Una cena reservada de Massa y los gobernadores: admisión de errores, la ola violeta que “nadie vio venir” y el fin del doble comando
Fue anoche en Yerba Buena, donde Manzur tiene su casa; allí hubo autocrítica por la subestimación de Milei y la necesidad de replantear la estrategia de campaña del oficialismo
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SAN MIGUEL DE TUCUMÁN (enviada especial) El peronismo llegó a Tucumán para reagruparse y relanzar la campaña de Sergio Massa rumbo a las elecciones generales de octubre, tras la derrota en las PASO frente a Javier Milei. Pero también para admitir errores en lo que pasó y reagruparse frente a lo que viene: semanas de campañas en las que aspiran a mejorar su malograda performance en las primarias y meterse de lleno en un eventual ballotage con el líder libertario.
Para llegar hasta ahí hubo admisión de errores por parte de los mandatarios provinciales, en cuyas provincias se impuso La Libertad Avanza, como no lo había hecho en los comicios locales. También hubo elogios cruzados entre Massa y los gobernadores, focalizándose en lo que viene, haciendo en foco lo que “está en juego en las próximas elecciones”. Durante la cena se habló de la necesidad de “poner fin al doble comando” y “fortalecer la figura de Massa”.
El escenario de la charla fue este viernes por la noche en la casa del gobernador Juan Manzur, en la zona de Yerba Buena. Allí, además de Massa y Manzur hablaron el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa; la de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y el de Buenos Aires, Axel Kicillof “Unidos podemos ganarle a expresiones minoritaria que tienen capacidad de presión”, dijo Massa, quien recordó que en agosto pasado se hablaba de que el Gobierno “estaba de salida, pero todos ustedes pusieron huevo y hoy estamos competitivos para salir adelante”.
Además de esos mandatarios provinciales también estuvieron: Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; Gildo Insfrán, de Formosa; Sergio Uñac, de San Juan; Gustavo Sáenz, de Salta; Raúl Jalil, de Catamarca; Sergio Zillioto, de La Pampa; Oscar Herrera Ahuad, de Misiones; Gustavo Bordet, de Entre Ríos y Ricardo Quintela, de La Rioja. También el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi; la titular de Aysa, Malena Galmarini; el diputado Máximo Kirchner, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y los ministros Matías Lammens, Kelly Olmos, Jorge Taiana y Victoria Tolosa Paz; los titulares de bloque, Germán Martínez y José Mayans, y la titular de la Cámara Baja, Cecilia Moreau. También los referentes de CGT y CTA y de movimientos sociales que llegaron hasta esta provincia.
La autocrítica de los mandatarios provinciales fue generalizada respecto de lo que sucedió. Admitieron en coincidencia a lo largo de la noche, según pudo saber LA NACION, que “no la vieron venir”, basándose en las pésimas elecciones provinciales que en cada uno de sus distritos habían hecho a nivel local los candidatos de Milei. Admitieron que creyeron que con esa inercia y la de sus respectivas proyecciones, en las que lograron retener sus provincias, que con lo que habían hecho “era suficiente”. Explicaban que no había “ni afiches” de Milei en sus provincias y que no entendían “por dónde se metió”. Reconocieron también que “faltó movilización y hablar con la gente”.
Las elecciones desdobladas, que en definitiva parecieron facilitar que las provincias terminaran pintadas de violeta, como el caso de la propia Tucumán, uno de los ejemplos más violentos de esa disparidad, fueron otro de los temas centrales de la conversación. La mayoría admitió que la decisión de adelantarlas fue cuando todavía no se sabía que Massa sería candidato.
También se habló del poder de penetración de Milei a través de la red social Tik Tok, con la que logró instalarse en lugares que jamás visitó y cómo se puede hacer para revertir ese escenario. El puntano Rodríguez Saa valoró la decisión de Massa de pedir perdón a la sociedad. Los gobernadores del Norte también consideraron que sus provincias “no tienen lugar en el gobierno de Milei”, mensaje que buscarán bajar a sus territorios, y buscaron reforzar la idea de plantear que lo que se debate es “entre democracia y autoritarismo”.
El fin del doble comando
En la mesa fue cuando se habló de fortalecer el liderazgo de Massa y que “no haya más doble comando”, ni “doble discurso”. Durante las horas en las que se extendió la cena también se le pidió a Massa que tenga una mayor centralidad en su figura. Pese a ese concepto expresado no hubo menciones a la figura de Cristina Kirchner, cuya última aparición en la campaña se registró casi un mes antes de la PASO. En el encuentro tampoco se habló de la figura de Alberto Fernández. En off, a diferencia de lo que sucede con la figura de la vicepresidenta, para Fernández solo hay duras críticas. “Este es el Gobierno de Alberto, todos los errores son suyos. Sergio acá vino a salvar las papas”, fue una de las frases que se escuchó en el vuelo de venida en altos miembros de la comitiva.
La suba de tarifas, los cambios en Ganancias, y de la “inestabilidad emocional” de Milei y, entre otras cosas, su decisión de eliminar la obra pública también fueron parte de la sobremesa. “Locura” fue la palabra elegida para hablar de ese último punto. También sobrevoló que a los mensajes de Milei “hay que responderle desde el peronismo”. Sobre el final del encuentro, cuando Massa dio su discurso, hubo un concepto que, según cuentan asistentes, pareció sintetizarlo todo: “donde ganamos hay que fortalecer y donde perdimos hay que construir la vuelta, el retorno, para poder ganar”.
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