Martín Lousteau defiende la ruptura y contraataca: “La UCR es un partido misógino, que se resiste a los jóvenes”

Dispuesto a pagar costos por la jugada, el senador nacional Martín Lousteau redobló la apuesta en su cruzada por “renovar” el radicalismo. Pese a los traspiés que sufrió en su pulseada con los jerarcas de la estructura de la UCR, que pretenden aislarlo y vaciarlo de poder tras la rebelión de su tropa en el Congreso, Lousteau defendió su decisión de alentar la ruptura del bloque radical en la Cámara de Diputados ante la fallida negociación con el sector que lideran Mario Negri y Gerardo Morales. Su objetivo, repite, es erradicar “el complejo de minoría” del partido para “mejorar” y ampliar a Juntos por el Cambio con miras a 2023.

En una carta que publicó en el diario Clarín, el senador sugirió que un sector del partido intenta “obturar los liderazgos emergentes” de la fuerza, como el diputado nacional Rodrigo de Loredo, quien se alzó con un triunfo en las legislativas en Córdoba. La misiva se conoció poco después de que sus rivales lo corrieran de la vicepresidencia del Senado y designaran en su lugar a Carolina Losada (Santa Fe). Tras patear el tablero, Lousteau pidió “desdramatizar” las tensiones que generó en el seno de la UCR la fractura de la bancada en Diputados. Sus laderos insisten en que Lousteau no dará marcha atrás y que reforzará el armado de Evolución a nivel nacional.

Al economista, dicen sus allegados, no le preocupa perder los puestos de poder en la Cámara alta ni que sus adversarios intenten correrlo de la mesa nacional de JxC. Entienden que no necesita ocupar cargos para tener visibilidad y fortalecer su proyecto. “Desde 2017 nos quieren aislar. Y no sería un problema que Martín no esté en la mesa nacional del espacio; es intrascendente”, avisa uno de los escuderos de Lousteau. En pleno cisma radical, el economista desliza que nunca se anotó en la pelea por la conducción de la UCR. Sus armadores buscarían ahora acordar una lista de unidad con Morales el 17 de diciembre, cuando se renueven las autoridades del partido. “Optamos por el bloque más que la pelea partidaria. Toda renovación empieza en minoría, no nos van a detener”, señalan cerca de Lousteau.

En el entorno del senador saben que “toda ruptura genera un costo”, pero apuestan a que “la sangre no llegue al río”. Y aclaran que Lousteau no duda de su pertenencia a JxC. “Esto fortalece a la coalición. Si la UCR se sigue cerrando, vamos a perder gente”, advierten. Es más, acusan a Morales de ser “funcional” a los intereses del Gobierno.

En un texto titulado “Renovarnos es construir un futuro mejor”, Lousteau, retador de Morales y Negri, evitó mencionar a sus rivales pero hizo duros señalamientos hacia adentro del partido. Lamentó que la UCR se haya convertido en una fuerza que “no piensa en construir mayorías” y “prefiere salvar los privilegios”. “Son minorías en la sociedad argentina pero mayoría en la estructura partidaria. Es una paradoja cruel”, lanzó. 

Furioso con los dardos de Morales, negó de forma tajante que Enrique “Coti” Nosiglia esté detrás de su jugada para “renovar” el radicalismo. “No soy de aquellos a los que le dicen qué hacer: el liderazgo de Evolución Radical lo ejerzo yo y es mi responsabilidad”, subrayó. Sus armadores también rechazan que Larreta haya respaldado la maniobra de Lousteau para escindir el bloque radical, como asegura Morales. “Es falso”, braman.  Para justificar la fractura en Diputados, el economista remarcó que el radicalismo debe darle un mayor protagonismo a las nuevas figuras que emergieron en las legislativas. Según Lousteau, Negri no podía seguir al frente del bloque radical ya que perdió la interna con De Loredo en Córdoba. “Ellos deberían ser candidatos a intendentes y gobernadores. Hay que potenciarlos”, puntualizó el senador. 

Según Lousteau, JxC debe “respaldar” a las nuevas caras del espacio para que “en dos años puedan disputar con éxito espacios de gestión ejecutiva”. “Lo digo con todas las letras porque nuestro partido tiene períodos en los que se dedica a obturar los liderazgos emergentes. Lo padecieron Ricardo Balbín, Arturo Frondizi, y hasta el propio Raúl Alfonsín. Es un partido misógino, que se resiste a los jóvenes y en el que prima la mirada pequeña de la política”, remarcó el economista.

“Por eso, liderazgos validados por la sociedad se terminaron cansando: Elisa Carrió, Pablo Javkin, Ricardo López Murphy o Margarita Stolbizer son algunos ejemplos cercanos de quienes tuvieron que irse para poder hacer su aporte desde otro lugar”, añadió.

Y ratificó su respaldo a la bancada de Evolución Radical, que conduce De Loredo, pese a la creciente presión Morales y Negri a los “rebeldes”. Y reiteró que JxC debe discutir un plan para “terminar con décadas de fracaso de la Argentina”. “Vamos a aportar soluciones con cuadros formados para la gestión y -lo más importante- planteando propuestas alternativas. Establecer nuestra propia agenda es la renovación imprescindible para edificar un futuro mejor”, planteó. Apuesta por De Loredo (Córdoba), Martín Tetaz (Ciudad), Pablo Cervi (Neuquén), Victoria Tejeda (Sante Fe) o Marcela Antola (Entre Ríos), entre otros.

Con el pretexto de “renovar” al radicalismo, el senador nacional recorrió el interior del país durante la campaña para apuntalar a postulantes de la UCR y fortalecer el armado federal de su espacio, Evolución. Con la mira en 2023, consolidó su alianza estratégica con Larreta en la Capital, y, pese a que no estuvo de acuerdo con el enroque Santilli-Vidal, apostó por incorporar a Tetaz, quien secunda a la exgobernadora en la boleta del oficialismo porteño, para oxigenar a la coalición. Al igual que Morales, su rival en el ecosistema radical, lo entusiasmó la irrupción de Manes, mas allá del resultado de la interna con Santilli.

Para consolidar su acuerdo con Lousteau, Larreta incorporará más alfiles del senador a su gestión. Se trata del legislador porteño Juan Nosiglia (Evolución), uno de los hijos de “Coti”. Hasta ahora, el economista tiene dos representantes en la Ciudad: el ministro José Luis Giusti (Desarrollo Económico) y Guillermo Laje, titular de Banco Ciudad.

Aliado de Larreta, el senador nacional aspira a gobernar la Ciudad en 2023, pero no descarta la posibilidad de ir por la presidencia si se frustra la carrera del alcalde hacia la Casa Rosada.

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