Elecciones en Estados Unidos: qué espera Alberto Fernández de la relación bilateral tras la victoria de Joe Biden

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos generó en el Gobierno la expectativa de que no solo se mantengan los pilares centrales de la relación bilateral actual, sino que la Argentina y Washington retomen la sintonía en cuestiones que la administración de Donald Trump había descartado o enviado a un segundo plano.

Hasta último momento, el Gobierno no se aventuró a dar como ganador a ninguno de los dos candidatos de la elección y siguió con atención el conteo de votos del principal inversor extranjero en la Argentina. Sin embargo esta tarde, apenas conocido el resultado, el presidente Alberto Fernández felicitó a Biden por Twitter.

"Saludo a @JoeBiden, próximo presidente de los Estados Unidos, y a @KamalaHarris, que será la primera vicepresidenta mujer de ese país", escribió el Presidente.

La precaución para evitar quedar en una situación incómoda como le ocurrió al macrismo en 2016, cuando expresó públicamente su apoyo a Hillary Clinton, en el Gobierno optaron por mantener un perfil bajo y evitar todo tipo de declaración pública hasta que hubiera certezas en el resultado. Solo se limitaron a expresar su esperanza de que la disputa se resolviera en "paz y armonía".

Con el escenario marcado por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar la deuda externa y la voluntad de mantener el vínculo "maduro" que se gestó durante los casi 11 meses de gobierno de Alberto Fernández, la Cancillería aspira a que, con la llegada de Biden a la Casa Blanca, los próximos pasos en la relación bilateral permitan zanjar discusiones que son relevantes para el ingreso de divisas a nuestro país, como las sanciones que impuso la administración de Trump a la exportación de biodiésel,un negocio de más de 1200 millones de dólares anuales que funcionó hasta 2017. Ese año, el Departamento de Comercio sancionó a la Argentina con aranceles prohibitivos para exportar debido a denuncias de dumping y subsidios a la producción.

Una victoria de Trump podía echar por tierra esa esperanza, pero con la confirmación del regreso de los demócratas al poder –ideológicamente más cercanos al oficialismo– el Gobierno ve la apertura de una posible ventana para solucionar el entredicho.

La asunción de Biden también permite pensar en una vuelta de página a los roces recientes que hubo entre ambos gobiernos en los últimos meses, como los cuestionamientos de la Casa Rosada por el rol de Estados Unidos en la caída de Evo Morales en Bolivia o el enojo de Washington por la estrategia regional de la Argentina para postergar la elección en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En este último punto, hubo un principio de acuerdo discursivo entre Fernández y Biden, que había rechazado la postulación de Mauricio Claver-Carone, asesor de Trump y flamante titular del BID.

Conocedor de la Argentina y experto en relaciones internacionales, Biden además tiene una mirada opuesta a la de Trump en relación al multilateralismo y los escenarios de cooperación internacional. El anuncio del presidente electo de que Estados Unidos volverá a formar parte del Acuerdo de París –Trump se retiró un día después de la elección– volverá a poner a la Argentina y a Estados Unidos en sintonía en materia climática.

En el Gobierno hay consenso, asimismo, que probablemente se mantendrán sin cambios el apoyo de Washington a la Argentina ante el FMI y las diferencias respecto a la crisis en Venezuela. Si bien Trump encabezó una embestida diplomática y económica fuerte contra el régimen chavista, Biden también considera a Nicolás Maduro como un "un dictador, simple y llanamente".

Para Juan Negri, politólogo y profesor en la Universidad Torcuato di Tella y Universidad Nacional de San Martín, si bien América Latina no figura entre las prioridades de la política exterior de Biden, el presidente electo está "más interesado" que Trump en la región, al tiempo que vislumbra un "cambio de tono" que deje atrás el discurso vehemente del republicano.

"Puede haber un mayor rol para el multilateralismo, una ampliación de los espacios de interacción entre los EE.UU. y la Argentina. Trump tenia un desprecio por ese tipo de organismos y eso puede cambiar con Biden", analiza Negri. Y agrega: "Biden va a tener un cambio de tono y existe la posibilidad de ampliar un poco la agenda [bilateral]. Trump se focalizaba en la cuestión comercial y con Biden se puede trabajar en cuestiones como el medioambiente".

Con los contactos ya establecidos con los equipos de Biden –a través del embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, quien conoce al demócrata–, Negri también cree que el buen vínculo que el exvicepresidente de Barack Obama tejió con el Papa Francisco pueden convertirse en un puente de diálogo adicional entre ambas administraciones.