La jueza María Servini acusó al abogado de Mauricio Macri de haberla maltratado en un escrito y lo denunció ante el Colegio de Abogados

La jueza federal María Servini denunció al abogado de Mauricio Macri, Pablo Lanusse, ante el Colegio Público de Abogados por "agraviar a la magistratura" y violar el Código de Ética con el tono del escrito con el que el letrado se opuso a que se sigan investigando las llamadas telefónicas del expresidente, entre 2015 y 2019, en una causa iniciada por el empresario Fabián De Sousa, socio de Cristóbal López.

En ese expediente, de Sousa denunció que Macri y otros colaboradores suyos lo extorsionaron para que entregara las empresas que comparte con Cristóbal López. Señaló que Macri y un grupo de funcionarios de su confianza habían formado una asociación ilícita para presionar a los dueños del Grupo Indalo para que se desprendieran de sus compañías. En esa investigación, los denunciantes mencionan que exfuncionarios los llamaron y convocaron a reuniones.

En esa causa la jueza Servini ordenó cruzar las llamadas de Macri con las de sus colaboradores José Torello, Nicolás Caputo, Fabián Rodríguez Simón, Mario Quintana, Javier Iguacel, Alberto Abad y Leandro Cuccioli, y los empresarios Martín Rappallini, Orlando Terranova e Ignacio Rosner.

Macri apeló y la Cámara Federal ordenó revocar la medida de la jueza y acotar el cruce de llamadas a los días investigados. La respuesta de De Sousa, representado por el abogado Carlos Beraldi, fue recurrir ante la Casación y recusar a los jueces de la Cámara Federal Martín Irurzun, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. Estos tres magistrados rechazaron ayer la recusación.

Ante el recurso de Beraldi, la jueza Servini decidió reanudar el cruce de las llamadas que hizo Macri entre 2016 y 2019. La medida indignó a Lanusse, que la apeló en un airado escrito en la que acusó a la jueza de desobediencia y de alzarse contra la decisión de la Cámara Federal. Además, indicó que el fallo de la jueza se dio luego de un tuit de Cristina Kirchner, también asistida en otras causas por Beraldi, que había dicho que la Cámara, con su decisión, había consagrado "una vez más la impunidad para Mauricio Macri". La vicepresidenta había sostenido además que, de seguir con el cruce de llamadas, se descubriría el accionar de la "mesa judicial" para perjudicarla.

Servini resolvió rechazar la apelación de Lanusse a la decisión de reanudar el cruce de llamadas, a la que se sumaron, con escritos propios, Torello y Simón. La jueza argumentó que las objeciones de los acusados están dirigidas contra la realización de una medida de prueba, lo que es inapelable, y sostuvo que la Cámara la consintió, pero restringió en su alcance temporal y la divulgación de su contenido.

En cuanto al tono del escrito del abogado de Macri, la jueza escribió: "Las expresiones y descalificativos vertidos por el Dr. Pablo Jorge Lanusse no pueden pasar inadvertidos porque agravian la Magistratura". Servini afirmó que los dichos del abogado "exceden el trato y decoro que todo letrado debe guardar durante el ejercicio de su profesión", en referencia a que Lanusse había señalado que las resoluciones de la jueza "le causaban náuseas" y resultaban "acomodaticias a intereses ajenos al expediente".

Por eso, Servini envió copia de este fallo y del escrito de Lanusse al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal para que analice si Lanusse cometió una violación del Código de Ética. Mientras tanto, el cruce de las llamadas efectuadas y recibidas por Macri con las del resto de los acusados, sigue adelante.