Senado: acusan por corrupción a Sapag
Lo hizo el titular del Banco de Neuquén
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El presidente del Banco de la Provincia de Neuquén y ex candidato a intendente por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), Luis Manganaro, denunció que la senadora Silvia Sapag, de su mismo partido, se enriqueció ilícitamente y presentó distintas declaraciones juradas de bienes ante el Senado y ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para evadir impuestos.
La legisladora declaró ante la Cámara baja que posee un patrimonio de 1.025.000 pesos, pero ante la AFIP dijo tener bienes por 462.555 pesos, según documentación que Manganaro entregará hoy en la Dirección General Impositiva (DGI) y en el juzgado federal a cargo de Carlos Liporaci, que investiga los presuntos sobornos pagados en el Senado a cambio de aprobar la reforma laboral.
Además, según los documentos a los que tuvo acceso La Nación , Sapag habría omitido declarar ante el organismo fiscal su sueldo como senadora, que anualmente asciende a 116.922 pesos, y tampoco habría mencionado que junto con su ex marido poseía una Sociedad Anónima (SA) y una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) y tenía un crédito de 247.320 pesos del banco provincial, que saldó con 80.000 pesos en efectivo en noviembre pasado y con otros dos pagos de 40.000 pesos este año.
En un diálogo telefónico desde Neuquén, Sapag negó ayer las acusaciones de Manganaro y atribuyó la denuncia a una lucha interna de su partido. Manganaro es del riñón del actual gobernador neuquino, Jorge Sobich, enfrentado desde hace años con la familia Sapag.
"Yo nací en Neuquén en 1965. Aprendí a decir ´mamá´, ´papá´ y ´Sapag´, porque el padre de la senadora fue gobernador durante cinco períodos. Como neuquino me molestó mucho cuando Silvia Sapag apareció frente a los porteños denunciando actos de corrupción -explicó Manganaro a La Nación -. Fue como ver a la brujita Cachavacha haciéndose la mosquita muerta."
El funcionario precisó que Sapag se inscribió en 1990 ante la DGI como maestra particular y desde entonces sólo se le conocieron cargos públicos: como funcionaria durante las gestiones de su padre y desde 1998 como senadora.
"¿Cómo hizo para tener un patrimonio de un millón de pesos? Su marido tuvo empresas que siempre quebraron y su padre era carnicero en Cutral-Có antes de ser gobernador. ¿Cómo pretende engañar al Estado denunciando distintos patrimonios según su conveniencia?", se preguntó Manganaro.
El rostro de Sapag se hizo conocido para el gran público en septiembre último, cuando en medio del escándalo por los presuntos sobornos por la ley laboral, la legisladora denunció otro presunto caso de corrupción en el Senado.
Declaró ante el juzgado federal a cargo de Gabriel Cavallo que su par Emilio Cantarero (PJ-Salta) le había dicho que había dinero para que saliera la ley de hidrocarburos y le había asegurado que Juan Melgarejo (UCR-Santa Cruz) estaba al tanto. "No aportó ninguna prueba, sólo sus dichos", confirmó ayer una alta fuente judicial.
Entonces, el aún vicepresidente de la Nación, Carlos "Chacho" Alvarez, destacó su actitud y dijo que era "una senadora valiente". Y Melgarejo presentó su renuncia, supuestamente agraviado por los dichos de Sapag.
Defensa
"Esto es un vuelto. Manganaro fue candidato a intendente por mi partido en las últimas elecciones y yo trabajé para la Alianza, que le ganó", dijo la senadora.
Sapag, que hoy regresará a Buenos Aires, luego admitió haber cometido algunos errores involuntarios en su declaración jurada ante la AFIP: "Es verdad que hay errores, pero todos son en favor del fisco. El Fiat Palio me costó 11.000 pesos y no 21.000, y el departamento de la calle Austria está valuado en 60.000 y no en 100.000, como dije".
Sapag aseguró ante el Senado ser propietaria de un local, un terreno y seis departamentos en su provincia natal, uno en el barrio porteño de Palermo, un campo sobre la ruta 7 en Añelo, dos terrenos en Río Negro y un Fiat Palio. Dijo tener 10.000 pesos depositados en una caja de ahorro y 28.000 en joyas y otros bienes personales y del hogar.
Ante el ente recaudador, en cambio, sólo mencionó los seis departamentos en Neuquén y el situado en Austria 1951. Sin embargo, aunque ante la Cámara alta dijo que esos inmuebles costaban 760.000 pesos, ante la AFIP afirmó que valían 482.053 pesos.
"En la denuncia hay un problema de cálculo -se defendió Sapag-. En una declaración jurada yo di el valor posible de realización de los bienes y en otra solamente el valor fiscal. Yo hice lo que me dijo mi contador."
Otra denuncia
Manganaro, casado y padre de cuatro hijos, fue subsecretario de Hacienda durante la primera gobernación de Sobisch y confiesa que hace tiempo que lucha "contra la corrupción del clan Sapag".
En 1997 denunció al hermano de la senadora por haber estafado al Estado nacional y a la provincia en 14 millones de pesos con la construcción de viviendas.
No le fue mal con su presentación ante la Justicia. Luis Felipe Sapag, un primo suyo, Diego Sapag, y otras cinco personas fueron procesadas y pronto irán a juicio oral por defraudación y por administración fraudulenta.
Manganaro admitió que trabajó varios meses para reunir las pruebas que acompañarán su nueva denuncia. "No se puede acusar sin documentación", sentenció. Recopiló y analizó las declaraciones juradas de Sapag y de su ex marido ante la AFIP desde 1997, las dos manifestaciones para cumplir con la ley de ética pública que la senadora presentó ante el cuerpo legislativo, y tuvo acceso al expediente de su divorcio.
"Ante los distintos patrimonios denunciados, entiendo que la senadora Sapag no debe quedar ajena a las sospechas de presuntos sobornos pagados en el Senado", dijo Manganaro.
Habrá que ver qué hace Liporaci tras esta presentación.





