Tras una llamada, Closs moderó sus críticas

Una conferencia de prensa del gobernador misionero, Maurice Closs, causó un fuerte revuelo este viernes, porque habló sobre las crisis ocurridas en 1989 y 2001 en relación con la situación actual. Ayer, tras una llamada del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, culpó a la prensa por la repercusión de sus declaraciones.

"Tuve una comunicación con el jefe de Gabinete, le expliqué mi postura", dijo ayer el gobernador en declaraciones radiales. También criticó a los medios que habían reproducido sus declaraciones del viernes porque, afirmó, hubo una "manera de comunicar" lo que él había dicho con el objetivo de "poner paralelos con el año 2001". Según Closs, el viernes les había "hablado a los misioneros" y afirmó que sus declaraciones intentaban mostrar "que toda vez que nuestro país no tuvo la responsabilidad, la generosidad y la visión de conjunto [las cosas] terminan mal, como terminamos".

Sin embargo, el mandatario provincial, que ya había deslizado algunas críticas al Gobierno con anterioridad, reconoció ayer que la "Argentina vive un momento complejo y eso no lo puede dudar absolutamente nadie". Además, advirtió que, tras la devaluación, si "todos le pedimos lo máximo a la macroeconomía, todo esto se puede terminar acelerando".

Sobre su conversación con Capitanich Closs contó: "Me respondió que evidentemente había algunos que, con la manera de comunicar lo que yo digo, estaban queriendo poner paralelos con el año 2001". Y agregó: "En la conferencia de prensa hay una cosa que digo con absoluta claridad, el escenario es tan distinto a 2001, que en 2001 había una desocupación enorme, entonces la inflación demoró en producirse porque hubo una devaluación que primero generó empleo".

En la conferencia de prensa del viernes, que causó un gran revuelo y motivó la llamada de Capitanich, Closs había dicho: "Hay crisis fuertes que pueden terminar como en las últimas décadas, porque todos los actores no estuvieron a la altura y se terminó en la ida anticipada de Alfonsín o en la crisis de 2001". Más tarde, por Radio Mitre, reiteró sus críticas.

El mandatario también pidió el viernes un diálogo social, al decir que "no debemos presionar cada sector en beneficio propio, sino que debemos trabajar mancomunadamente porque la Argentina se merece una transición tranquila. Necesitamos que en 2014 las variables estén ordenadas y no es momento de poner más leña al fuego".

De la Sota pidió evitar "la locura generalizada"

Al inaugurar el 136° período de sesiones legislativas de Córdoba, el gobernador José Manuel de la Sota pidió ayer al oficialismo y a la oposición ver "más allá de 2015", y reclamó "hacer política entre adversarios que se respetan y no una lucha sin sentido". Pese a la difícil relación que mantiene con la Casa Rosada, ratificó ayer su voluntad de "colaborar" ante "esta crítica situación de la economía nacional".

"Todos los argentinos sentimos hoy una creciente inquietud por las complicaciones económicas que nos aquejan", sostuvo el mandatario, y detalló que "estas últimas semanas están signadas por una creciente inflación", para completar un cuadro preocupante: "Se pone en riesgo el salario y el trabajo, empiezan a faltar productos básicos, los precios cambian de un rato al otro, y se entra en una locura generalizada".