Los gerentes eyectados de Nación Seguros representan una escala pequeña dentro del escándalo de los brokers

La salida de los gerentes de Nación Seguros Mauro Tanos y Marcos Federico Eufemio expone la entretela de un caso con múltiples derivaciones e implicancias. Ambos habían sobrevivido, cuando asumió el gobierno de Javier Milei, al recambio de gerentes y autoridades de Nación Seguros, empresa que quedó en el ojo de la tormenta por el manejo de negocios millonarios para los amigos históricos del expresidente Alberto Fernández y del exministro de Economía Sergio Massa.

Ante las consultas periodísticas, en las filas libertarias no hay respuestas concretas acerca de por qué dos gerentes que parecen estar enredados en un tejido de relaciones con las empresas aseguradoras y los brokers fueron promovidos y ascendidos con la nueva gestión. “Alfonso Torres [presidente de Nación Seguros] no tenía más gente para nombrar y lo ascendió a Tanos”, dijo una fuente de las filas de La Libertad Avanza a LA NACION.

Los dos gerentes tuvieron que quedar imputados en un expediente judicial y ser blancos de allanamientos para que se les pidiera la renuncia, aunque su salida finalmente fue acordada. Tanos había sido promovido por Torres. Pero en los pasillos de la empresa se habla de que el jefe de gabinete, Nicolás Posse, avaló los movimientos de la empresa en los últimos meses.

Desde la empresa se esfuerzan por sostener que las designaciones dentro del marco del decreto 823/21 son realizadas por el organismo solicitante y no por Nación Seguros. Sin embargo, llamó la atención de los investigadores judiciales que estos dos gerentes tuvieran nexos con el mundo de las aseguradoras y los brokers que participaron en las pólizas millonarias de los organismos públicos. Los funcionarios judiciales detectaron que Tanos y Eufemio tienen algunas conexiones con el entorno de socios que intervinieron en la póliza de la Anses, por la que las empresas T.G Brokers y San Ignacio cobraron comisiones de montos altísimos.

Tanos estaba a cargo del diálogo institucional con las dependencias del Estado. Era el encargado del seguimiento para que no se cayeran las pólizas, actualizar sus montos y las sumas aseguradas. Aún así no es considerado un peso pesado dentro de la compleja trama que salió a la luz tras la salida de Osvaldo Giordano, extitular de Anses.

Incluso, con trayectoria en el mundo del derecho administrativo, Tanos buscó reducir los porcentajes de las comisiones que cobraban los productores de seguros, según reconstruyó LA NACION, lo que le valió la furia de un verdadero peso pesado, Héctor Martínez Sosa. Aunque Tanos monitoreaba la póliza de la Anses, era Pablo Torres García, cercano a Sergio Massa y a Nicolás Caputo, el jugador de peso que se benefició con comisiones abultadas por esas contrataciones.

Según reconstruyó LA NACION, Tanos tuvo varios cortocircuitos con Héctor Martínez Sosa, el broker amigo de Fernández. “Martínez Sosa pidió su cabeza como cuatro veces”, dijo una fuente que conoce las internas del mundo de los seguros, y que atribuyó los enojos de Martínez Sosa a una serie de iniciativas de Tanos para trabajar directo con los organismos estatales asegurados y sin brokers mediante.

Una fuente que conoce los pasillos de Nación Seguros dijo a este medio que Martínez Sosa se movía con soltura en esa empresa, a punto tal que durante el gobierno anterior llamaba por teléfono a sus autoridades para que lo echaran a Tanos. “No se sentaba a comer con Alberto Pagliano y Martínez Sosa, ni mucho menos con Alberto Fernández”, le dijo a LA NACION una fuente del mercado que conoció de cerca el funcionamiento de la empresa Nación Seguros.

Aún así la justicia federal ahondará en su mundo de relaciones con las empresas coeaseguradoras, acaso un capítulo aparte dentro de la historia. Según un exfuncionario que observa minuciosamente el negocio de los seguros, la purga reciente abarca a una escala muy pequeña de la trama. Y en el Gobierno no atacaron con urgencia el asunto. Nación Seguros no fue alcanzada por el mega DNU que habilitó las privatizaciones de empresas estatales y el decreto 823/2021, piedra basal que habilitó esta serie de negocios, sigue vigente.