Senado: la derrota en las primarias demora los planes de Cristina Kirchner para evitar la jubilación de la jueza Figueroa
En el oficialismo admiten que, al menos por esta semana, no hay clima para insistir con la aprobación del pliego de la camarista que debía decidir en la causa Hotesur-Los Sauces
LA NACION
La situación de la camarista Ana María Figueroa, de estrechos vínculos con el kirchnerismo y que la semana pasada cumplió 75 años, edad límite para jubilarse, permanecerá en la incertidumbre por una semana más, al menos en lo que respecta a la posibilidad de que el oficialismo haga otro intento en el Senado para darle un nuevo acuerdo que prolongue su estadía como jueza por un lustro.
“El horno no está para bollos”, fue la más que gráfica respuesta que recibió LA NACION desde la bancada del Frente de Todos ante la consulta de si existía la posibilidad de que el oficialismo vuelva a la carga esta semana para sesionar y aprobar el pliego que le daría a la magistrada cinco años más en el cargo.
Como informó este diario, el resultado de las primarias iba a ser determinante para la suerte de la magistrada y la floja performance del oficialismo, que terminó como tercera fuerza el último domingo, no hizo más que complicar un poco más los planes de Cristina Kirchner.
Figueroa era hasta el miércoles de la semana pasada presidenta de la Cámara de Casación Penal. Dejó ése sitial horas antes de cumplir 75 años ante la incertidumbre generada por el fracaso de Cristina Kirchner en lograr que el Senado le diera un nuevo acuerdo que le permita sortear la edad límite para ser juez que establece la Constitución Nacional.
Sin embargo, no renunció a la magistratura, sino que decidió permanecer en el cargo a la espera de que la Cámara alta apruebe su pliego. Como medida de precaución, anunció que se abstendría de firmar sentencias para evitar que la extraña situación en la que quedó tras cumplir 75 años pueda dar lugar a impugnaciones o recusaciones.
Entre las causas en las que participaba la jueza se encuentra Hotesur-Los Sauces, un expediente clave para Cristina Kirchner ya que se encuentra acusada junto a sus hijos Máximo y Florencia de lavado de dinero provenientes de actos de corrupción. El caso fue cerrado en primera instancia, pero ante la apelación de la fiscalía la sala de la Cámara de Casación Penal que integra Figueroa debe definir si mantiene esa decisión o si, por el contrario, ordena que se celebre un juicio oral y público.
No es el único caso en el que Figueroa debía dictar sentencia que involucra a la vicepresidenta. También sigue sin definición la causa por la que se investigan las consecuencias de la firma del Memorándum con Irán.
El Frente de Todos ya intentó dos veces sin éxito abrir el recinto del Senado para tratar el pliego de la camarista y el de otros 70 nombramientos judiciales, pero chocó con el bloqueo de Juntos por el Cambio, que rechaza a Figueroa y acusa al oficialismo de intentar colonizar la Justicia, y con la negativa de un grupo de senadores díscolos y aliados provinciales que se negaron a aportar al quorum para sesionar.
El último intento fue hace dos semanas, cuando el rionegrino Alberto Weretilneck dejó sin chances al oficialismo de alcanzar el quorum al negarse a viajar a Buenos Aires para tratar el pliego de la magistrada. El senador por Río Negro y gobernador electo fue claro en su mensaje: iba a esperar el resultado de las primarias antes de ponerle el cuerpo a una jugada que sólo le reditúa beneficios políticos a la vicepresidenta.
Tras ese intento fallido y antes de las primarias, la situación se complicó con la manifestación de los colegas de Figueroa que decidieron elevar una nota a la Corte Suprema y al Consejo de la Magistratura en el que comunican que Figueroa “podría haber cesado” en sus funciones.
En otras palabras, los jueces de la Cámara de Casación tomaron distancia del limbo en el que quedó atrapada la jueza, que no renunció al cargo a pesar de haber alcanzado la edad para jubilarse y no tener acuerdo del Senado para continuar.
Figueroa se ampara en una vieja resolución del Consejo de la Magistratura dictada ad hoc y ya caduca que le permitía continuar en el cargo a aquellos jueces que hubieran cumplido 75 años pero que contaran con un pedido de nuevo acuerdo en trámite en el Senado.
Sin embargo, el secretario de Justicia y operador judicial del kirchnerismo, Juan Martín Mena, envió una nota al Consejo de la Magistratura avalando la postura adoptada por Figueroa, lo que promete convertir el caso en una disputa que se complica cada día más y que promete terminar judicializada.
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