Michetti-Carrió, un corte de boleta previsible y que preocupa a algunos en el Pro

"Estamos todos hablando si es Martín Lousteau o si buscan algún otro buen candidato para acompañar a Gabriela , pero no ven que el problema es la cabeza de la lista de Diputados. Va a tener que competir con Elisa Carrió para evitar que haya un corte de boleta importante, que no solo no saque bancas en la nacional sino, sobre todo, legisladores para el último tramo de la gestión de Mauricio".

El que habla es uno de los dirigentes más importantes del Pro. Menciona por su nombre a la actual diputada nacional y casi segura cabeza de lista de senadores, Gabriela Michetti , y también al jefe de gobierno, Mauricio Macri . Es un referente que mira de afuera las gestiones y las negociaciones políticas que conducen el secretario General de la Jefatura de Gobierno porteña, Marcos Peña, y el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, para la definición de los candidatos que tendrán la misión no sólo de reforzar las chances presidenciales de Macri, sino también de defender la gestión en la ciudad, que ya entra en su sexto año consecutivo.

La principal preocupación que confiesa ante LA NACION es que las discusiones y las negociaciones más febriles se pusieron para intentar sumar a Roberto Lavagna a un acuerdo político que tuviera anclaje en la Capital Federal y presunta proyección al universo peronista nacional. En principio, ya falló. La segunda gestión que, por estas horas, se despliega intenta torcer la negativa del ex ministro Lousteau para sumarse al Pro. Por ahora, no hay éxito.

"Es verdad que están enfocados en eso, pero mi preocupación es que Michetti-Carrió es un corte de boleta que puede ser muy cómodo para el electorado porteño, porque ratifica la confianza a Macri y al mismo tiempo le mando una señal muy fuerte a Cristina Kirchner , en medio de las denuncias terribles de corrupción que se vienen dando en el programa de Jorge Lanata ", reitera la misma fuente.

La principal advertencia que plantea apunta a que, en toda elección legislativa , el voto se dispersa más y el electorado apuesta a figuras y fuerzas políticas menos enfocadas a la gestión a otras más ajustadas al control y a la oposición al gobierno de turno.

En ese contexto, en el macrismo -que supo conocer la derrota electoral a manos de la fuerza de Carrió, en 2007 , cuando quedó tercero- empezaron a calibrar con algo de preocupación la ausencia de un dirigente de peso político propio y de un perfil que le permita lidiar en la campaña con la jefa del ARI, habituadas a los debates y las disputas mediáticas.

Con Carrió en la "cancha", más una candidatura de Roberto Lavagna (al frente de un entramado peronista anti K), una kirchnerista del senador Daniel Filmus (con un presunto 15 a 20% de intención de voto), más la propuesta (aún indefinda) del Frente Amplio Progresista más UCR, el margen de votos "cautivos" del Pro parece empezar un régimen acelerado de pérdida de peso.

"El problema es la gestión que queda. Macri está decidido a ir por la Presidencia y no tiene chances de reelegir. Si no se hace una buena gestión en el último tramo, no solo está comprometido su proyecto nacional, sino también puede complicarse la continuidad del Pro en el gobierno de la ciudad. Si los legisladores porteños son menos que los 26 actuales más cuatro aliados que votan con nosotros, la situación se puede poner más difícil", admitió.

En la elección local, el macrismo pondrá en juego 10 bancas de la Legislatura : Oscar Zago, Marta Varela, Karina Spalla, Bruno Screnci Silva, Lidia Saya, Roberto Quattromano, Carmen Polledo, Alejandro García, Helio Rebot y Fernando de Andreis. Pero también se termina el mandato de aliados de peso, como los dos que responden a Patricia Bullrich, el denarvaista Daniel Amoroso, entre otros también proclives a atender las razones políticas del Pro.

Si bien no está definido, ni se asoma ningún candidato con perfil para enfrentar y disputar a Carrió la elección, en los primeros ensayos se habla de apostar al rabino Sergio Bergman, aunque su figura no convence a muchos entre los que definen en la mesa chica del Pro. Igual, la última palabra la tiene Macri, el jefe de gobierno y también del partido.