Ricardo Jaime se entregó en los tribunales de Comodoro Py y vuelve a la cárcel de Ezeiza a cumplir su condena por la tragedia de Once
El exfuncionario kirchnerista se presentó por orden del Tribunal Oral Federal 2, después de que la Corte Suprema dejó firme la sentencia en su contra
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El exsecretario de Transporte del kirchnerismo Ricardo Jaime, con múltiples condenas en causas de corrupción, se entregó hoy en los tribunales de Comodoro Py y regresará a prisión para cumplir una pena de seis años, luego de que la Corte Suprema le confirmó su condena por la tragedia ferroviaria de Once.
Jaime, que estaba en Córdoba, estuvo preso siete años, pero fue dejado en libertad condicional. Tiene seis condenas. Ahora vuelve a la cárcel por orden del Tribunal Oral Federal N° 2 (TOF 2), que la semana pasada le dio tres días (hábiles) para que se presentara en la mesa de entradas del tribunal, en Comodoro Py 2002, para ser trasladado a una cárcel federal. Eso hizo el exfuncionario, esta mañana, poco después de las 9.
Jaime se entregó en la mesa de entradas del TOF 2 y pasadas las 10 lo llevaron a la alcaidía del edificio de los tribunales de Retiro. Allí espera ahora ser trasladado por el Servicio Penitenciario Federal a la cárcel de Ezeiza, previo paso por el hospital penitenciario para los estudios médicos de rigor. Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que la idea es trasladado en las próximas horas. “No pasará la noche acá”, informaron.
El juez Rodrigo Giménez Uriburu, presidente del tribunal, firmó la resolución que dispuso que debía quedar detenido tras el fallo de la Corte. No se ordenó su captura porque Jaime siempre estuvo a derecho en este proceso.
Jaime estuvo preso dos años, de 2018 a 2020, por la tragedia de Once, el choque del tren de la línea Sarmiento ocurrido el 22 de febrero de 2012, en el que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas. Lo condenó por este hecho el Tribunal Oral Federal 2 en diciembre de 2015 a seis años de cárcel por administración fraudulenta. También fueron condenados otros exfuncionarios, el maquinista y los directivos del grupo Trenes de Buenos Aires (TBA). Todos ellos ya tienen la condena firme y cumplieron la pena de prisión.
El único que restaba era Jaime. Su situación fue revisada por la Cámara de Casación Penal, que le sumó el delito de estrago culposo y le impuso una nueva pena de ocho años. Pero luego hubo segunda revisión de Casación, que dejó solo el delito de administración fraudulenta y una pena de cinco años. Esa decisión fue confirmada el mes pasado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Cumplirá ahora una pena unificada.
Jaime además está condenado a un año y seis meses por el delito de dádivas: vivía en un departamento que le pagaba el titular de la terminal de Retiro, Néstor Otero, a quien debía controlar. Y tiene otra condena de seis meses de prisión por haber intentado sustraer documentación de un allanamiento que se realizaba en su casa de Córdoba.
Asimismo, Jaime está condenado a ocho años por enriquecimiento ilícito, por no haber podido justificar propiedades, hoteles, un yate de 64 pies de un millón de dólares y hasta un Learjet de cerca de cinco millones de dólares.
También fue condenado por la compra de trenes chatarra a España y Portugal y por haber acordado el pago de un soborno millonario para la construcción de un tren bala a Rosario que nunca se concretó. También está acusado -y espera ser juzgado- por el caso de los cuadernos de las coimas.
Jaime cumplirá 70 años el año próximo, lo que le permite aspirar a un arresto domiciliario, ya sea por su edad o por problemas de salud, como los que acusó antes de salir en libertad.
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