Manuel Mora y Araujo: decano de la comunicación política y los estudios de opinión pública

En las primeras horas de ayer murió el reconocido analista político Manuel Mora y Araujo. Abogado y sociólogo, tenía 79 años. Falleció luego de sufrir un accidente cerebro vascular el pasado martes.

Manuel Mora y Araujo nació el 30 de septiembre de 1937, era licenciado y máster en Sociología, tenía estudios de posgrado en Flacso, en la Universidad de París, École Pratique des Hautes Études, y en el International Peace Research Institute, de Oslo.

También realizó períodos de investigación como becario del Conicet, del Social Science Research Council (Nueva York) y de la Science Policy Research Unit en la Universidad de Sussex (Reino Unido).

Trabajó y enseñó en distintas entidades del sector académico, como la Fundación Bariloche, el Instituto Torcuato Di Tella, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad del Salvador (USAL) y la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (Ucema). También fue profesor y rector de la Universidad Di Tella entre 2009 y 2013.

Analista de temas políticos y sociológicos, fue uno de los primeros profesionales en abordar científicamente los estudios de opinión pública. De la mano de su vocación docente, se convirtió también en pedagogo -claro y paciente- de esas técnicas ante sus alumnos, los periodistas que procuraban su análisis, y los políticos y empresarios que invocaban su consejo.

Fundó varias empresas en el campo de la opinión pública y la comunicación, entre las que se destacaron Socmer, Foro/Ciencia y Política, Mora y Araujo/investigaciones agropecuarias, y Mora y Araujo/grupo de comunicación. Fue director de Ipsos-Mora y Araujo, donde trabajó hasta su muerte. "Nos quedamos sin el maestro más ilustre, más generoso, más querido", señalaron ayer desde la empresa.

También era columnista de medios locales y extranjeros, y publicó varios libros, como Ensayo y error, El poder de la conversación, Liberalismo y democracia, La Argentina: víctima de sí misma, El voto peronista y la Argentina bipolar.

La valoración que lograron sus estudios, la influencia de sus observaciones durante décadas y una impronta personal que sólo dejó huellas de gratitud entre quienes lo conocieron quedaron en evidencia ayer, al conocerse la noticia de su fallecimiento. Personajes de la política, la academia y el periodismo saludaron su memoria y se solidarizaron con su familia.

Ese homenaje no reconoció fronteras ideológicas. "Una mente brillante de nuestro país. Nos hizo pensar y entender las cosas de otra manera", dijo el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto.

El ex gobernador bonaerense Daniel Scioli y el senador kirchnerista Juan Manuel Abal Medina saludaron a la "gran persona" y al científico social. El ex intendente porteño Facundo Suárez Lastra y el secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, despidieron al "amigo", al "estudioso", al "observador".

Los economistas Eduardo Levy Yeyati y Roberto Cachanosky, el jurista Jorge Vanossi y el científico Guillermo Jaim Etcheverry saludaron al "decano politólogo", al "gran profesor" o simplemente a "Manolo", como lo conocían sus afectos.

Sus restos son velados en la calle O'Higgins del barrio de Belgrano y hoy serán sepultados en el Cementerio Alemán, en el barrio porteño de Chacarita.

LA NACION

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