Sangre nueva para las instituciones
La Argentina enfrenta una nueva etapa marcada por un contexto mundial más hostil. Oficialismo y oposición deben tomar nota de un escenario cambiante y generar políticas que permitan construir una sociedad que les brinde a nuestros ciudadanos los medios para impulsar una verdadera movilidad social. El trabajo de calidad basado en una creciente inversión en nuestro capital humano debe ser la base del desarrollo futuro.
Hasta aquí, la oposición no ha estado a las alturas de las circunstancias. ¿Por qué? Muchos legisladores opositores electos terminan siendo funcionales al Gobierno, a veces de forma explícita y otras, mediante la presentación de proyectos propios que bloquean la construcción de alternativas al Ejecutivo. En estas elecciones, debemos evaluar qué comportamiento han tenido muchos candidatos que buscan renovar sus bancas. Yo trabajaré por la renovación: creo en la necesidad de traer sangre nueva a nuestras instituciones. Los vecinos de Buenos Aires piden a gritos una renovación dirigencial y no deja de encontrarse caras repetidas en las listas que debe votar.
Es necesario contar con una oposición con ideas claras, metas definidas, capaz de articularse y buscar consensos. Voy al Congreso con el fin de armonizar con mis pares los temas que solucionen problemas cotidianos. Sin política de "roscas" y reyertas que la gente mira desconcertada.
Inspirado en la doctrina social cristiana, focalizaré mi gestión, como representante en cuatro ejes temáticos: la seguridad, la vivienda, el empleo y la autonomía de la Capital.
Resulta esencial que nuestros jóvenes puedan acceder a su primer trabajo. Para ello un proyecto insignia: un joven-un empleo. Pienso visitar cada despacho de mis compañeros diputados sin distinción de partidos, para explicarles la iniciativa y convencerlos de los beneficios que generará en los jóvenes y sus familias.
Necesitamos más y mejor inversión en seguridad, para destinar recursos a la formación de capital humano. Voy a trabajar por una coordinación de los organismos de inteligencia que permita la prevención del delito y no en escuchar la vida privada de personas públicas. Quiero construir cárceles alejadas de los centros urbanos para que los delincuentes estén lejos de los ciudadanos honestos. Pero también para brindarles a estos delincuentes una capacitación que les permita tener un oficio y así reinsertarse en la sociedad.
Esta nueva etapa exige que nuestros legisladores cuiden en qué se gasta cada peso de los argentinos. Yo lo hice aun poniendo en juego mi carrera profesional y mi propia libertad. Me banqué seis denuncias penales y las gané todas a un Gobierno que cree en el pensamiento único. Volvería a hacerlo, esta vez desde el Congreso, toda vez que sea necesario. Porque lo más importante en la vida es jugarse por las cosas en las que creemos hasta llegar a convertir los ideales en realidades.
DE PUÑO Y LETRA
A pedido de LA NACION, los primeros candidatos a legisladores nacional presentan sus propuestas para los comicios legislativos del domingo
MARTIN REDRADO
Edad: 50 años
Profesión: economista
En la lista de Eduardo Duhalde
Presidió el Banco Central en el kirchnerismo y hoy encabeza de la lista porteña del duhaldismo
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