El exministro de Economía Roberto Lavagna, que confirmó este lunes que será candidato a presidente, estuvo en Mesa Chica, el programa que conduce José Del Rio en LN+, y allí dio su visión sobre los distintos temas de la agenda política. Tal como destacó, si asumiera tacharía la palabra "ajuste" y la reemplazaría por el concepto de "movilizar recursos", volvería a volcar la responsabilizad de la educación en la Nación y "le volvería a dar a la comunidad científico-tecnológica los recursos que se le han ido quitado en los últimos años".
Su candidatura a presidente
"Sí, soy candidato a presidente", escribió en una historia de Instagram, minutos después de participar de una charla en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Salvador, ante menos de 100 personas. El candidato por Consenso 19 -que aún no definió su vice- seducía con la posibilidad de ser candidato desde hace meses y confirmó su decisión dos días después de que Cristina Kirchner anunciara que será vicepresidente y que Alberto Fernández será su compañero de fórmula.
Según contó, su decisión surgió del hecho de que percibió una demanda en la sociedad que quería que hubiera una alternativa. "La gente no quiere volver votar a entre lo peor y lo malo", dijo. Tal como describió, los votantes buscan una alternativa de centro-progresista más equilibrada y consensual.
"Acá alguien con el 30, 35% de los votos, cree que tiene todo el poder y para siempre. La realidad se encarga de demostrarle que no tiene todo el poder y que no dura para siempre", criticó, y agregó que ese choque entre creencia y realidad implica una pérdida importante de la energía de la sociedad.
La fórmula Fernández-Fernández
Lavagna recordó los dos años y medio que trabajó como ministro de Economía en la gestión de Néstor Kirchner. "Fueron de grandes esfuerzos pero también de grandes resultados", destacó, y celebró el crecimiento del país en ese entonces. "La salida tuvo que ver con desinteligencias que surgieron después de la elección de mitad de mandato", contó sobre su renuncia. De todos modos, Lavagna confesó que "no le gusta" ver a Cristina en la Justicia. "Corresponde pasar por ese proceso si hay acusaciones, sin eludir las realidades que puede haber detrás".
"¿Cree que Alberto Fernández suma más al kichnerismo que tener a Cristina al frente de esa fórmula?", le preguntó Del Río, y el político respondió: "¿Por qué con todos los temas interesantes que el país tiene me tengo que meter a hacer comentarios de hechos políticos que pertenecen a otros espacios políticos de los cuales yo no pertenezco ni perteneceré?".
"Primero hay que ocuparse de lo que cada uno ofrece y sobre qué está reflexionando, que no es solo economía, es también educación, salud, rubros de los cuales en general no logra mucho espacio porque pareciera interesar mucho más la politiquería, la cosa menor de la política", lanzó.
Sobre educación , consideró que para resolver el deterioro hay que volver a centralizarla. "Cada provincia está haciendo lo que quiere o lo que puede", dijo, y agregó: "Hay que volver a poner en manos del Estado nacional los contenidos, la formación de los docentes y los exámenes tanto de los docentes como de los alumnos. Después sí hay que permitir una administración descentralizada. Hay que resolver esta cuestión antes de que empeore".
El liderazgo dentro de Alternativa Federal
Lavagna se reunirá mañana con los referentes de Alternativa Federal (Juan Schiaretti, Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey) para definir su camino y dijo que desea llegar a un "consenso para generar trabajo".
En línea con esto, volvió a decir que si el eje del partido son los consensos no deberían competir en las PASO. "Esta fuerza trabaja con el consenso no con la mecánica de las internas". El economista evitó dar opiniones sobre el lugar que tendrá Massa dentro de la coalición. "Lo decidirá él antes que nada y después lo decidirá la gente", dijo.
"Me parece importante ratificar que, más allá de los dos lados de la grieta que son el Gobierno y el cristinismo, hay una vía de búsqueda de consensos que debería comer, en el buen sentido, votantes de uno y del otro lado", enfatizó, y definió a su espacio como "la antigrieta" porque se basa en la búsqueda de acuerdos para transformar a la Argentina en un país gobernable.
Para él, esta tercera vía esta focalizada también en generar crecimiento, bajar la inflación, alcanzar una mayor equidad social y el trabajo, su gran preocupación. "Salir a buscar trabajo cuesta y las posibilidades de conseguirlo son escasas".
Su fórmula para controlar la inflación
Según resaltó, en 2015 el Gobierno llegó a un país ya en crisis, con déficit e inflación. "Lo que va a recibir el próximo gobierno es peor de lo que en 2015 Macri cuando asumió", disparó, y explicó: "De los cuatro años de gobierno, tres son negativos".
"Hay una economía que está absolutamente estancada o achicándose. El desafío está en ponerla en marcha a partir del hecho de que existen recursos ociosos muy importantes. El gran desafío para Argentina como sociedad es, efectivamente, volver a crear trabajo", sostuvo. Para él, entonces, el trabajo es el foco que debe tener el nuevo gobierno. Además, dijo que "hubo lluvia de inversiones pero de Argentina para afuera".
Tal como destacó, si asumiera "tacharía la palabra ajuste e instalaría el término 'movilizar recursos'". En su opinión, la clave para resolver la inflación es definir cómo se movilizarán los recursos ociosos de capital, de mano de obra y de recursos naturales que tiene el país. "No solo las pequeñas y medianas empresas están en un proceso de extinción sino que muchas grandes empresas están pasando por procesos de achicamiento muy importantes. Nadie puede competir contra el tomador bobo de dinero que, en este caso, es el Banco Central o la Tesorería", dijo, tras cuestionar las altas tasas de intereses. "El Gobierno ha demostrado que no hay límite. Cada tanto la vuelve a subir y seguramente si volvemos a tener algún sacudón de orden cambiario, la volverá a subir".
Para el economista, el dólar influye tanto en la Argentina porque el país tiene un promedio de una crisis cada diez años y, "en cada una de ellas, parte de la sociedad se ha empobrecido". "En consecuencia, hay un aprendizaje y una capacidad de: ¿cómo me escapo antes de que la crisis llegue?", señaló. Según dijo esto es perjudicial para la sociedad en su conjunto, aunque es "entendible" desde lo individual.
Al analizar la decisión del Gobierno de acudir al Fondo Monetario Internacional , el precandidato a presidente opinó: "Se pusieron en una posición donde lo único que podían hacer era eso. Como se equivocó en los procesos durante varios de los procesos iniciales, llegó el punto en el cual no podía subsistir si no iba al Fondo".
Al ser consultado por la deuda, el exministro dijo que es "muy preocupante". Para resolver esta problemática, le propuso a Macri que negocie el alargamiento del plazo de vencimiento y que haga un proceso de recompra de bonos emitidos entre ahora y 2024. "Eso despejaría mucho el horizonte, daría confianza, permitiría bajar el riesgo país y podría ayudar a que baje la tasa de interés. El Gobierno no se dio por enterado de mi recomendación", criticó, y cuestionó el hecho de que Mauricio Macri sostenga que el suyo es el único camino. "Eso es parte del error. El único camino no puede ser uno que conduce a una economía del tamaño de la de la Argentina al estancamiento absoluto".
Lavagna contó que le explicó al Presidente su fórmula para resolver la cuestión económica del país. "El gobierno anterior centró todo en el consumo y, el actual, en la lluvia de inversiones y llovió pero para afuera. Hay que articular las tres cosas: consumo, importación y exportación que lejos de ser competitivas son absolutamente complementarias", destacó. "Ni la política anterior, ni la actual lo entendieron".
Finalmente, deslizó la posibilidad de que el Gobierno les haya copiado información para armar su propuesta de los diez puntos. Tal como dijo, con Alternativa Federal venían trabajando estos conceptos desde hace dos meses y los aprobaron el día anterior a que Macri diera a conocer los suyos. "[Los del Gobierno] eran muy chiquitos, cabían en una servilleta", señaló. "A lo mejor casi intuyeron que estábamos a punto de sacar esos diez puntos o a lo mejor casi nos estaban viendo".