Más declaraciones en el primer juicio contra militares
Se presentaron ante el juez Lijo otros dos imputados en el proceso que tiene a Nicolaides como protagonista
El primer juicio oral contra militares acusados de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura tras la anulación de las leyes del perdón tuvo hoy un nuevo capítulo con las declaraciones de otros dos de los imputados.
Los testimonios se brindan en la causa en la que una decena de ex jefes militares -encabezados Cristino Nicolaides, están siendo juzgados por el homicidio de integrantes de la organización Montoneros que regresaron al país para participar, en 1979 de la denominada Contraofensiva.
Tras escuchar a dos testimonios, el juez federal Ariel Lijo dispuso un cuarto intermedio hasta el jueves y viernes de la semana próxima, ocasión en la que declarará entre otros, del dirigente peronista Juan Carlos Dante Gullo.
Subordinado. En la audiencia de hoy, el ex subjefe de policía bonaerense, Eduardo Gargano, ratificó que durante la última dictadura la fuerza de seguridad a su cargo "estaba subordinada a las otras Fuerzas Armadas" aunque él, personalmente, "jamás" dio "órdenes fuera de lo legal".
Cuando "operaba" el Ejército, en territorio provincial, la policía "hacía el perímetro para evitar que entrara o saliera nadie", explicó Gargano, quien agregó que la misión era "darle seguridad a ellos", aunque dijo no recordar ningún "caso específico".
Segundo de la bonaerense bajo al conducción del general Pablo Ovidio Ricchieri, el ex militar evito dar precisiones frente a algunas preguntas.
"Desconozco", "no lo se", "no era de mi conocimiento", "lo ignoro" y otras frases similares se escucharon cuando el juez Lijo le retransmitía las preguntas del fiscal Jorge Alvarez Berlanda o de la abogada querellante Carolina Varsky, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) referidas a operaciones puntuales en territorio bonaerense.
Otro imputado. Previo a su testimonio, Lijo convocó a declarar, en la solemne Sala de Audiencias donde hace más de dos décadas se condenó a los integrantes de las juntas militares de la última dictadura, al ex jefe de personal del Batallón 601, de Inteligencia del Ejército, teniente coronel Alfredo Hurrell.
El militar se refirió las funciones que cumplían, o no, cada uno de los imputados en la unidad cuya conducción administrativa tenía a su cargo, aunque también demostró dificultades para recordar, por ejemplo, qué actividades se desarrollaban en ciertos pisos del edificio de Viamonte y Callao, de esta Capital.
Así, indicó que el general Pascual Guerrieri "no era de la unidad" y que tanto Julio César Bellene como Carlos Alberto González fueron "jefes de unidad" en distintos períodos y que lo hicieron secundados por Juan Carlos Gualco y Antonio Simón, respectivamente.
La audiencia de recepción de testimonios se inscribe en la etapa "plenaria" del juicio contra los militares que tramita por el viejo código procesal previo a la reforma de 1992; y se lleva a cabo en la planta baja del Palacio de Justicia.
El resto de la lista. En la causa están imputados, además de Bellene, Gualco, Guerrieri, Simón y González, otra media docena de ex jefes militares encabezados por Cristino Nicolaides y que integran Luis Jorge Arias Duval, Santiago Manuel Hoya, Carlos Bilbao Fontana, Waldo Roldán y el ex policía Julio "el turco Julián" Simón, ya condenado a 25 años de prisión en otro juicio oral.
La defensora oficial Verónica Blanco ejerce la asistencia técnica de los militares imputados.