Stiglitz volvió a cargar contra el FMI
Dijo que la Argentina estaría peor si hubiera seguido al pie de la letra sus recetas
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El premio Nobel de Economía 2001 y ex economista jefe del Banco Mundial (BM) Joseph Stiglitz aseguró ayer que la situación argentina actual sería mucho más dramática si hubiera seguido "al pie de la letra las instrucciones del Fondo Monetario Internacional (FMI)´´.
"El gran error fue aplicar un tipo de cambio fijo (en referencia al sistema de convertibilidad), lo que se justificó en su momento para combatir la hiperinflación, pero era una solución condenada al fracaso", opinó Stiglitz en una entrevista publicada ayer por el diario madrileño El País.
"Si la Argentina hubiera seguido al pie de la letra las instrucciones del FMI ahora estaría en una situación mucho más dramática", agregó el premio Nobel de Economía 2001.
"Los sistemas de paridad fija -añadió- nunca han funcionado, es una de las razones por las que Turquía salió mejor parada (de la crisis), porque ha podido jugar con los tipos de cambio y mejorar sus exportaciones."
Para Stiglitz, la reactivación de la economía argentina sólo se dará si se logra "incrementar la demanda favoreciendo las exportaciones".
"La Argentina podría, como se lo permiten las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), imponer temporalmente barreras comerciales, mientras que Estados Unidos y Europa podrían, a su vez, abrir sus fronteras a los productos argentinos", propuso el prestigioso economista internacional.
Efectos de la globalización
Stiglitz, que en noviembre del año pasado recibió el Nobel de Economía junto con otros dos norteamericanos, George Akerlof y Michael Spence, afirmó que los países occidentales se han repartido los dividendos de la globalización y criticó a los organismos encargados de regular el nuevo orden económico por tomar decisiones "basándose en una extraña mezcla de ideología y mala economía, un dogma que apenas esconde intereses creados".
"Cuando trabajaba en el Banco Mundial pude ver los efectos devastadores de la globalización en los países en vías de desarrollo. Creo que la globalización puede ser una fuerza positiva y tiene el potencial de enriquecer a todo el mundo, especialmente a los pobres. Pero también creo que ha sido muy mal administrada y ése es el problema. El resultado es que ahora algunos de los países más pobres están mucho peor", señaló.
El economista tampoco ahorró críticas contra el papel de los Estados Unidos y el poder de veto que ejerce en el FMI. "A veces se critica al Consejo de Seguridad de la ONU por el poder de los cinco miembros permanentes, pero se olvida que en el FMI un solo miembro, EE.UU., tiene todo el poder de veto." Stiglitz también cargó contra las discriminación de las políticas que alienta el Fondo según el nivel económico de cada país. "El FMI ha alentado en los países en vías de desarrollo a aplicar políticas que se han desechado en los países desarrollados, por ejemplo, privatizar las pensiones o prohibir proteger ciertos sectores, como la agricultura, algo que Estados Unidos o Europa consideran normal."
Además, remarcó que muchas veces las consecuencias de las políticas del organismo terminan teniendo un impacto negativo en la distribución del ingreso de cada país. "El FMI tampoco ha tenido en cuenta ni las desigualdades en el reparto de las riquezas que estaba generando ni la inestabilidad social de sus políticas."
Por último, remarcó que las soluciones para los países en desarrollo pasan por la posibilidad generar mayor transparencia en los procesos de toma de decisiones. "El conocimiento global es importante para cerrar el desfase entre los países en desarrollo y los más desarrollados. Sería necesario, por ejemplo, generalizar las leyes del derecho a la información."



