Mauricio Macri, a 25 años de la reforma constitucional: "No hay mejor manera de defender la Constitución que acatarla, no atacarla"

SANTA FE.- El presidente Mauricio Macri encabezó hoy el acto central por el 25° aniversario de la reforma de la Constitución nacional, aprobada aquí en 1994, y dijo que "no hay mejor manera de defender la Constitución que acatarla, no atacarla".

"No atacarla -agregó- es dejar que los periodistas pregunten lo que quieran, respetar la división de poderes y no querer influir en las decisiones de los jueces para tener ciertos beneficios ante la ley".

Ante varios de los convencionales que en 1994 juraron el nuevo texto de la Constitución en el Palacio San José, en la vecina provincia de Entre Ríos, Macri presidió hoy el acto realizado en el Parque Biblioteca de la Constitución Nacional, en la zona sur, cercana al Riacho Santa Fe.

También el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, llamó a "recordar la función de la Constitución: operar como un documento que establece los límites últimos e infranqueables, dentro de los cuales se debe ejerce el poder, en un Estado que se preocupa por los derechos de sus ciudadanos".

"Las Constituciones son también el particular resultado de una empresa común de constitución de una comunidad política", resaltó el titular del Poder Judicial.

En tanto, Macri valoró el trabajo de los convencionales que en 1994 modificaron la Constitución. "Hubo una generación valiente que se animó a construir algo diferente", resumió, Y aseguró que esa reforma "fue una apuesta a nuestra madurez, a nuestra institucionalidad, y un reconocimiento a la diversidad, con avances en los tratados de derechos humanos".

La reforma constitucional, aprobada en esta ciudad el 22 de agosto de 1994, selló el acuerdo establecido entre el entonces presidente Carlos Menem y su antecesor Raúl Alfonsín, que incluyó un "núcleo de coincidencias básicas" que conformaron el llamado Pacto de Olivos.

Los cambios a la Carta Magna fueron aprobados en las sesiones de la Convención Constituyente, que fue presidida por el senador riojano Eduardo Menem, hermano del entonces presidente.

Entre los 305 convencionales que participaron de las sesiones en Santa Fe y en Paraná, entre mayo y agosto de 1994, se destacaban Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Carlos Corach, Eugenio Zaffaroni, Horacio Rosatti, Elisa Carrió, Adolfo Rodríguez Saá y Carlos "Chacho" Álvarez, entre otros. Algunos de ellos estuvieron presentes hoy.

Transformar el país

"La posibilidad de seguir transformando para siempre la Argentina está en nuestras manos. Depende de nosotros y de nadie más. Por eso confío que tenemos un enorme futuro por delante", subrayó el presidente Macri en su mensaje, con inocultable tono electoral.

Tras recordar que "a los argentinos nos costó mucho llegar a una Constitución que fuera verdaderamente de todos y que estuviera por encima de viejas divisiones y heridas", dijo que el país sufrió distintas crisis en los últimos 25 años, pero "nunca dudamos de la democracia".

"Nuestro sistema político pareció, por momentos, estar más enfocado en beneficiar a los políticos que a quienes tiene que representar", dijo Macri.

Sin embargo, al marcar diferencias con gobiernos recientes, atento a las elecciones de octubre, afirmó: "Hoy hay libertad y se respira transparencia. Y sobre la mesa está la verdad, siempre la verdad, incomode a quien incomode".

"Hoy no hay abuso de poder -continuó-, porque entendimos que a mayor poder, más humildad. No hay imposición de ideas ni castigo a los que piensan distinto. Hay una sociedad plural, en la que podemos dialogar tratándonos bien, respetando nuestras posiciones y, sobre todo, nuestras instituciones".

La reforma constitucional comprendió 44 artículos y estableció, entre otras normas, el reconocimiento de nuevos derechos y garantías (protección ambiental, del consumidor, de información), la jerarquía constitucional de los tratados internacionales de derechos humanos, la acción constitucional de amparo, la reelección presidencial y el acortamiento del mandato, de seis a cuatro años. También se regularon los decretos de necesidad y urgencia, el tercer senador por la minoría, la creación de la figura del jefe de Gabinete, el Consejo de la Magistratura y la autonomía a la ciudad de Buenos Aires, entre otras novedades. También estableció el sistema del ballottage en la elección presidencial.

Entre los objetivos pendientes, se creó un Consejo Económico y Social con carácter consultivo, que nunca se constituyó, y se dispuso la sanción de una nueva ley de coparticipación federal.