
Santa Cruz: nuevo ataque a la prensa
Desconocidos quemaron el automóvil de una periodista de Caleta Olivia, reconocida por investigar al poder político
1 minuto de lectura'

RIO GALLEGOS.- El auto de la periodista Adela Gómez, de Caleta Olivia, reconocida por sus investigaciones que rozan al poder político provincial, fue quemado ayer de manera intencional en la puerta de su casa. Las autoridades de Radio 21, donde trabaja, no dudan en calificar el hecho como un atentado, mientras la policía investiga el caso bajo la carátula de "daño intencional".
Las pesquisas realizadas a la madrugada por la policía de la Comisaría 4», que investiga los hechos, determinaron que el auto fue rociado con nafta en la parte delantera, que quedó totalmente destruida.
Adela Gómez siente miedo, y eso expresaba ayer su voz cuando confirmó los hechos ocurridos a la madrugada en el barrio Ceferino Namuncurá, ubicado en las afueras de la ciudad.
"Estoy cansada", dijo a LA NACION. Razones no le faltan: en 2007 recibió siete perdigones de bala disparados por la Gendarmería Nacional mientras cubría un piquete sobre la ruta nacional 3, en Caleta Olivia. Aún tiene alojado en su cuerpo uno de los perdigones.
Con una larga trayectoria en los medios de la zona norte provincial, Gómez es una incansable cronista de Radio 21, medio independiente con una línea editorial crítica del gobierno provincial. "La radio en su conjunto y Adela en particular se han dedicado a temas delicados, no de delitos comunes, sino que hemos abordado temas que tocan intereses del poder político", afirmó a LA NACION César Amaya, director de la radio, abogado y actual miembro del Consejo de la Magistratura de Santa Cruz.
Según la reconstrucción policial, Gómez vive sola en una pequeña vivienda, sin cerco perimetral ni rejas, ubicada en la calle Juan José Paso. Ayer regresó a su casa alrededor de las 2.30 de la madrugada, luego de cenar con compañeros de la radio donde trabaja. El Volkswagen Surán 2009 que aún está pagando en cuotas, lo dejó estacionado, como siempre lo hace, junto a la casa.
Una hora después, sus vecinos la alertaron de que el automóvil estaba en llamas. Con baldes intentaron apagar el fuego, que quemó buena parte del auto. Los bomberos y la policía llegarían poco después.



