en jaque a su intendente Fernando Espinoza, a la vicegobernadora, Verónica Magario y al gobernador Axel Kicillof. La ola de inseguridad amenaza con ser un problema serio para el Frente de Todos, que cuenta con un 10% del total de votos de la provincia de Buenos Aires en ese distrito, históricamente bajo el mando del PJ.

En la capital del peronismo, Espinoza ya perdió 174.000 votos fugados del oficialismo en el distrito más potente de la tercera sección electoral el 12 de septiembre en las PASO.

Pero tiene mucho más para perder el próximo domingo, cuando el Gobierno espera que mejore la performance de 290.4000 votos aportados al Frente de Todos.

Espinoza tiene demasiado en juego en el principal bastión justicialista del país. Es candidato a concejal en las elecciones del domingo que viene. Es más: es el único de los intendentes del Gran Buenos Aires que lidera la lista del Frente de Todos.

Espinoza, que va por su tercer mandado - ya fue intendente entre 2005 y 2015 antes de ser nuevamente electo en 2019- se puso al frente de la contienda local en un acto de arrojo para lograr unidad seguro de una victoria apabullante para el oficialismo en el distrito que se considera la quinta provincia del país, en cantidad de votos.

La decisión de la diputada bonaerense María Laura Ramírez -que se rebeló y presentó lista propia de concejales y consejeros escolares- y la lista del Frente Vecinal -impulsada por la diputada provincial Patricia Cubría y el Movimiento Evita- forzaron la decisión del histórico intendente a encabezar la lista de concejales, con una candidatura “testimonial” para traccionar votos.

Nunca imaginó el candidato intendente una poblada a menos de seis días de la elección. Ahora está convencido de que los punteros de Juntos se pararon sobre el enojo de la familia del quiosquero Roberto Sabo para dar ánimo a la protesta que conmueve al distrito.

“La oposición ha hecho uso político desmedido de esta situación que nos conmueve a todos. Mientras tanto él mantiene dialogo político con el Gobernador, el Jefe de Gabinete y el ministro de Seguridad de la Nación para tratar de reforzar la seguridad en el distrito”, se dijo cerca del despacho de Espinoza.

Desde allí se informó a LA NACION que La Matanza tiene un centro de monitoreo con mil cámaras y están instalando dos mil más para controlar a 2,4 millones de habitantes que conviven en 325, 7 kilómetros cuadrados.

La Matanza, en cifras

El distrito es más grande territorialmente que la Capital Federal y casi lo emparda en población: tiene apenas 4500 policías, cinco veces menos que la Policía de la Ciudad. “Es cierto, hay una necesidad de mayor seguridad. Es un problema histórico”, dijeron en el municipio.

La comuna tiene un presupuesto de 19.700 millones de pesos anual. Pero tiene un fondo millonario de emergencia. Espinoza no informó el monto exacto del plazo fijo en el Banco Provincia.

Según Alejandro Finocchiaro -referente opositor en el distrito y exministro de Educación de María Eugenia Vidal, en la provincia, y de Mauricio Macri, en la Nación- la inversión en plazos fijos y bonos pasó de 9655 a 14.375 millones de pesos. En los últimos nueve meses se habrían generaron utilidades de 2,6 millones de pesos, de acuerdo a los cálculos del dirigente de Juntos por el Cambio. El municipio acumula superávit en virtud de la subejecución de su presupuesto, agregó.

El gobierno local afirma que parte del dinero acumulado en plazo fijo y de los bonos se destinaron a seguridad. Enumera que hay 250 patrulleros nuevos, 3500 alarmas comunitarias y que se están instalando anillos con detectores de patentes en los accesos.

Lo cierto es que Espinoza no apareció en público para hablar de su plan de seguridad, ni para cerrar su candidatura testimonial con miras a la próxima elección. Solo llamó a uno de los hijos del quiosquero asesinado, que se negó a atender a su teléfono.

Espinoza sí se reunió con Magario. Ambos tuvieron oportunidad de calibrar la magnitud del impacto electoral que se avecina sobre el distrito. La vicegobernadora, que aún se presenta en Twitter como intendenta de La Matanza -2015 y 2019-, fue recibida el martes por Juan Manzur, jefe de Gabinete de Alberto Fernández. Fue horas antes de que el gobierno nacional envíe gendarmes de refuerzo a Ramos Mejía.

Magario publicó la foto en sus redes, pero no mencionó el conflicto de inseguridad. Tampoco se pronunció sobre la poblada que ayer conmovió a La Matanza.

Otros intendentes, más rápidos de reflejos tomaron nota: Gustavo Menéndez, presidente del PJ bonaerense, que tiene el termómetro del conglomerado de alcaldes del conurbano y el pulso del peronismo, subió hoy un spot de campaña en el que se mostró junto a Sergio Berni y Martín Insaurralde, prometiendo más y mejor policía para Merlo. Una reacción que podría replicarse en cadena.